Aborto (opinión personal)


En los últimos tres años, estuve leyendo comentarios sobre el aborto por parte de gente que confunde la despenalización con la legalización, y me gustaría aclarar la diferencia.

Yo debo ser uno los pocos que se manifestaron públicamente a favor de la legalización aún cuando no existía el famoso pañuelo verde a principios de 2018, casi nadie se animaba a hablar sobre el tema, y varias personas que conozco estaban totalmente en contra en ese momento y no pensaban de la misma forma que ahora.

Despenalizar el aborto significa que ya no sea considerado un delito en el Código Penal, pero esto no combate el mercado negro que se dedica a practicar abortos. Al despenalizarlo, cualquier mujer que decida practicarse un aborto sabe que no va a ir presa, pero esto no resuelve la problemática de que una chica con tres semanas de gestación vaya al hospital y el médico sea un hijo de mil puta que le pida volver dentro de cuatro meses, y entonces se realice el aborto cuando la criatura probablemente tenga el sistema nervioso desarrollado. Eso es lo que hace el mercado negro: se aprovecha de la desesperación de las mujeres teniéndolas meses esperando. Y desde ya que las condiciones sanitarias inseguras pueden derivar no solo en infecciones o lesiones sino también en la muerte de la mujer, que cuando aborta, termina desangrándose en el hospital. Científicamente, está probado que el aborto mal inducido, que se suele dar en la clandestinidad, es algo peligroso.

Por su parte, y asumiendo que a nadie le gusta que una mujer pase por una situación tan terrible y horrorosa como lo es abortar, los provida tienen que entender que la penalización llega tarde; o sea, a la mujer la penan cuando el acto ya está cometido. Con la penalización no se está sugiriendo erradicar el aborto, sino CASTIGARLO. Y para castigarlo, hay que esperar a que el hecho ya ocurra. 

Otro detalle no menor es que en los últimos años no ha habido registros de mujeres que hayan ido presas por haber abortado hasta 2020, que fue el año en el que se aprobó la ley en Argentina; por lo cual, en la práctica, el aborto ya estaba despenalizado para la mujer.

Sumado a esto, en 2017, el Estado llegó a gastar 1235 millones de pesos en combatir la clandestinidad únicamente en el mercado farmacéutico. Esto se debe a que en Argentina, la gran mayoría de los abortos son realizados a través de fármacos, y no necesariamente son quirúrgicos. Sin embargo, y aunque evitáramos que existan las drogas abortivas, las mujeres pueden abortar con un protector gástrico o muchos otros procedimientos diferentes; y por razones como estas es que aquellos que no apoyan la causa deben tener en claro que no alcanza con penar a los médicos y las medicaciones. 

Lo más importante a tener en cuenta es que el mercado negro no puede desaparecer solo con la despenalización del aborto; porque esto simplemente hace que deje de haber una ley que asuste a las mujeres, y que ni siquiera se suele aplicar. Para destrozar el mercado negro, es necesaria también la legalización. Si el aborto se legalizara, al mercado negro, que es quien se encarga de lucrar con el futuro bebé y la vida de las mujeres gestantes, lo exterminás, le cagás el negocio, lo sacás del juego; y todo el dinero que el Estado gastaba en perseguir a ese mercado ilegal lo puede destinar a la concientización sobre la profilaxis, la educación sexual integral (sin ideología de género), la distribución de los anticonceptivos en los hospitales, la organización de campañas en donde se advierta que el aborto no es un "derecho maravilloso", y la asistencia psicológica mediante la cual se suele convencer a la mujer gestante de que analice y piense bien antes de llevar a cabo la drástica decisión de abortar. Así es cómo funciona la legalización en los países europeos. No estoy proponiendo nada del otro mundo.

Y la educación sexual integral, que es imprescindible, debe consistir en educar sobre la biología sexual humana. Por ejemplo, explicando cómo se reproduce el ser humano. Dicha medida también debe incluir la prevención de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y los embarazos no deseados en niñas de catorce años, por poner algunos ejemplos. Hay que enseñar que si una pareja decide mantener relaciones sexuales, entonces debe cuidarse; y que aunque una mujer haya sido responsable, puede quedar embarazada de todas formas, ya que el método anticonceptivo pudo haber fallado. Ninguno es 100% efectivo.

Bajo este escenario, el aborto estaría legalizado sin clínicas abortistas clandestinas y con una sociedad educada sexualmente.

¿Yo estoy a favor de estas medidas? SÍ, YO ESTOY A FAVOR.

No obstante, me gustaría hacer algunas aclaraciones:

1) Como soy liberal clásico, no estoy a favor de que el aborto sea "gratuito", porque eso significa que debe ser financiado con los impuestos de la ciudadanía. Acepto que se lleve a cabo dentro del marco de la legalización, pero de forma paga.

2) Esta es una de las POCAS temáticas en las que estoy de acuerdo con el Feminismo Moderno. Basta con que lean mis otras notas al respecto. Incluso hay cuestiones sobre el aborto en las que también disiento con las feministas; aún estando a favor de la causa. 

Por ejemplo, así como se suelen decir frases ridículas dentro de la marea celeste, como "¿Para qué abren las piernas?", "el bebé abortado podía ser ingeniero", "un embarazo por violación es una bendición en medio de una desgracia", o "si se murió por un aborto clandestino, que se joda por abortar", también escucho a feministas proaborto decir cosas igual de absurdas; como "un embarazo no deseado es una enfermedad de transmisión sexual" (CLARAMENTE QUIENES DICEN ESO NECESITAN EDUCACIÓN SEXUAL YA), "si no tenés útero, no opines", "mi cuerpo no es una incubadora", o "aborto legal por si te sale Agustín Laje". Ni hablar cuando argumentan diciendo que el aborto va a acabar con la pobreza, como si estuvieran diciendo que los pobres no merecen nacer...

Es más, fíjense que los proaborto siempre le reclaman a los provida, que supuestamente están a favor de que la mujer gestante diera al bebé en adopción en vez de abortarlo, que sean ellos quienes salgan a adoptar a los chicos huérfanos que se encuentran en situación de calle, y se hagan cargo de darles techo y comida. Pero a los portadores del pañuelo verde nunca se les cruza por la cabeza la idea de tomar dicha iniciativa por su cuenta. Si alguien está en contra de esta "eugenesia elitista" de abortar a los pobres, entonces éste tiene que encargarse sí o sí de quienes carecen de dinero y son dados en adopción. Pero si alguien justifica este razonamiento perverso, prefiere quedarse sentado en el sillón de su casa y optar por la idea de que sean abortados antes de que nazcan. Hipocresía total. Por algo no vi a ninguno de ellos pedirle a los procuarentena que lleven alimentos o donen parte de sus sueldos para ayudar a aquellas personas que perdieron todo por el encierro durante la pandemia de 2020. La exigencia recae solo sobre sus disidentes. Además yo me pregunto: ¿En qué contribuye esto al debate? Lo que le están pidiendo a sus adversarios ideológicos no puede tomarse como una auténtica defensa de su presunta lucha. Parecería ser que solo les importa llevar la contraria, pero sin argumentar esta temática como corresponde, dada la falta de contenido real.

En definitiva, mi problema no es con la legalización del aborto en sí, sino con el ESTUPIDISMO que hay dentro de la marea verde. 

3) Me parece incorrecto llamar el aborto "interrupción voluntaria del embarazo", porque la interrupción significa detener TRANSITORIAMENTE la continuidad de una cosa ya empezada, pero que puede retomarse en el tiempo; y esto no es posible cuando una mujer decide voluntariamente que un período de gestación no se efectúe como tal. En este caso, lo que hace la mujer no es interrumpir un embarazo, sino anularlo; porque la anulación de algo sí implica suspender una acción de manera definitiva.

4) En el aspecto biológico, y más allá de mi postura, yo interpreto que la vida empieza desde la concepción; porque si bien es cierto que no es una persona lo que se encuentra dentro del útero de la madre ni tiene actividad cerebral, deben saber que estamos hablando de un conjunto de células. La teoría celular tiene dos postulados fundamentales. Uno de ellos explica que la mínima unidad de vida es una célula. El otro determina que toda célula proviene de otra de la misma especie. Esto significa que al desarrollarse, multiplicarse y dividirse, la primera célula embrionaria está viva. Y es parte de la especie humana porque proviene de la fusión del núcleo de los dos gametos: masculino y femenino. No solo eso, sino que además es totipotente; es decir, tiene la capacidad de dirigir el desarrollo total de un organismo. Y puedo seguir.

En primer lugar, yo digo esto para que quede bien claro que mi opinión sobre el aborto es absolutamente PERSONAL; y que no formo parte de ningún colectivo que está compuesto por individuos que tienen un pensamiento fabricado en serie.

En segundo lugar, hay muchas feministas mayores de edad, que hasta tienen formación universitaria, que están convencidas de que el aborto no es un crimen. Ese sector de la sociedad merece ser educado. Por lo tanto, ¿con qué recursos vamos a educar a la población si estamos persiguiendo a un mercado que existe gracias a la ilegalidad? En vez de restringir el aborto, mejor combatamos este mercado a través de la legalización, y utilicemos los recursos para realizar campañas concientizadoras y educar a esas chicas que están confundidas, haciéndoles saber que ABORTAR ESTÁ MAL. Parte de mi proyecto debe basarse en disuadir el aborto. Yo no apoyo la legalización para netamente contribuir en la cultura de la muerte. Al contrario. Lo que busco es invertir la opinión que está instalada hoy en día, donde hay mujeres que creen que abortar a sus propios hijos es un derecho.

A pesar de la ley que salió en Diciembre de 2020, el Estado no usa los recursos para lo que yo estoy sugiriendo. Indudablemente hay una agenda política de utilización de esta causa, pero no un cambio estructural de la cultura. El discurso político está completamente alejado de la disuasión. Y si no lo estuviera, entonces no estaríamos debatiendo esto, y seríamos todos conscientes de cuál es el valor de la vida, tal como lo afirma nuestra ley máxima al decir que la vida comienza desde la concepción. El plan del gobierno no tiene nada que ver con mi propuesta. Así como creo que hay que legalizar las drogas para acabar con el narcotráfico, que hoy tiene poder sobre políticos, propongo que hay que legalizar el aborto para administrar esos recursos una vez desmantelado el mercado negro, y con ellos educar a las personas ignorantes que aún en etapa adulta siguen pensando que un cigoto, un embrión, o un feto de NUEVE MESES no es una vida humana. Las chicas que abortan no saben que están matando; a diferencia de los homicidas, que saben lo que hacen. Yo estoy de acuerdo con los provida en ese sentido. ¿Pero qué proponen ellos para disuadir? Modestamente, yo estoy elaborando un plan para atacar el aborto antes de que suceda; contrario a lo que exigen ellos, que es la prohibición (que da lugar a la clandestinidad) o la penalización, que es equivalente a acudir al derecho penal para atemorizar a las mujeres una vez que ya tomaron la decisión de anular el embarazo. Si estamos penando el aborto, es porque ellas ya están abortando. Mi planteo consiste en educar ANTES de que el acto sea cometido, para que éste no se realice.

No puede haber una pena sin un delito previo cometido. Asimismo, la pena no previene el aborto. Menos que menos actualmente, que es cuando prevalece una cultura del aborto y no estamos para nada disuadidos. En vez de penalizar posteriormente, ACÁ HAY QUE PREVENIR DE ENTRADA. Y con la educación sexual integral, la disuasión, y el resto de las medidas, el aborto debe ser considerado una última opción; es decir, debe practicarse en caso de que todo lo descrito anteriormente no haya funcionado.

Aunque todas las personas se cuiden, van a seguir habiendo embarazos no deseados; así que la meta a alcanzar debería ser que la mínima cantidad de éstos se den por fallos de los métodos anticonceptivos y no a falta de los mismos. Por eso yo insisto con cambiar la manera de pensar respecto del aborto, que es algo crucial.

5) Legalizar algo no necesariamente hace que esto pueda perder gravedad. Por ejemplo, en Argentina, el alcohol es legal; y a nadie le cabe la menor duda de que ser un alcohólico es una cosa aberrante, horrible, y que a nadie le gusta. Igualmente, este es un gran debate que podemos dar en otro momento, y que es mucho más amplio de lo que uno imagina.

6) Sobre el riesgo de mortalidad materna, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que en los países donde rige la legalización, las muertes por aborto son casi inexistentes, dados los avances que se han hecho a lo largo de la historia. Por ejemplo, esto fue lo que sucedió en países como Rumania después de la legalización en 1990 (según datos del Ministerio de Salud de dicho país), y en Uruguay luego de impulsar esta medida en 2012 (según un informe de Agosto 2017 del Ministerio de Salud Pública de Uruguay).

7) En la mayoría de los países del mundo, y aunque resulte paradójico, la tasa de abortos bajó sustancialmente luego de la legalización.

Según la organización antiabortista más antigua de los Estados Unidos, NRLC (National Right to Life Committe), el aborto se legalizó en dicho país en el año 1973. Los abortos registrados en el primer año fueron de 744.610, según Guttmacher Institute, y 615.831, acorde al Centers of Disease Control and Prevention (CDC). Dichas fuentes afirman respectivamente que para 1996, la cifra anual ascendió a 1.360.160 y 1.225.937. Obviamente que este no es un dato alentador ya que ha habido una suba en la tasa, mas no una baja; pero hay que analizar las causas que se esconden detrás; porque si bien es cierto que tranquilamente pueden haber aumentos después de la legalización, la pregunta real tendría que ser por qué pasa esto. Y asumir que es por el mero hecho de que el aborto sea legal no es suficiente; porque de ser así, deberíamos observar dicho aumento en todos los países donde esta práctica se legalizó; lo cual no sucede. En países como Holanda, la tasa viene cayendo desde que el aborto dejó de estar prohibido. Así lo establece el Health and Youth Care Inspectorate (una institución gubernamental holandesa). Y en Rumania ha pasado lo mismo, según diversas fuentes internacionales. Entre ellas, el Departamento de Salud Pública de Rumania. Cabe destacar que gracias a la eficiencia de sus programas, Holanda también es uno de los países con menor tasa de embarazos adolescentes e infecciones de VIH (virus de la inmunodeficiencia humana).

En tanto, hay otros factores externos que también pueden influir en la tasa de abortos tras la legalización; como por ejemplo, el aumento de la densidad poblacional. En general, si ésta aumenta, la tasa de abortos puede tener el mismo comportamiento. Los datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aseguran que en Estados Unidos, entre 1973 y 1996, hubo un aumento poblacional de 29 millones de mujeres. Y por supuesto que parte de esa cantidad puede influir en la tasa de abortos. No conforme con eso, y pese a que sigue creciendo la población, Guttmacher Institute señala que la tasa de abortos anuales comenzó a ir gradualmente en bajada desde mediados de los 90 hasta la actualidad.

Adicionalmente, quiero decir que hay un estudio de Mymensingh Medical Journal, de Octubre de 2017, que demuestra que las medidas prohibicionistas no reducen los abortos; mientras que un estudio de The Lancet concluyó que en los países desarrollados en los que hay un mayor acceso a la educación sexual, anticonceptivos y abortos seguros, las tasas de aborto tienden a disminuir. Uno de los motivos por los cuales ocurre esto obedece a que si se reduce la tasa de embarazos no deseados (mediante la educación sexual), se reduce consecuentemente la demanda de abortos. Este último estudio citado admite también que en los países en desarrollo que cuentan con leyes más restrictivas y menos acceso a la prevención, las tasas se han mantenido estables. 

8) La legalización del aborto nos puede proporcionar estadísticas más certeras sobre las cifras de abortos. Con datos oficiales, podemos saber en qué zonas y a qué edades se practican más o menos abortos. Esta información sirve para estudiar posibles soluciones. Por ejemplo, si en la zona X de un país existe una mayor tasa de abortos en adolescentes, entonces allí se puede implementar un programa de educación sexual integral más estricto; y hasta otorgar condones en las escuelas que están ubicadas en la zona X.

9) Entender esta problemática no significa que tenga que estar a favor de que existan intereses extranjeros detrás, en donde hay fundaciones abortistas, como Casa FUSA en Argentina o la International Planned Parenthood Federation (IPPF) en varios países del mundo, que además se ha visto involucrada en casos de malapraxis y otros delitos, como la venta de preservativos de pésima calidad. Yo me opongo totalmente a eso; más si lo hacen metiéndole la mano en el bolsillo a la gente.

10) Cuando alguien dice que hay que legalizar el aborto porque ocurre, es común que alguien responda que con ese criterio, también hay que legalizar el robo, el asesinato, la violación y la pedofilia. Pero esa es una falacia de falsa analogía, porque el aborto legal no desestabilizaría a todo un país ni afectaría negativamente a la población, como sí lo haría legalmente la inseguridad. Son hechos completamente distintos.

11) Algunos extremistas provida me acusan de "abortero" por abogar por la legalización del aborto. 

No. Yo NO soy abortero. Abortero es quien aborta. Como Sara Winter, por ejemplo...


Y no es la única, porque hay muchas otras referentes de pañuelo celeste que también son "filicidas", como Patricia Sandoval. 

En el fondo, esta gente piensa igual que yo: no quieren castigar a la mujer que se practicó un aborto; solo que no se atreven a decirlo ni a pensarlo. Si realmente creen que la única solución es la penalización, entonces obren con el ejemplo y entréguense a la Justicia; en vez de documentar vanagloriosamente cómo es que haberse hecho un aborto las pudo convertir en acérrimas luchadoras provida...

12) Me gustaría aprovechar esta nota para desmentir una falacia por parte de algunos diputados izquierdistas, como el IGNORANTE de Nicolás del Caño, quien el mes pasado, había dicho que los liberales que se metieron en la política (como Javier Milei o José Luis Espert) defienden solo algunas libertades, excepto las de mujeres y homosexuales. 

En este punto hay que ser cuidadoso, ya que para empezar, Espert había dicho una vez que estaba a favor de la legalización del aborto:


Y no tan solo eso, porque si hiciéramos de cuenta que todos los liberales candidatos a diputados en Argentina están en contra de la legalización del aborto (lo cual es falso), no se puede deducir de allí que el resto de los liberales o libertarios tengan esa misma posición.

De hecho, si agarramos los datos, veremos que en una encuesta del sitio web iSideWith, en la que votaron más de un millón de personas, quedó claro que quienes se definen como libertarios están en un 71% a favor de esta medida:


Además, el 91% de los libertarios se muestra a favor del matrimonio igualitario.

Sé que no tiene nada que ver con la premisa de mi nota, pero vale la pena decirlo:


En otra encuesta, el 89% de los libertarios apoya la adopción por parte de parejas del mismo sexo:


En conclusión, es rotundamente falso decir que todos los liberales se oponen a la libertad individual de la mujer al decidir sobre su cuerpo y a la diversidad sexual.

Entre los referentes libertarios prochoice, puedo destacar a la politóloga Antonella Marty, el economista Juan Ramón Rallo, el periodista John Stossel, el economista Bryan Caplan, el político Juan Pina (del Partido Libertario Español), y muchos otros más.

Por un lado, acá es donde vuelve a quedar demostrado que la Izquierda está mintiendo, tal como lo hace habitualmente. 

Y por el otro, esto sirve para explicarle a la gente que dentro del Liberalismo, hay un debate muy profundo sobre el aborto; y que puede obviarse en figuras como Gloria Álvarez, Agustín Laje o Javier Milei. Los dos últimos que mencioné tienen una postura antiabortista, a diferencia de Gloria. Por ejemplo, Milei asume que el primer derecho a defender es la vida. Y ningún liberal tiene por qué usar el "liberalometro" y tildar de "liberprogre" a quienes coinciden con la idea de despenalizar/legalizar el aborto, o de "conservador" a aquellos que están en desacuerdo.

Para cerrar:

Quiero decirles que yo siento un gran aprecio por Gloria, Laje, Milei, Espert, y tantos otros referentes liberales o libertarios. ¿Eso significa que yo piense exactamente igual que ellos en todo? Por supuesto que no. Con las personas que nombré tengo coincidencias y también diferencias. Pero de eso se trata este movimiento del cual formamos parte. Cada uno de nosotros tiene su propio pensamiento, ya que JUSTAMENTE nos caracterizamos por no ser colectivistas.

En su defecto, los que quieran formar parte de un colectivo de pensamiento único que se pongan a levantar las banderas que vienen insultando desde hace bastante tiempo...

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