Se graduó y lo festejó disfrazado de femicidio


Un muchacho llamado Tomás Vidal se disfrazó de víctima de femicidio luego de aprobar la tesis y graduarse en la Universidad Siglo XXI, de la Provincia de Córdoba, Argentina.

Esto no solo le costó a Tomás el título unviersitario, sino también el escarnio público, el linchamiento mediático y la condena social. Ahora, Tomás tiene que recursar, rendir la tesis de nuevo y someterse a uno de estos pseudocursos con los que los sectores sociales con culpa de clase hacen de cuenta que solucionan las problemáticas de las mujeres.

Por supuesto que las redes sociales se convirtieron en una INQUISICIÓN DESPIADADA contra Tomás Vidal, por haber hecho esta estupidez que ofende incluso a quienes alguna vez han votado en contra del endurecimiento de penas para los violadores en el Congreso de la Nación Argentina.

Mi conclusión de todo lo que acabo de describir es muy simple:

A mí me gustaría que el mismo énfasis que le están poniendo a Tomasito se lo pongan a los criminales; porque mientras a este muchacho se lo aniquila mediante el cuarto poder y el pensamiento colectivista de moda por haber hecho una tontería, el asesino de Micaela García llamado Sebastián Wagner (por ejemplo) estaba en libertad cuando violó y mató a esta chica gracias a ciertas maniobras mal llamadas garantistas.

Si tuviera que profundizar aún más, puedo decir que este Feminismo berreta importado de los Estados Unidos y financiado por la International Planned Parenthood Federation (IPPF) es CÓMPLICE de cada violación y feminicidio; porque con la ayuda de los medios hegemónicos, pone el ojo en Tomasito Vidal y no en Sebastián Wagner.

Por si a alguien se le ocurre refutarme lo que estoy diciendo, advierto que estoy hablando con datos. En Argentina, desde que se formó el colectivo Ni Una Menos en el año 2015, la cifra de mujeres asesinadas aumentó a casi el doble. Y me estoy basando en los números que brindó el propio colectivo. Esto lo pueden chequear en su sitio web.

No solo no han solucionado ninguna problemática relacionada con las mujeres, sino que han quitado el foco de donde hay que ponerlo.

Con respecto a la Universidad Siglo XXI, es REPUGNANTE cómo se lavan las manos y se arrodillan ante la corrección política. Si las autoridades de esta universidad se jactan tanto de tener valores, entonces enséñenlos y transmítanlos bien; porque Tomás es un alumno graduado de ustedes. Él ha pasado varios años tomando sus clases. Por lo tanto, ¿en dónde está esa educación de la que tanto se enorgullecen, si ésta no se refleja en las acciones de sus alumnos? HÁGANSE CARGO, en vez de tirarle todo el peso a un pobre idiota. Ustedes también son partícipes.

Por último, hago esta pregunta:

¿En dónde va a hacer Tomasito esta imbecilidad del curso de género?

¿En la misma universidad que lo educó durante años para que se disfrazara de asesinato?

Ok, dale. Sigamos haciendo todo mal que vamos bárbaro...

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