El lenguaje inclusivo es indefendible


Nota en un importante medio gráfico de la Argentina:

"Así es el lenguaje inclusivo, querides compañeres", dando a entender, por supuesto, que hay que utilizar la letra E en reemplazo de la O, porque la lógica consiste en que la E vendría a ser neutral, mientras que la O es una letra machista, heteropatriarcal, opresora.


Pero literalmente tres renglones después, esta neolengua se contradice y plantea que hay que decir "presidenta" y "estudianta" en lugar de "presidente" y "estudiante", porque la E (que antes era neutral al decir "todes") ahora se vuelve machista, heteropatriarcal y opresora.


Lo brillante no es que esta forma de hablar se contradiga apenas tres renglones después, sino que al lado mismo de la palabra "estudiantas" aparezca la expresión "todes".



En cuestión de segundos, la E pasa de ser machista, heteropatriarcal y opresora a volver a ser neutral...

ASÍ DE CONTRADICTORIA ES ESTA MODA. Así de la nada surgen estas bases para todo lo que intenta imponer un pequeño grupo de imbéciles que no sirve ni para crear sus propias pelotudeces.

También podría mencionar que ninguno de ellos sabe cómo decir "actores", "héroes" o "emperadores" en lenguaje inclusivo, entre otros ejemplos, con lo cual hasta nos encontramos con palabras que no se pueden expresar.

Yo me pregunto, ¿en qué momento nosotros, la gente normal, decidimos darle atención y autoridad a este conjunto de descerebrados?

Esta propuesta no es más que una llamada de atención de un grupo de millennials con cuentas de Twitter. En un principio, empezaron con @, porque en ella figura la O y la A. Nadie les hizo caso. No hubo turbas con antorchas pidiendo la muerte de quienes crearon el lenguaje inclusivo, entonces apareció el "todos y todas". Las turbas con antorchas tampoco se visualizaron. En consecuencia, intentaron hacerse notar con la X, por ejemplo, diciendo "todxs", que en la pronunciación vendría a ser "todes" pero escrito con X. Cualquiera puede decir que ya parecen unos tarados, pero hasta los gobiernos de derecha (o supuestamente de derecha) como el Macrismo, utilizaron el "todxs" en sus propias páginas oficiales de Internet. Asimismo, los progrebobos y tweetinfradotados no volvieron a encontrar las turbas con antorchas pidiendo la cabeza del creador del lenguaje inclusivo, entonces la nueva sugerencia fue decir "todes", con la E. Así lo decidimos. Y si no estás de acuerdo, sos un machista heteropatriarcal opresor. Queda claro que estos muchachos solamente buscan llamar la atención, porque el resto de la sociedad no avala estas estupideces.

Por otra parte, descargan su bronca con la Real Academia Española ya que no acepta este lenguaje esquizofrénico que cada cinco minutos cambia de un @ a una X, de una X a un "todos y todas", de un "todos y todas" a un "todes", y así sucesivamente. No millennials nenes de mamá y papá. La RAE no funciona así. Simplemente toma el lenguaje que nosotros utilizamos diariamente a lo largo de años, años y años, y lo agrega en los diccionarios para decir que tal palabra existe porque la gente la utiliza. No hay posibilidades de que inventen un lenguaje que algún ente regulador pueda tomar en serio si lo van a estar cambiando a cada rato, hay palabras que no se pueden definir, y encima tiene contradicciones cada tres renglones que se escribe o cada una palabra que se pronuncia.

Para ser más explícito, EL LENGUAJE INCLUSIVO NO TIENE PIES NI CABEZA.

Además es absurdo pensar que el masculino, dentro del lenguaje, invisibiliza a la mujer. Me parece completamente ridículo, porque con la misma lógica limitada de un chico de 2 años, mediante la cual la mujer reclama que "la O es machista", podríamos ofendernos los hombres y preguntarnos por qué las mujeres tienen su propio género a la hora de hablar, mientras que nosotros tenemos que compartirlo. En ese sentido, nosotros también podríamos considerar el lenguaje como sexista y misántropo; porque cuando uno dice "todas", sabe que se está refiriendo específicamente a las mujeres; pero cuando dice "todos", se puede estar refiriendo a cualquiera que se encuentre en el salón: hombres, mujeres y hasta animales, como si compararan al hombre con una mujer o con un perro.

Este razonamiento que yo hago es digno de una mente absolutamente paupérrima recién nacida con el intelecto de un frasco de mayonesa, pero es exactamente el mismo que utilizan los defensores del lenguaje inclusivo al decir "me ofendo porque la O me invisibiliza", como si además fuera algo gravísimo. ¿Qué es lo que te invisibiliza de la letra O? ¿Qué te hace? ¿Te pega? ¿Te lastima? ¿Te insulta? ¿Nos vamos a preocupar por eso o por la mujer que es golpeada todos los días por su marido en González Catán? ¿O por la mujer que no sabe si va a regresar sana y salva a su casa un sábado a la noche? ¿O el laburante que tiene que levantarse a las 5 de la mañana para ir a trabajar gran parte del día y llegar a fin de mes, entre tantas otras cuestiones? 

El lenguaje inclusivo es un tema de muy poca relevancia dadas las verdaderas problemáticas que estamos atravesando. Pero particularmente, el hecho de calificarlo como "machista" es algo completamente subjetivo; porque desde la perspectiva que yo acabo de mostrar, también se lo puede interpretar como hembrista. De todas formas, las dos justificaciones son IRRISORIAS. Ni hablar cuando los progresistas creen que un hombre que está en contra de esta estupidez es "discriminador", "misógino", "homofóbico", "transfóbico", etc. Después no entienden por qué los llaman generación de vidrio...

En síntesis, lo que está ocurriendo es una relativización del tema por parte de un determinado sector que se ofende por boludeces; por problemitas del primer mundo, mientras que las preocupaciones empiezan a ser totalmente elitistas, narcisistas, y sin ningún tipo de solución para las problemáticas REALES que sufrimos todos en la sociedad.

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