El posible impacto negativo de la pandemia en la economía
Los efectos que va a generar el coronavirus en la economía mundial son DEVASTADORES. La actividad económica se va a caer a pedazos en todo el mundo. De hecho, ya se están pronosticando caídas del PBI como no se vio desde la Segunda Guerra Mundial, y seguramente habrá un proceso de quiebras muy grande de compañías a nivel mundial. Como es de esperarse, esto tendrá su impacto en Argentina, donde la actividad económica va a caer aún más respecto de estos últimos dos años. Por ejemplo, habrá menos demanda por los productos que Argentina exporta, y caerá la inversión en los países altamente riesgosos como el nuestro.
Antes del coronavirus, Alberto Fernández no resultó ser la bestia negra que el Macrismo decía, al menos en el inicio de su gestión. Argentina no fue directo a Venezuela, y quedó claro que la estrategia del terror que sembró el Macrismo era solamente una pantalla para tratar de rasguñar algún voto. Afortunadamente, Alberto no ha sido Evo Morales, Nicolás Maduro, ni Hugo Chávez, aunque siempre hay que tenerle miedo porque sabemos que está Cristina Kirchner dando vueltas alrededor de él. La parte negativa a resaltar fue que Alberto haya pensado en una fuerte intervención estatal, matar a retenciones al campo, castigar a las petroleras, minerías, etc. Su política antiagropecuaria ha sido muy clara poniendo a un impresentable frente al Ministerio de Agricultura como Basterra. En ese sentido, Fernández no es ninguna novedad respecto del derrotero decadente de Argentina de las últimas ocho décadas.
Después del coronavirus, se abre otra arista de análisis de todo esto, que es el ataque del gobierno al problema a través de la cuarentena, y si bien yo pienso que la cuarentena debe ser dura, debe durar al menos una semana mientras se realizan testeos masivos en todo el país; porque la cuarentena también influirá en el derrumbe de la actividad económica. Por supuesto que esta es la única manera posible de evitar la espiralización que el coronavirus ha tenido en otros países (como Italia y España), pero no debería ser una medida que se prolongue en el tiempo. En materia de salud, los anuncios del Presidente en las próximas horas podrán estar bien; pero hay que tener la cabeza fría para evitar perjuicios adicionales en la economía.
Como el sector agropecuario se encuentra en plena cosecha gruesa, ahí hará falta una determinada ingeniería, como armar una cuarentena "light" para que el agro levante la cosecha de maíz, soja, los comercios puedan hacer de acopio, vender el agroquímico, herbicida, y toda clase de productos vinculados a este sector.
Una crítica importante que puedo hacerle al gobierno dentro de este escenario que se produjo después del coronavirus es que la respuesta desde el punto de vista fiscal haya sido aumentar la Asignación Universal por Hijo, la obra pública y las jubilaciones, cuando los productores, comerciantes e industriales, que son quienes generan la riqueza y financian todo ese gasto a través de impuestos, se verán afectados por la caída de la actividad económica como consecuencia del COVD-19. En todo caso, se deberían bajar impuestos o relajar toda medida precautoria en materia de calificación de créditos. Por ejemplo, que a partir de ahora, una persona entre en moratoria una vez que pasó un año después de no pagar una deuda en lugar de 30 días.
Por otro lado, Argentina presentó una propuesta de reestructuración de la deuda pública muy agresiva frente a la bolsa de comercio de Estados Unidos, que consiste en una quita muy importante, así que es probable que vayamos a una negociación larga y no descartaría la posibilidad de terminar en default.
En definitiva, hay que cortar con esto lo antes posible, para que la curva de infectados no se vuelva exponencial, por lo tanto, el gobierno hace mal es en que el único lugar donde se analicen muestras sea en el Malbrán; esto debería estar completamente descentralizado para que no se generen cuellos de botella.
En materia política, me parece muy bien que Alberto Fernández esté trabajando en conjunto con Rodríguez Larreta; acá hay que olvidarse de la política por un rato y quizás de la economía.
Eso sí. Tengamos claro que salud y economía son dos caras de una misma moneda; y no podemos priorizar una variable ignorando por completo la otra.
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