¿Qué es un discurso de odio?
¿Pero qué es exactamente el odio?
Odio no es más que un término actual para lo que antes era Blasfemia.
Nos remontamos siglos atrás, volviendo a aquellos años en los que el poder político-religioso lo tenía la Iglesia; y si alguien cuestionaba a dicha autoridad (o lo que ella dijera o decretara), estaba cometiendo un "delito de blasfemia". Era exactamente lo mismo. Y en 2021, tenemos a un poder político con una cierta narrativa, entonces, todo aquel ciudadano que cuestione a la autoridad está cometiendo un "delito de odio" ("hate crime", como le dicen en el primer mundo).
Como nos atrevemos a pensar distinto, a poner en duda lo que diga el poder de turno y no nos tragamos toda la BASURA que nos quieren meter en la cabeza los políticos y los medios hegemónicos de comunicación, somos tildados de "odiadores seriales".
Lo curioso es que aquellos repetidores de esta adjetivación medieval llamada "odiador" (antes "blasfemo") para todo aquel que desafíe a la autoridad política, como lo fue Galileo Galilei o Nicolás Copérnico, son los mismos que se creen la Izquierda Revolucionaria y progresista, que no hace más que una genuflexión al gobierno kirchnerista y el cuarto poder, que es el mediático.
"¿Cómo te atreves a decir que Dios no existe? ¿Cómo se te ocurre decir que los astros no giran alrededor de la Tierra? ERES UN BLASFEMO, UN MALDITO HEREJE".
"¿Cómo vas a cuestionar las medidas de Alberto en una manifestación pacífica y democrática, absolutamente amparada por la ley máxima que es la Constitución Nacional? ¿Cómo no apoyás al poder político y no te arrodillás a la autoridad? ¿Cómo te atrevés a hacer pensar a gente joven? SOS UN ODIADOR SERIAL, ESTÁS COMETIENDO UN DELITO DE ODIO".
Así es cómo te responden si decís algo que no te gusta de Alberto Fernández, Cristina Kirchner, las decisiones gubernamentales, la clase política, el colectivo de actrices que lucra plata con las mujeres violadas y asesinadas, etc.
Básicamente hoy vivimos en un Medioevo con Internet, y si esto fuera el cuadro de la Revolución Francesa, aquellos que se hacen llamar "izquierdistas", "progresistas", "viva la revolución, las minorías, la concha de su madre", ESTARÍAN SENTADOS BIEN A LA DERECHA del Presidente de la Asamblea, pidiendo que el Rey tuviera el poder absoluto y no se lo cuestione.
Y mientras tanto, aquellos que somos "fachos", "nazis", "arcaicos", "retrógrados", de "ultraderecha", estaríamos sentados a la izquierda diciendo que al poder de turno hay que cuestionarlo y las cosas tienen que cambiar.
Comentarios
Publicar un comentario