Libre Mercado vs. Socialismo
Pero cuando hablamos sobre Socialismo y Libre Mercado (que se le suele llamar Capitalismo, un nombre que los propios marxistas inventaron para criticarlo), siempre se plantea un Socialismo ideal, en el que se busca que todos seamos felices y tengamos igualdad de condiciones. Eso es algo imposible de llevarse a la práctica; y lo digo sin ignorar que el Capitalismo tiene sus defectos. No obstante, en cuanto a los datos históricos, yo no veo la utopía socialista plasmada en la realidad. Por eso es que cuando alguien quiere dar ejemplos de países socialistas que fracasaron, es común que un socialista responda que "eso no fue Socialismo auténtico"; y es allí cuando yo tomo en consideración el ideal utópico socialista, dado que éste no existe.
A diferencia del pensamiento de Marx y Engels, somos los liberales quienes mejor representamos la noción de que el amor debe llevarse como uno quiere, siendo esto parte del respeto del proyecto de vida ajeno. Para el Liberalismo, cada individuo debe tener la libertad de acostarse o casarse con quien quiera, y es libre de tener cualquier orientación sexual. Algunos referentes liberales que se manifestaron a favor de esto fueron Jeremy Bentham o John Stuart Mill. Ya en la década de 1870, Bentham decía que los actos homosexuales voluntarios no deberían estar prohibidos por la ley. Y en la década de 1850, Stuart Mill hablaba acerca de cómo salvar a los homosexuales de la opresión legal en el mundo inglés. Fueron los liberales quienes abogaron por estos derechos y la libertad. Lo que pasa es que cada vez que se menciona a los liberales, siempre nos reducimos al Liberalismo Económico. Pero personalmente, yo soy liberal en lo económico y en lo social. Por el contrario, respecto de la homosexualidad, en muchos países socialistas, el matrimonio igualitario no existe. Ni siquiera hay unión civil. En otros, hasta el día de hoy, la homosexualidad es tabú. Y tomo la homosexualidad como referencia porque esta es una bandera que los militantes socialistas levantan actualmente, sin conocer la historia del Socialismo, el Comunismo y sus fundadores.
A pesar de lo que expuse, yo admito que el Capitalismo tiene fallas y no solo virtudes. No voy a caer en fanatismos.
El Socialismo sería una suerte de Capitalismo de Estado en transición hacia el Comunismo. Pero aún así, no deja de ser Marxismo.
Sobre el protagonismo del Estado, dicho órgano es en cierta forma un monopolio que se termina beneficiando a través de impuestos que son legales. Esto significa que el Estado le está cobrando al trabajador para financiar servicios como salud, educación o seguridad de manera "gratuita", con lo cual el proletariado, al adueñarse del monopolio estatal, termina convirtiéndose en la misma burguesía. Para mí, es falso que el Estado sea de todos, ya que se alimenta de los trabajadores. Y que quede claro que yo no me opongo a estos servicios públicos. De hecho, soy liberal clásico. NO anarcocapitalista. Lo que sí pienso es que esto tiene que funcionar bien, a diferencia de lo que ocurre en Argentina, un país en el que el Estado nos brinda servicios públicos africanos. Además el Estado debe existir SOLO para eso; no para administrar empresas públicas, brindar subsidios económicos, etc. Es más, la educación, salud y seguridad otorgadas por el Estado no son gratuitas, sino que alguien las paga. Y es el trabajador quien pone el dinero. Tal es así que en estados supuestamente benefactores o con políticas similares a las del Socialismo (como Argentina), hay personas que son aptas para financiar su propia educación privada; y sin embargo, terminan siendo financiadas a través de los impuestos por personas que no tienen ni para comer. Entonces, vemos a personas de clases altas que van a la universidad pública y se las está pagando gente que la pasa mal económicamente. Pero para no irme por las ramas, yo sostengo que el Estado siempre está controlado por una burguesía (u oligarquía, como la llamo yo), porque siempre terminan siendo unos pocos quienes se benefician. Así que no creo que el Estado represente los intereses del trabajador en última instancia. Más bien el trabajador podría disfrutar de todo su salario sin que el Estado le quite un porcentaje del 50-60%, tal como sucede en los países socialistas (o comunistas, donde la cifra porcentual es aún más alta). Primordialmente, debemos recordar que en una economía de esta característica, hay un ente estatal decidiendo por uno; y en mi opinión, eso coarta las libertades, ya que implica apropiarse del proyecto de los individuos.
Con respecto a las ideas comunistas, hay una narrativa idéntica a la que escuchamos cuando se busca defender al Socialismo: se advierte no confundir a referentes como Vladimir Lenin o Iósif Stalin con el verdadero Comunismo, porque "esos no fueron comunistas". Pero lo cierto es que sí lo fueron; y nos estamos refiriendo a dictaduras. Si bien Fidel Castro había dicho que no era comunista porque "el Comunismo es la dictadura del proletariado y él se oponía a las dictaduras", este político se ha perpetuado en el poder durante 60 años. Una paradoja muy grande. Lo mismo pasa cuando mencionamos a otros países comunistas o socialistas, como Venezuela o Corea del Norte. Son regímenes que se convirtieron en totalitarios; y no podemos hacer de cuenta que no representan al Comunismo bajo el pretexto de que "se aplicó mal". Si hay una dictadura del proletariado tomando el monopolio del Estado, entonces dicho proletariado se va a terminar convirtiendo indefectiblemente en la burguesía y la clase dominante, transformándose en lo que jura combatir. Digo esto porque muchas veces se justifica al Comunismo diciendo que hay que basarse solo en lo que escribieron los referentes marxistas, argumentando que eso no se condice con las prácticas. Incluso si nos metemos en la cuestión cultural, uno de los fundadores esenciales del Marxismo (Friedrich Engels) se escribía cartas de conocimiento público con Karl Marx. En ellas, calificaba la homosexualidad como algo abominable y despreciable. También la describía como una monstruosidad moral; y usaba el término "homosexual" para desacreditar a sus adversarios ideológicos.
Su frase irónica era:
"Exterminad a los homosexuales y el fascismo desaparecerá".
Asimismo, este tipo de declaraciones catastróficas se han reflejado en los hechos de manera verdaderamente horrible. Por ejemplo, desde una postura cientificista, los propios Marx y Engels consideraban las prácticas homosexuales como aberrantes, fascistas, burguesas, etc. Científicamente hablando, planteaban que la única relación sana y moral que la Revolución necesitaba era la que se da entre un hombre y una mujer, siendo esa la única forma a través de la cual las personas pueden reproducirse, y por ende, la única forma de crear un proletariado más grande que tumbara al sistema. Entre estas declaraciones, Engels también comparaba la homosexualidad con la pederastia de la Antigua Grecia; y en muchas ocasiones, se refería a los homosexuales como pederastas. Por lo tanto, no podemos interpretar que esta ideología no iba a llevar inevitablemente a la criminalización de la homosexualidad, tal como se adoptó en el Art. 121 del Código Penal soviético. No se puede apartar la práctica del ideal, porque claramente, el ideal ha logrado que dichas prácticas abominables se concretaran.
Además hay que tener en cuenta que no fueron "algunos imbéciles" quienes implementaron mal el Comunismo, Marxismo o Socialismo, sino que en realidad, fueron LA MAYORÍA:
Pol Pot, Mao Tse-Tung, Iósif Stalin, Vladimir Lenin, entre otros.
Sus grandes regímenes han terminado en dictaduras atroces, se cargaron millones de muertos y generaron persecuciones a personas comunes y corrientes por el mero hecho de ser disidentes en tal o cual aspecto, como puede ser de índole sexual, política o religiosa. Sin ir más lejos, Mao Tse-Tung fue un genocida que mató aproximadamente a 80 millones de personas. Y digo "aproximadamente" porque había tantas muertes, que tiraban los cadáveres en fosas y no se sabe bien cuántos fueron. Pero para un comunista, aquel que no quiera ponerse una camiseta con la cara de él es un "ultraderechista malvado". Extraño...
Por otro lado, se suele debatir sobre la propiedad privada y los medios de producción. Según la teoría marxista, los medios de producción son los instrumentos o materiales que intervienen en el proceso de trabajo. Acá hay que tener cuidado y no estancarse 100 años atrás en el pasado, porque si bien es cierto que los Padres del Socialismo proponían la expropiación de los medios de producción y no de los bienes en sí, hay que remarcar que la casa, computadora, cámara o el teléfono celular de un individuo pueden ser sus propios medios de producción en la actualidad. Si una persona trabaja desde su casa (ya sea como home office, freelance, etc), filma videos o genera contenido en las redes sociales, está utilizando sus bienes como medios de producción, siendo éstos su propiedad privada. Por cierto, vale la pena agregar que es absurdo que un comunista justifique el uso de su Iphone diciendo que es propiedad personal, ya que al comprarlo, está alimentando a una corporación multinacional que tiene talleres de esclavos ilegales en Oriente, donde siete pobres chinos, que viven y duermen atrapados en un cuarto pequeño, fabrican teléfonos durante las 24 horas del día. Están esclavizados; o al menos, severamente precarizados. Como podrán ver, el Capitalismo tiene sus imperfecciones; y esta es una de ellas. En tanto, y como bien decía el referente liberal Adam Smith, la propiedad privada es todo. Por ende, pensar que la propiedad personal es distinta a la privada queda como un mito. En el Siglo XXI, los propios teléfonos pueden ser un medio de producción. Y si los tienen que expropiar, se decidirá quién es mejor que quién.
Sin perderme en los argumentos de mi nota, opino que el fracaso del Socialismo es moral y económico, motivo por el cual es importante discutir la moralidad dentro de este tópico. Por eso cuestiono a menudo los dichos de Engels, Marx, la forma en que se llevaron a cabo esas reflexiones, y cómo es que inexorablemente iban a terminar causando la criminalización de ciertos actos, ya sean disidentes o de una determinada orientación sexual o religión. Hay que reconocer que lo que dijeron los ideólogos terminó repercutiendo en el Código Penal, como puede ser el soviético o el chino.
Saliendo de ese debate, y ya entrando en el plano económico, puedo destacar los siguientes datos:
- La esperanza de vida en las economías liberales es de 80 años. En cambio, en donde predomina el Estatismo, es de 64 años:
- Para Marx, la dignidad no solo se daba por un bien moral, sino también por un bien material. Sin embargo, el ingreso per cápita en los países con más libertad económica es 8 veces más alto que en los menos capitalistas:
- La pobreza también se vuelve menor a medida que aumenta el grado de libertad económica. En los países más socialistas, el indicador de pobreza extrema es del 30,6%; y en los más liberales, es casi del 2%. En términos de pobreza moderada, el diferencial es aún mayor; 48,1% en el primer grupo contra 2,3% en el cuarto:
Como si esto fuera poco, hay incluso índices de felicidad, cuyos resultados son muy similares a los ya mencionados en materia económica. Dichos índices se confeccionan a través de investigaciones; y las razones que hacen que una sociedad sea feliz se sustentan básicamente en factores como la expectativa de vida y el ingreso per cápita. Al fin y al cabo, lo que más queremos en una sociedad es que seamos felices; y de eso se trata el bienestar del ser humano.
A pesar de lo que expuse, yo admito que el Capitalismo tiene fallas y no solo virtudes. No voy a caer en fanatismos.
Pero si nos basamos en los números, no caben dudas de que más libertad individual significa más expectativa de vida, ingreso per cápita, crecimiento económico y menos pobreza. Y por su parte, más dependencia del Estado y tendencia al Socialismo sugiere todo lo contrario.
Algunos ejemplos de países abiertos, que son modelo en el mundo, pueden ser los nórdicos (como Noruega), a los cuales los socialistas suelen aferrarse sin saber que hoy están reduciendo su nivel de intervencionismo estatal y tienen mucha mayor libertad económica que otros; figurando en el top 30 de los países más libres.
Hay realidades y números que nos llevan a concluir que cuanto más libertades tengamos (con los errores y desaciertos que eso implica), mejor se vive.
Las condiciones para que el Liberalismo funcione exitosamente en una economía y las empresas privadas puedan competir son las siguientes:
- Libre comercio con el resto de los países.
- Un tipo de cambio razonable.
- Bajo gasto público, Estado pequeño e impuestos pagables.
- Flexibilidad laboral.
Para cerrar, me gustaría traer a colación una frase que dice así:
"Es muy fácil ser comunista en un país liberal; pero es imposible ser liberal en un país comunista".
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