El papelón del cumpleaños en Olivos
El acontecimiento de la semana pasada fue sin lugar a dudas un auténtico ESCÁNDALO POLÍTICO.
La filtración de la foto del cumpleaños de Fabiola Yáñez, la pareja del Presidente Alberto Fernández, festejado el 14 de Julio de 2020 en la mismísima Quinta de Olivos junto a otras diez personas, es la gota que rebalsó el vaso.
Para empezar, estamos en presencia de un hecho que ha conmocionado a la sociedad argentina; por más que algunas personas que apoyan al gobierno lo consideren una simple reunión o juntada.
Desde luego que doce personas adentro de una casa festejando un cumpleaños es algo absolutamente normal. Pero el problema es que esta imagen involucra JUSTAMENTE a quienes le habían impuesto a todos los habitantes de la Argentina que tenían que quedarse en sus casas; porque si no obedecían con dicha regla, estaban contribuyendo a una enfermedad terriblemente mortal. Para colmo, Alberto Fernández también estaba festejando el cumpleaños con Fabiola dentro de la quinta presidencial; así que indudablemente esto ya es algo que supera todos los límites.
A raíz de la polémica, algunos militantes kirchneristas intentaron justificar la imagen (en la cual el único que se mantiene aislado es el pobre perro Dylan) diciendo que en realidad, Alberto no estaba violando tanto las normas porque en aquellos meses, el país ya estaba en otra fase; y ésta no implicaba una cuarentena rígida.
Pero si revisamos los datos del boletín oficial, veremos que durante el mes de Julio de 2020, estaba vigente el decreto que se llamaba Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO):
En este decreto, algunos artículos importantes son el Art. 4, que decía que en gran parte del país, podía regir el Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO):
Si esto hubiera estado vigente para la zona del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que es donde está la Quinta de Olivos, la falla de la foto hubiese sido menor al haber solo una o dos personas más (aunque hubiera implicado también un papelón).
Sin embargo, el 14 de Julio de 2020, la zona del AMBA, que estaba excluida del DISPO, se encontraba incluida en el ASPO:
Esto significa que el propio Presidente, que le prohibía a los 14.000.000 de habitantes que viven en el AMBA realizar siquiera algún tipo de reunión, estaba festejando el cumpleaños de su esposa con diez invitados alrededor.
Para saber más, acá les dejo el enlace del decreto:
La noticia fue tan impactante que hasta hay funcionarios oficialistas que están desconsolados, al igual que periodistas como Víctor Hugo Morales, quien había dicho que la oposición le parece un "mamarracho", pero que en esto tiene razón. Incluso el economista keynesiano Agustín D'atellis, en el programa de televisión que conduce en Crónica TV, criticó al gobierno de manera tal que parecía Luis Majul. De hecho, invitó a un abogado constitucionalista para hablar de la posibilidad de iniciarle juicio político a Alberto. El abogado le decía que tiene que presentarse a la Justicia y hacer una defensa de su situación. A su vez, Santiago Cafiero, el Jefe de Gabinete, dijo que esto había sido un error. Sus declaraciones fueron prácticamente iguales a las de Alberto.
La pregunta que quiero hacer es la siguiente:
¿Esto fue un error o un delito?
Recordemos que el planteo consistía en que a cualquiera que violara la cuarentena o alguna de las normas dispuestas por el gobierno para enfrentar al COVID-19 le cabía un castigo dentro del Código Penal por diseminar el virus.
Por otro lado, pienso que las medidas fueron tan ridículas y desproporcionadas que ni siquiera debieron existir. Desde el año pasado que yo venía sosteniendo que iban a fracasar. Particularmente, por las consecuencias inevitables que iban a traer en la economía argentina.
Pero al margen de dicho cuestionamiento, acá lo más grave es que si la persona que incumple con el aislamiento es ni más ni menos que el PRESIDENTE DE LA NACIÓN (aquel que paradójicamente sanciona los decretos), entonces acá hay una inmoralidad y una falta de códigos tremenda. Ni hablar de la ejemplaridad.
A diferencia de las críticas que recibió Alberto por parte del oficialismo, hubo otras reacciones de este sector que fueron totalmente paupérrimas, y que merecen ser traídas a colación. Por ejemplo, Cafiero no solo dijo que esto se trató de un error, sino que además declaró lo que figura aquí debajo:
Hace cinco minutos, nos decían que incumplir un protocolo, un decreto, el aislamiento, el distanciamiento, o la poronga que sea, era SINÓNIMO de ser prácticamente un asesino en potencia.
Ustedes mismos amenazaban a la gente, advirtiéndole a los ciudadanos que si asistían a una marcha en el Obelisco (y no para divertirse en una fiesta, sino para reclamar por sus derechos constitucionales), no pidan después un respirador. Los tildaban de "anticuarentena", "odiadores seriales", "instigadores al odio".
Clausuraron bares, gimnasios, tiendas de ropa, etc.
Le quitaron la presencialidad a las escuelas.
Desaparecieron y ejecutaron gente en democracia: Luis Espinoza, Facundo Astudillo Castro, Franco Maranguello, Florencia Magalí Morales, entre otros.
Se instaló el término "Fiesta clandestina".
Y puedo seguir...
Lo que ocurrió en Olivos fue precisamente eso: una fiesta de cumpleaños al margen de la ley.
Para el gobierno actual, las reuniones sociales eran ilegales; y había que cumplir con el decreto a rajatabla.
Entonces, no me vengan ahora con la PELOTUDEZ de que "no es para tanto", "el Presidente no jodió a nadie".
En todo caso, al fin se dieron cuenta; porque eran justamente USTEDES los que le decían a los demás que jodían a alguien si organizaban un evento de esta característica.
Le taladraron la cabeza a la gente que hacía su vida normal, a los jóvenes que querían salir con sus amigos, a los familiares que querían juntarse a comer un asado, reiterándoles que si hacían eso, iban a matar a sus abuelos. Ahí no era "bueno, si hacen eso no pasa nada; es una pavada"; ASÍ QUE CHUPAME BIEN LA PIJA, CAFIERO. Y DE PASO, ANDATE A LA REPUTA QUE TE PARIÓ.
No se dejen engañar. La cena de cumpleaños en Olivos NO es "algo que no jode a nadie". Al contrario. Es un acto de gravedad institucional de un tamaño gigantesco; un comportamiento enormemente obsceno.
Y si en verdad el Presidente no jodió a nadie, entonces tampoco jodía a nadie el tipo que quería ir al funeral de su tío (en vez de despedirlo por Zoom), el que quería salir a trabajar, o la chica que también tenía pensado reunirse con sus amigas a festejar un cumpleaños.
Como si todo esto fuera poco, aparecieron reacciones aún PEORES que las de Cafiero.
Por ejemplo, la periodista María Seoane publicaba en Twitter lo que se observa a continuación:
Y no tan solo eso, ya que esta señora justificó la foto diciendo que nadie se contagió de una enfermedad mortal. Bueno, ya era hora de que miraran las estadísticas; porque si bien el virus es potencialmente mortal y tiene una tasa de letalidad muy elevada en ciertos grupos etarios de la sociedad, para otros implica un riesgo bajísimo de muerte. Esto está avalado por las cifras oficiales de la Ciudad de Buenos Aires. Pero eran LOS PROPIOS OFICIALISTAS los que decían que esto era tan terrible que había que encuarentenar toda la economía y prohibirle a la gente su forma de vivir, bajo el argumento de que supuestamente estaban protegiendo la vida.
En cuanto a la comparación que hace Seoane con la deuda que tomó el gobierno de Mauricio Macri al decir que ésta fue peor que la reunión que se dio a conocer, vuelvo a decir "al fin se dieron cuenta"; ya que a través de estas declaraciones, el Kirchnerismo está reconociendo que la economía debe estar por encima de la salud; a diferencia de todo lo que nos estuvieron repitiendo a lo largo de varios meses en los que nos tuvieron encerrados en nuestras casas. Seoane: bienvenida al grupo de los que decíamos que Salud y Economía son dos caras de una misma moneda...
Quizás ustedes sean muy chicos para recordarlo, pero acá hubo una falsa dicotomía a la que nos terminó llevando el gobierno de Alberto Fernández, al pretender desconectar la cuestión sanitaria de la económica. Por cierto, en los primeros días del ASPO, Alberto decía que prefería tener 10% más de pobres en lugar de 100.000 muertos por coronavirus. No conforme con eso, terminamos con 15% más de pobres y una cantidad de muertos superior a la ya mencionada.
Otro pretexto similar es el que puso La Cámpora, al acordarse de la foto de Macri con Christine Lagarde, la ex-directora del Fondo Monetario Internacional (FMI). Para esta agrupación kirchnerista, dicha imagen le parecía peor que la de Alberto y Fabiola.
De vuelta lo mismo: ¡Bienvenidos muchachos! ¡Claro que la economía es más importante!
Aún así, en la economía también hicieron todo mal; porque la cantidad de comercios que cerraron durante la "gestión de la pandemia" fue de 90.000, según la Cámara Argentina de Comercio (CAC). Y una cosa no quita la otra, porque durante el gobierno de Macri, hubo un cierre de empresas equivalente a 24.505, según la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), mientras que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) afirma que en menos de media década, bajo los cuatro años del Macrismo, el PBI cayó un 1% por año. Un desastre. Nadie afirma lo contrario.
Ahora bien, solo en el primer año de gobierno de Alberto Fernández, el PBI cayó un 9,9%. Multiplicó la caída casi diez veces. Este dato también es del INDEC. O sea que a pesar de llevar adelante todas estas medidas "protectoras de salud", los números fueron horribles. Es más, en 2020, el PBI mundial cayó más de la mitad que el argentino: 4,2%, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En materia inflacionaria, estamos conviviendo con la segunda inflación más alta de las últimas tres décadas. La cifra publicada por el INDEC en el mes de Julio muestra una inflación acumulada del 51,8%. Por ende, no estamos mejor con la actividad ni con la inflación. Tampoco hay una situación alentadora con el Dólar, ya que hoy por hoy, éste sigue siendo una preocupación. El Dólar Oficial cotiza a más de 100 pesos; mientras que el libre ronda los 180. Por eso no entiendo cómo es posible que los tipos que gobiernan puedan tener la caradurez de hacer comparaciones con la economía bajo los mandatos anteriores.
No traten de tapar el sol con la mano. Digan lo que digan, no hay mucho para mirar de ningún lado. Ni sanitaria ni económicamente.
Las medidas "antieconómicas", que presuntamente servían para preservar la salud, generaron resultados aún PEORES que las políticas económicas de Macri (que también fueron malas).
Y esta misma gente rompió con las normas que le fijó a toda la sociedad, con una deshonestidad verdaderamente inentendible.
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