Dejen de promover el incesto

En un nuevo capítulo de "Normalicemos todas las desviaciones posibles", los medios hegemónicos nos traen una revolucionaria historia de amor protagonizada por un degenerado. 

Pero esta vez, los degenerados son dos.

Ana y Daniel están muy enamorados. Tienen dos hijos. Se quieren casar...

Y además son HERMANOS.

Sí. Siendo hermanos, estas dos personas tuvieron dos hijos, se aman y quieren casarse.

Y los portales argentinos de noticias plantean esto como el desafío de una pareja diferente. NO como una relación incestuosa.

Daniel, uno de los dos declarados, dice:

"Imagínate que te gusta una chica y, por una cuestión moral, te prohíben estar con ella… pues lo pasas muy mal".

Entonces, el portal remata:

"Pero de a poco decidieron dejar los prejuicios de lado, y la relación avanzó".

Supuestamente, los prejuiciosos somos nosotros, y no hay nada de malo en encamarte con tus hermanos/as. Somos nosotros los que estamos llenos de prejuicios.

Ana y Daniel dicen:

"La sociedad se rige por unas normas morales; y nuestra moral en el fondo nos impedía dar ese paso. Y es una tontería, ya que si lo piensas, nuestra relación es como cualquier otra, excepto por un libro de familia que dice que somos hermanos de sangre".

Claro. Acuérdense que en el Siglo XXI, la ciencia no existe más. Estamos de vuelta en el Medioevo. La ciencia se equivoca; y este caso se trata de una cuestión moral, de algo que simplemente aparece en un libro, al afirmar que estos dos individuos son hermanos. Y quienes están de acuerdo con dicho vínculo familiar son prejuiciosos.

Lo que más me gusta es la parte en la que el hermano de Ana dice que el noviazgo de ellos es como cualquier otra relación.

¿En serio?

Es la descripción MENOS INDICADA para referirse a una situación incestuosa. 

Omiten esto como si encamarte con tu hermana o con tu hermano fuese algo irrelevante, motivo por el cual nos dicen que la relación que mantienen es como cualquier otra, salvo por ese detalle.

Si quieren romper los prejuicios, ¿por qué no se encaman también con sus padres? ¿No los quieren? Encámense con ellos. Total, los prejuiciosos somos nosotros...

Esta promoción del incesto es tremenda, ya que en los últimos días, se vio un letrero en una universidad de Madrid, que es el siguiente:

Miren, si ustedes son unos desviados mentales, quieren cogerse entre hermanos, y tienen mambos sin resolver con su familia, eso a mí no me interesa.

Ahora bien, terminemos con la revolución de los desviaditos, y con esto de hacer de cuenta que los equivocados somos nosotros por una cuestión de corrección política.

BASTA.

La gente normal (y no lo digo de forma discriminatoria sino refiriéndome a la norma y al común denominador de la gente) quiere conocer a alguien que no sea su hermano/a; y desea formar una familia, un hogar. Así que el mambo lo tienen ustedes. Y es el mambo de "me quiero garchar a mi hermana", o "quiero abolir la familia porque mis papás no me quieren".

Resuélvanlo como puedan, o como hace la gente, que es yendo a terapia. 

Y DÉJENSE DE ROMPER LAS PELOTAS.

¿Qué es esto de "volteate a tu hermano para abolir la familia, porque el Capitalismo esto, el patriarcado lo otro, etc etc etc"?

Terminen con toda esta ensalada de doctrinas rarísimas, que promueve la Izquierda para usarlos a ustedes como herramientas. Hablo de esta agenda progresista que baja línea de Hollywood, Netflix, las grandes corporaciones y la clase política. O sea, una revolución de izquierda muy extraña.

Más allá de eso, resuelvan sus mambos como la gente grande. Ya son adultos. Si los vemos en una universidad, y son un tipo y una tipa que tienen hijos, es porque ya son mayores de edad. Así que basta de hacer de cuenta que los errados somos nosotros.

Y a los medios de comunicación, les digo una sola cosa:

Gánense el pan honradamente. Yo entiendo que para normalizar estos delirios, ustedes deben recibir un montón de guita de vaya uno a saber cuántas fundaciones de "filántropos". Pero ganarían mucha más guita si ofrecieran contenido de calidad o informaran bien a la gente; en lugar de hacer estas payasadas y estar operando todo el tiempo por unas monedas.