Las ideas de la libertad
En todos los países del mundo, la gente común de a pie espera del Estado cuatro elementos esenciales:
- Seguridad: consiste en defender a la sociedad de que no la asalten en la esquina de su casa, por dar un ejemplo.
- Justicia: el delincuente debe cumplir su condena sin salir de la cárcel fácilmente, así no vuelve a cometer un asalto.
- Salud: al ciudadano tienen que atenderlo en un hospital brindándole un buen servicio.
- Educación: se tiene que dar una buena enseñanza en las escuelas primarias y los jardines de infantes.
La sociedad argentina sabe que todo esto tiene un funcionamiento espantoso, y sin embargo, cuando nos basamos en el último dato de 2019, nos encontramos con que el gasto público representa un 43% del PBI al sumar los tres niveles de Gobierno (Nación, Provincias y Municipios). Si los analizamos por separado, Nación gasta el 29%, mientras que en Provincias y Municipios, estamos hablando de un gasto que ronda el 14%.
Curiosamente, Nación está gastando más del doble de las Provincias, y aún así no presta ninguno de estos servicios públicos que la gente necesita. Sin dudas queda reflejado que el Estado crece y no paró de crecer por muchísimos años, y como el ciudadano común no está siendo beneficiado por el mismo, el único motivo del tamaño del Estado gigantesco obedece a la oligarquía política parasitaria, que gobierna en detrimento de la gente.
Cuando digo "oligarquía política", me estoy refiriendo a todos los partidos en general, y como sé muy bien que no va a faltar algún idiota diciéndome que soy un "antipolítica", le quiero advertir que está equivocado. En todo caso, soy un "ANTIPOLÍTICOS".
Por su parte, hace ya muchas décadas que las grandes empresas, PyMEs, microempresas, monotributistas, cuentapropistas, comerciantes y trabajadores se ven afectados por la presión impositiva, el impuesto inflacionario, el costo de capital (tasa de interés) y los costos laborales. Analizando algunos de estos problemas, la presión impositiva asfixiante proviene del Estado Nacional. La inflación, que es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario, está vinculada con el problema fiscal, porque es el BCRA quien emite cantidades ilimitadas de pesos para que el gobierno pueda financiar su déficit causado por el exceso de gasto público sobre la recaudación. Esto explica también el aumento del precio del Dólar Blue, porque como el dólar es un bien financiero, termina siendo el primero en dispararse. La deuda (que cayó en default ocho veces) es otro problema causado por el Estado, porque se utiliza como fuente de financiamiento del déficit en reemplazo del 100% de la emisión monetaria. Estos problemas se solucionan a través de la reducción de los impuestos y el tamaño del Estado, una flexibilización laboral y la apertura de la economía al comercio exterior para que las empresas compitan contra la producción importada, con lo cual los otros dos responsables son la clase empresaria, que se aprovecha del Proteccionismo Industrial que le otorga el gobierno de turno, y la clase sindical. Además el individuo debe tener la libertad de consumir toda clase de productos; de origen nacional o extranjero, sin que el gobierno cierre la importación; de la misma manera que no tiene que quedarse con los dólares que los exportadores generan a través de las retenciones.
Por supuesto que también hay que eliminar el cepo cambiario lo antes posible. No hay nada más antiliberal que un gobierno que le quita a la gente la libertad de ahorrar en la moneda que desea. Debería haber un mercado único y libre de cambios, sin la intervención del BCRA, algo que en Economía se conoce como Flotación Limpia. Con un gobierno responsable fiscalmente, el BCRA hará una política monetaria en defensa de la moneda local, y tarde o temprano, eso alentará la demanda de pesos en una economía sin restricciones cambiarias.
A lo largo de la historia económica, han existido tres corrientes liberales:
1) Liberalismo Clásico: se admite un conjunto de regulaciones al sistema. Los liberales clásicos creen que el Estado debería garantizar únicamente servicios esenciales como la Salud Básica, Educación Básica, Seguridad y Justicia, financiadas de un modo coactivo. El Estado no debería cumplir ninguna otra función. Cabe destacar que cuando digo Educación Básica, me estoy refiriendo solo a la Primaria, excluyendo la Secundaria. De hecho, pienso que la universidad pública hay que arancelarla. Y lo digo sin miedo.
2) Minarquismo: solo acepta Seguridad y Justicia.
3) Anarcocapitalismo: ausencia total del Estado e instituciones. Por lo general, este modelo es visto como una utopía.
Pero más allá de las diferencias internas, los liberales y/o libertarios tenemos que estar unidos, si es que en verdad queremos cortar con esta decadencia causada por el Populismo, ya sea durante los gobiernos peronistas, radicales, militares, o los últimos cuatro años de la gestión de Mauricio Macri. En materia económica, ninguno de ellos ha sido muy diferente respecto del otro. Por algo hace décadas que discutimos los mismos problemas de siempre: inflación, devaluación, cepo, default de la deuda, ajuste, tarifazo, impuestazo.
Mientras exista la falsa grieta entre el Kirchnerismo y el Macrismo, seguiremos por la pendiente de un país que no crece en el largo plazo, con caídas de la actividad económica, el PBI, y altos niveles de pobreza e indigencia.
Desde el punto de vista conceptual, la Constitución Nacional debería entrar en una carilla que respete la vida, la libertad, la propiedad privada, y proteja al mercado.
El mercado no es un enemigo, tal como nos quieren hacer creer aquellos que están en la vereda de enfrente al Liberalismo. El mercado es cooperación social, porque para venderle un producto a alguien, primero tengo que pensar qué es lo que esa persona necesita. Si no tomo en cuenta eso y el producto que le vendo no le sirve, entonces no me lo va a comprar voluntariamente, y por ende, yo no voy a ganar dinero. Asimismo, hay que poner las reglas para que la oligarquía política no avance sobre la libertad de mercado bien entendida, evitando esta legislación compuesta por más de 40.000 leyes que lo único que hace es quitarnos más libertad.
Con respecto a la teoría del monopolio, también nos están mintiendo. Por ejemplo, si una fábrica tiene el monopolio de la cerveza y hoy la vende a 20.000 pesos, entonces va a aparecer otra que la va a vender a 100 y le va a ganar el mercado. Esto es lo que ocurre en una economía en donde las empresas pueden ingresar o irse libremente. El mercado se acomoda solo.
Salvo que sea el resultado de la intervención estatal, un monopolio no tiene nada de malo. Si un productor se queda con todo el mercado, será por haber sido exitoso en satisfacer las necesidades de los individuos de una economía, ofreciéndoles un producto de mejor calidad a menor precio.
Se habla también de la concentración y la formación de precios; pero si ponemos como ejemplo un productor de vino, que está compuesto por la botella, etiqueta, uva, corcho, publicidad, etc, tiene incluso el monopolio y le carga un bruto margen, el precio del vino no valdría nada en una sociedad de abstemios. Lo mismo ocurriría con un vendedor de cubitos en la Antártida. Son las preferencias y la escasez lo que determinan el valor de las cosas, y en efecto, el nivel de los precios. Pero no la variación, es decir, la inflación.
En síntesis:
Curiosamente, Nación está gastando más del doble de las Provincias, y aún así no presta ninguno de estos servicios públicos que la gente necesita. Sin dudas queda reflejado que el Estado crece y no paró de crecer por muchísimos años, y como el ciudadano común no está siendo beneficiado por el mismo, el único motivo del tamaño del Estado gigantesco obedece a la oligarquía política parasitaria, que gobierna en detrimento de la gente.
Cuando digo "oligarquía política", me estoy refiriendo a todos los partidos en general, y como sé muy bien que no va a faltar algún idiota diciéndome que soy un "antipolítica", le quiero advertir que está equivocado. En todo caso, soy un "ANTIPOLÍTICOS".
Por su parte, hace ya muchas décadas que las grandes empresas, PyMEs, microempresas, monotributistas, cuentapropistas, comerciantes y trabajadores se ven afectados por la presión impositiva, el impuesto inflacionario, el costo de capital (tasa de interés) y los costos laborales. Analizando algunos de estos problemas, la presión impositiva asfixiante proviene del Estado Nacional. La inflación, que es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario, está vinculada con el problema fiscal, porque es el BCRA quien emite cantidades ilimitadas de pesos para que el gobierno pueda financiar su déficit causado por el exceso de gasto público sobre la recaudación. Esto explica también el aumento del precio del Dólar Blue, porque como el dólar es un bien financiero, termina siendo el primero en dispararse. La deuda (que cayó en default ocho veces) es otro problema causado por el Estado, porque se utiliza como fuente de financiamiento del déficit en reemplazo del 100% de la emisión monetaria. Estos problemas se solucionan a través de la reducción de los impuestos y el tamaño del Estado, una flexibilización laboral y la apertura de la economía al comercio exterior para que las empresas compitan contra la producción importada, con lo cual los otros dos responsables son la clase empresaria, que se aprovecha del Proteccionismo Industrial que le otorga el gobierno de turno, y la clase sindical. Además el individuo debe tener la libertad de consumir toda clase de productos; de origen nacional o extranjero, sin que el gobierno cierre la importación; de la misma manera que no tiene que quedarse con los dólares que los exportadores generan a través de las retenciones.
Por supuesto que también hay que eliminar el cepo cambiario lo antes posible. No hay nada más antiliberal que un gobierno que le quita a la gente la libertad de ahorrar en la moneda que desea. Debería haber un mercado único y libre de cambios, sin la intervención del BCRA, algo que en Economía se conoce como Flotación Limpia. Con un gobierno responsable fiscalmente, el BCRA hará una política monetaria en defensa de la moneda local, y tarde o temprano, eso alentará la demanda de pesos en una economía sin restricciones cambiarias.
A lo largo de la historia económica, han existido tres corrientes liberales:
1) Liberalismo Clásico: se admite un conjunto de regulaciones al sistema. Los liberales clásicos creen que el Estado debería garantizar únicamente servicios esenciales como la Salud Básica, Educación Básica, Seguridad y Justicia, financiadas de un modo coactivo. El Estado no debería cumplir ninguna otra función. Cabe destacar que cuando digo Educación Básica, me estoy refiriendo solo a la Primaria, excluyendo la Secundaria. De hecho, pienso que la universidad pública hay que arancelarla. Y lo digo sin miedo.
2) Minarquismo: solo acepta Seguridad y Justicia.
3) Anarcocapitalismo: ausencia total del Estado e instituciones. Por lo general, este modelo es visto como una utopía.
Pero más allá de las diferencias internas, los liberales y/o libertarios tenemos que estar unidos, si es que en verdad queremos cortar con esta decadencia causada por el Populismo, ya sea durante los gobiernos peronistas, radicales, militares, o los últimos cuatro años de la gestión de Mauricio Macri. En materia económica, ninguno de ellos ha sido muy diferente respecto del otro. Por algo hace décadas que discutimos los mismos problemas de siempre: inflación, devaluación, cepo, default de la deuda, ajuste, tarifazo, impuestazo.
Mientras exista la falsa grieta entre el Kirchnerismo y el Macrismo, seguiremos por la pendiente de un país que no crece en el largo plazo, con caídas de la actividad económica, el PBI, y altos niveles de pobreza e indigencia.
Desde el punto de vista conceptual, la Constitución Nacional debería entrar en una carilla que respete la vida, la libertad, la propiedad privada, y proteja al mercado.
El mercado no es un enemigo, tal como nos quieren hacer creer aquellos que están en la vereda de enfrente al Liberalismo. El mercado es cooperación social, porque para venderle un producto a alguien, primero tengo que pensar qué es lo que esa persona necesita. Si no tomo en cuenta eso y el producto que le vendo no le sirve, entonces no me lo va a comprar voluntariamente, y por ende, yo no voy a ganar dinero. Asimismo, hay que poner las reglas para que la oligarquía política no avance sobre la libertad de mercado bien entendida, evitando esta legislación compuesta por más de 40.000 leyes que lo único que hace es quitarnos más libertad.
Con respecto a la teoría del monopolio, también nos están mintiendo. Por ejemplo, si una fábrica tiene el monopolio de la cerveza y hoy la vende a 20.000 pesos, entonces va a aparecer otra que la va a vender a 100 y le va a ganar el mercado. Esto es lo que ocurre en una economía en donde las empresas pueden ingresar o irse libremente. El mercado se acomoda solo.
Salvo que sea el resultado de la intervención estatal, un monopolio no tiene nada de malo. Si un productor se queda con todo el mercado, será por haber sido exitoso en satisfacer las necesidades de los individuos de una economía, ofreciéndoles un producto de mejor calidad a menor precio.
Se habla también de la concentración y la formación de precios; pero si ponemos como ejemplo un productor de vino, que está compuesto por la botella, etiqueta, uva, corcho, publicidad, etc, tiene incluso el monopolio y le carga un bruto margen, el precio del vino no valdría nada en una sociedad de abstemios. Lo mismo ocurriría con un vendedor de cubitos en la Antártida. Son las preferencias y la escasez lo que determinan el valor de las cosas, y en efecto, el nivel de los precios. Pero no la variación, es decir, la inflación.
En síntesis:
Si el Estado creció brutalmente en estos últimos 50 años a través de deuda interna, externa, impuesto inflacionario, aumento de la presión impositiva, y aún así fracasa en la educación, la salud (tenemos el sistema sanitario saturado), y casi la mitad de la población está en situación de pobreza, la conclusión es que los políticos de la Argentina nos han robado década tras década, además de que muchos de ellos han sido unos bestias.
Las pruebas están sobre la mesa. Y para terminar con esto, es necesario empezar a reemplazar a los políticos corruptos e inútiles por honestos y sabios.
Mi consejo es apoyar al Partido Libertario Argentina, que se formó hace apenas dos años y tiene la verdadera intención de cambiar el destino de nuestro país.
Les dejo el sitio web oficial, por si les interesa afiliarse:
https://www.partidolibertario.com.ar/
¡¡¡VIVA LA LIBERTAD CARAJO!!!
Las pruebas están sobre la mesa. Y para terminar con esto, es necesario empezar a reemplazar a los políticos corruptos e inútiles por honestos y sabios.
Mi consejo es apoyar al Partido Libertario Argentina, que se formó hace apenas dos años y tiene la verdadera intención de cambiar el destino de nuestro país.
Les dejo el sitio web oficial, por si les interesa afiliarse:
https://www.partidolibertario.com.ar/
¡¡¡VIVA LA LIBERTAD CARAJO!!!
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