¿Macri debería hacer un fuerte ajuste fiscal?
Por otro lado, veo un plano en el cual la economía no está funcionando bien, que es el diagnóstico de coyuntura de muy corto plazo. En ese sentido, Argentina se encuentra en una situación muy parecida a la que se encontró cerca del Rodrigazo, el fin de la Tablita, el fin del Plan Austral y el fin de la Convertibilidad. No me refiero a la gravedad del caso pero sí desde el punto de vista conceptual, es decir, acá no hay posibilidades de un 2001 o una hiperinflación, pero la discusión previo a esas situaciones límites se parece mucho a eso. Se discute si se tiene que ajustar, no ajustar, quién paga el costo, y finalmente, por divagar tanto sobre quién paga el costo social del ajuste terminamos en una crisis donde el ajuste se hace de manera salvaje. El negar el ajuste, que sin dudas hay que hacerlo tarde o temprano, nos va a llevar a una situación muy complicada con el tiempo, aunque no sea mañana o pasado, parecida a la complicación que tuvimos previo a las crisis que ya hemos vivido en los últimos 50 años.
Hasta ahora, lo que ha ocurrido es que el único ajuste en serio que hizo el gobierno fue aplicar una política monetaria contractiva importante para bajar la inflación, pero fiscalmente hay más déficit que el año pasado, el tipo de cambio a precios constantes no es muy diferente al de Diciembre de 2001 (tomando el de ese año, valdría 14,50 pesos, por lo tanto el dólar está barato) y las tarifas no se han podido ajustar. Para colmo, con un fisco tan desequilibrado como el nuestro, si el gobierno hoy devaluara fuertemente la moneda, habría una aceleración inflacionaria que agravaría aún más las cosas. Para que una devaluación tenga sentido y se pueda abortar el traslado a precios, habría que hacer un cambio importante empezando por aniquilar el gasto público, de no ser así, la devaluación no serviría para nada.
El déficit fiscal representa unos 40 mil millones de dólares por año, UN DELIRIO TOTAL. Para colmo, la gente no se da cuenta del otro delirio, que es haberse transformado en esclava del sistema impositivo. Las personas que están en blanco trabajan siete meses del año sólo para pagar impuestos, dado que la presión impositiva está arriba del 50% del PBI.
Es probable que se crezca el año que viene, pero si no se ajusta, a lo mejor se trate sólo de un tema estadístico, es decir, que como el 2016 es muy malo, quizás el próximo año sea un poco mejor y así pueda mostrar un número positivo, entre 2 y 3% de crecimiento.
Como no se puede tener un déficit fiscal tan alto y no se puede ajustar por el lado de la recaudación (dado que la gente está ahogada pagando impuestos), no hay que tener ninguna duda de que hay que ajustar por el lado del gasto. El Presidente Macri en los primeros meses del año dijo que heredó un millón y medio de empleados públicos que están demás.
Yo me pregunto: ¿Este señor no piensa en los contribuyentes que pagan para que esas personas que él mismo dice que están demás continuen en el sector público, o solamente va a ser comentarista de este problema?
El planteo que se hacía el año pasado en campaña por parte de algunos que ahora forman parte de la estructura del gobierno era que no había que hacer ningún ajuste y bajando la inflación la economía despegaba. Acá hay un mal diagnóstico de la herencia recibida, por eso la economía no crece. Esta gente cree que endeudándonos y ajustando un poco las tarifas (hasta ahora casi nada) esto ya despega, y no es así; en el mejor de los casos la actividad económica puede dejar de caer, pero nada más.
En cuanto al ajuste del gasto público que Macri debería hacer, TENDRÍA QUE EMPEZAR A DESPEDIR GENTE.
Parece que suena feo decir eso, pero la realidad es que en los primeros nueve meses del año, el sector privado destruyó 127 mil puestos de trabajo. Nadie se ocupó de la gente desocupada en el sector privado, pero apenas se echa un empleado público y parece ser que se prende fuego el país. El gobierno tiene que plantear esto seriamente, en vez de entregarle 30.000 millones de pesos a los apretadores sociales (dirigentes) y 27.000 millones de pesos a los sindicatos, porque así nunca va a haber claridad sobre el problema. Macri tendría que haber asumido el primer día y decir que heredó una bomba de tiempo que si no explota hoy, explota en algún momento de mañana o no sabemos cuándo. No hubo ninguna Cadena Nacional del Presidente diciendo que por culpa de lo que heredó del Kirchnerismo se vea obligado a hacer un ajuste severo de la economía.
Además hay que entender que son los políticos quienes deberían decir dónde se debe recortar el gasto público porque son ellos los que votan el Presupuesto. En vez de aumentar la presión impositiva, deberían pensar en bajar el gasto público que es el lugar en donde ellos están metidos. De hecho, este gobierno tiene más ministerios que el anterior. El gasto público, en promedio durante los primeros diez meses, creció el 35% y en Octubre llegó al 51% (infinanciable), por eso habría que empezar a despedir gente en el sector público y además habría que ajustar las tarifas eliminando los subsidios, no sólo por el problema que generan desde el punto de vista fiscal sino también porque hay que pagar por las cosas lo que las cosas valen.
Cuando en Argentina no se pueden hacer los ajustes por las buenas y se hacen con un costo social más grande por las malas, es porque la gente no entiende que los ajustes son reactivantes y no lo que le hacen creer. Por ejemplo, aquellos que a fines de los 90 se negaban a reestructurar la deuda o devaluar a tiempo terminaron provocando un incendio en 2001 obligando al gobierno a hacer un ajuste mucho más brutal.
Asimismo, como este mes la deuda interna ya es el equivalente a tres cuartos del déficit fiscal como porcentaje del PBI (hubo una nueva emisión este mes) y el gasto corriente no para de crecer, la única opción posible sigue siendo el ajuste, porque dicha emisión de deuda interna es, junto con el apretón monetario para bajar la inflación, la causa de la profundización de la recesión que comenzó en el último trimestre de 2015. Si en lugar de eso se sigue colocando deuda externa, entonces terminaremos en una crisis de deuda, así como podíamos haber terminado en una crisis inflacionaria si se seguía emitiendo dinero como lo hacía Vanoli al 45% el año pasado.
En cuanto al tema de las tarifas, pienso que si todos salieron a la calle cuando anunciaron el ajuste tarifario, es porque fue muy mal comunicado e implementado al igual que el ajuste fiscal que deberían hacer. Yo creo que esto se trata de una batalla cultural que habría que dar empezando desde el gobierno, pero no la da.
Económicamente hablando, este gobierno es Populismo de Centro, porque un gobierno que mantiene el Ahora 18, Precios Cuidados, incrementa el gasto público (extendiendo la AUH, por ejemplo) y no hace un mínimo esfuerzo por bajar la presión impositiva, entre otras cosas, no tiene absolutamente nada de liberal. El Liberalismo implica bajos impuestos, bajo gasto público, poca/nula deuda externa, equilibrio presupuestario, apertura indiscriminada de la economía al comercio, y un sistema libre de precios (sin controles, subsidios, regulaciones, etc).
El gran cambio que debería hacer Argentina es abandonar el Proteccionismo Industrial y vivir del Libre Comercio, mientras que en materia fiscal habría que abandonar el Estatismo y el Redistribucionismo.
Tenemos que seguir el camino de Chile, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, y que ahora lo están iniciando también Perú y Colombia, los cuales en los últimos cinco años han crecido en promedio al 5 o 6% anual, a diferencia de Argentina que durante esos años no creció.
En cuanto a la inflación, hay que decir que hasta ahora está bajando. A principios de año estaba en torno al 4,5 o 5% mensual, y ahora está por debajo del 2 como consecuencia del único ajuste que hubo hasta ahora que fue el del BCRA al haber apretado fuerte la cantidad de dinero. Ahora la tasa de inflación esperada está empezando a subir, así que no se cuánto se puede perforar ese 2%. Llegó a tocar el 1,7 o 1,8, pero sinceramente ya no se si se puede ir mucho más a fondo. Además el 2017, en materia inflacionaria y de actividad, sigue siendo hasta ahora un gran signo de interrogación. Por algo el PJ olió sangre y Lavagna el otro día salió con los tapones de punta. También hay que ver qué pasa con Trump, el Brexit, Europa y Brasil.
El 2017 puede ser estadísticamente algo mejor porque el 2016 es muy malo, pero hasta ahora está todo muy prendido con alfileres, porque si Trump sube la tasa de interés y se transforma en una aspiradora de dólares del mundo para financiar el déficit fiscal estadounidense, entonces Argentina va a tener un gran problema con el crédito internacional porque está muy lanzada a colocar mucha deuda.
El gran cambio que debería hacer Argentina es abandonar el Proteccionismo Industrial y vivir del Libre Comercio, mientras que en materia fiscal habría que abandonar el Estatismo y el Redistribucionismo.
Tenemos que seguir el camino de Chile, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, y que ahora lo están iniciando también Perú y Colombia, los cuales en los últimos cinco años han crecido en promedio al 5 o 6% anual, a diferencia de Argentina que durante esos años no creció.
En cuanto a la inflación, hay que decir que hasta ahora está bajando. A principios de año estaba en torno al 4,5 o 5% mensual, y ahora está por debajo del 2 como consecuencia del único ajuste que hubo hasta ahora que fue el del BCRA al haber apretado fuerte la cantidad de dinero. Ahora la tasa de inflación esperada está empezando a subir, así que no se cuánto se puede perforar ese 2%. Llegó a tocar el 1,7 o 1,8, pero sinceramente ya no se si se puede ir mucho más a fondo. Además el 2017, en materia inflacionaria y de actividad, sigue siendo hasta ahora un gran signo de interrogación. Por algo el PJ olió sangre y Lavagna el otro día salió con los tapones de punta. También hay que ver qué pasa con Trump, el Brexit, Europa y Brasil.
El 2017 puede ser estadísticamente algo mejor porque el 2016 es muy malo, pero hasta ahora está todo muy prendido con alfileres, porque si Trump sube la tasa de interés y se transforma en una aspiradora de dólares del mundo para financiar el déficit fiscal estadounidense, entonces Argentina va a tener un gran problema con el crédito internacional porque está muy lanzada a colocar mucha deuda.
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