¿En qué consiste el nuevo acuerdo entre Argentina y el FMI?
Tras días y horas de angustia y alta incertidumbre, el gobierno argentino acaba de anunciar que se alcanzó un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Este acuerdo le impone relativamente al gobierno pocas restricciones a su política económica. Por su parte, los mercados también están festejando.
¿Pero en qué consiste este nuevo acuerdo?
Por el lado del FMI, dicho organismo se compromete a aportar la totalidad del dinero que Argentina le debe; es decir que por el período de los próximos 2 años y medio, el FMI le va a prestar a nuestro país los US$44.000M que le debía. Parece un trabalenguas, pero básicamente, el FMI le dice a la Argentina "te presto para que me pagues". Dentro de ese marco, la deuda no se extingue; pero en los próximos 2 años, Argentina no se tiene que preocupar por conseguir los fondos para cancelar la deuda con el FMI. En los anuncios que conocemos hasta ahora, aún no queda claro cómo y cuándo se va a pagar finalmente esta deuda. Pero sí sabemos que el pago se realizará después de 2024; y en un período de 10 años.
Este claro beneficio que el FMI le está ofreciendo a la Argentina no es gratis. Sin embargo, el pedido del FMI tampoco es muy exigente, ya que a cambio de este nuevo préstamo, Argentina se compromete a hacer dos cosas fundamentales.
La primera consiste en achicar año tras año el déficit fiscal. El Ministro de Economía, Martín "Sarasa" Guzmán, se propuso llegar en 2022 a una meta de déficit primario de 2,5% (un poco menos del 3,5% que preveía en su Ley de Presupuesto). Para 2023 y 2024, sugirió un déficit de 1,9% y 0,9% respectivamente. Y para los años posteriores a 2024, todavía no hay ninguna resolución.
El segundo requisito tiene que ver con la política monetaria, en donde se va a reducir la asistencia del Banco Central de la República Argentina (BCRA) al Tesoro Nacional, que fue de 3,7% el año pasado. En 2022, el financiamiento monetario ascenderá solo al 1% del Producto Bruto Interno. Para 2023, al 0,6%. Y en 2024, a una cifra cercana al 0%. Esto significa que se van a emitir menos pesos para financiar el desequilibrio de las cuentas públicas. Además el gobierno se compromete a que la tasa de interés supere la inflación, de manera tal que los ahorristas argentinos puedan quedarse en pesos y recibir algún retorno positivo en términos reales. Pensemos que hoy, un depósito en plazo fijo paga alrededor del 39% anual, mientras que la inflación es del 50%. Esto implica una importante suba de la tasa de interés.
Con respecto a la política cambiaria y tarifaria, no se han dado explicaciones.
Ahora bien, una de las preguntas que habría que formularse es cómo se va a conseguir este recorte del déficit fiscal. Como respuesta, el gobierno dice que el gasto público no va a bajar, y que al no estar encarando un programa de ajuste, el déficit fiscal se va a disminuir a través del crecimiento económico (se maximiza el PBI, y eso hará caer el déficit en términos porcentuales). Pero en mi opinión, yo ya escuché varias veces este cuento en los últimos años. De hecho, en eso consistía la receta que tenía pensada el gobierno de Mauricio Macri: "vamos a crecer, y el déficit se va a achicar". ¿Saldrá bien esta vez?
Obviamente que otra de las formas a través de las cuales se pueden alcanzar las metas fiscales es ajustando por el lado de los impuestos. Por ende, ¿estarán planteando en el gobierno un nuevo aumento de la presión tributaria? Esperemos que no, ya que eso ahogaría aún más al sector privado.
Asimismo, si el déficit primario propuesto de 2,5% del PBI va a estar acompañado de una emisión monetaria del 1%, podríamos preguntarnos cómo se va a financiar el restante 1,5%. Evidentemente, el gobierno va a estar apostando a tomar nueva deuda (interna) para financiar esta diferencia. ¿Pero a qué tasa lo va a poder hacer, si Argentina sigue con un riesgo país bastante elevado? Eso sin tener en cuenta que quienes se quejan de la deuda son los mismos que después nos endeudan.
No obstante, es necesario remarcar que en el anuncio de este programa, no se está sugiriendo ajustar a la clase política, que es la que vive de nuestros impuestos. Mucho menos se busca atacar la superestructura del Estado, como puede ser la cantidad de ministerios que lo conforman. Tampoco se habló sobre apostar por una economía de libre mercado ni por una apertura al comercio exterior.
Resumiendo:
Hay un nuevo acuerdo que le permite a Argentina posponer el pago de su deuda, a cambio de ciertos objetivos fiscales y monetarios de acá a los próximos 3 años.
Pero mientras no veamos un giro de 180 grados en la economía argentina, de la mano de reformas promercado, una flexibilización laboral y la firma de tratados de libre comercio con todo el mundo, el acuerdo no sería más que patear la pelota para adelante.
Esto puede funcionar solo de manera transitoria.
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