Los países nórdicos no son socialistas
Muchas veces escuchamos a algunas personas decir que todo el mundo debería vivir en un sistema económico de corte socialista, y como la evidencia empírica muestra que aquellos países en los que se aplicaron este tipo de medidas fracasaron, recurren a Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia e Islandia como grandes ejemplos, porque allí supuestamente el Socialismo funciona sin ningún tipo de problema. Pero en realidad, ninguno de estos países es socialista.
Cuando nos referimos a los países nórdicos, estamos hablando de monarquías; pero si nos metemos en el plano económico, nos vamos a encontrar con datos que nos terminan de convencer más aún de que están errados.
A los liberales nos gustan los números, y de eso mismo se va a tratar esta nota.
Para empezar, las posibilidades de ascenso social en los países nórdicos son más aceleradas que en los países populistas. Asimismo, el Reporte 2020 del World Economic Forum sobre el Índice de Movilidad Social muestra en los cuatro primeros lugares a Dinamarca, Noruega, Finlandia y Suecia. Este índice plantea que a una persona que nace en una familia pobre en Dinamarca le llevaría dos generaciones alcanzar el ingreso medio, o tres en Suecia, Finlandia y Noruega, mientras que en Francia necesitaría seis generaciones, y nueve si nació en Brasil o Sudáfrica. El índice contempla la atención sanitaria, la educación, el acceso a la tecnología, oportunidades de empleo, etc.
Hasta acá no digo nada en concreto ya que no le estoy atribuyendo esto a ningún sistema económico en particular. Ahora bien, cuando muestre la siguiente gráfica, la nota empieza a tener otro color, ya que los cinco países nórdicos se encuentran entre los primeros 26 en el ranking del Índice de Libertad Económica de 2019, elaborado por la Fundación Heritage y The Wall Street Journal.
Como podrán ver, Islandia está en el puesto nº11, Dinamarca en el 14, Suecia en el 19, Finlandia en el 20 y Noruega en el 26.
Esto significa que, lejos de ser economías socialistas o con fuerte intervención estatal, son libres y abiertas, con baja cantidad de regulaciones (particularmente en el mercado laboral) y la protección de la propiedad privada más fuerte del mundo. En líneas generales, podemos decir que en estos países rige una economía de mercado, que se llevó adelante a través de exitosas privatizaciones de sectores estatales, desde las telecomunicaciones a la generación y distribución de electricidad. Incluso el servicio postal y algunos bosques también se han privatizado.
Laboralmente, los países nórdicos se encuentran entre aquellos que cuentan con leyes más flexibles:
No solamente eso, sino que el Índice Internacional de Derechos de Propiedad 2018 (IPRI) está liderado ni más ni menos que por Finlandia, y ubica a Noruega en el cuarto lugar. Suecia aparece en el puesto nº6 y Dinamarca en el 12. Recordemos que la propiedad privada es uno de los pilares de toda economía libre.
Por otra parte, Suecia, Dinamarca y Finlandia acaban de oponerse a fijar un salario mínimo para toda la Unión Europea porque ellos no lo necesitan; tienen negociaciones por sectores.
Otro hecho que poca gente conoce es que los países escandinavos bajaron en forma significativa su gasto público como porcentaje del PBI. Por ejemplo, Suecia, que en 1993 llegó a alcanzar un gasto público del 70,5% del PBI, lo bajó a niveles del 50% actualmente. Son 20 puntos menos de gasto; una baja realmente sustancial. A su vez, el gasto público de Finlandia llegó a ser del 64% del PBI, y ahora lo mantiene en el orden del 53%, o sea, 11 puntos menos, mientras que Noruega y Dinamarca lo redujeron del 56% al 49 cada uno.
Es más, cuando Suecia decidió llevar a la práctica un Estado de bienestar, incrementó la presión fiscal al 75% y quebró a fines de los 80, cuando en aquel entonces sí estaba bastante vinculado a las ideas socialistas. Fue precisamente por este motivo que se vieron obligados a reformar.
Y desde ya que en estos países tampoco existe la redistribución del ingreso al estilo peronista, donde se mata a las empresas para financiar los delirios populistas.
"A las escuelas no se les asigna un presupuesto fijo, sino que obtienen dinero en función de los estudiantes matriculados. Los padres por supuesto son libres de matricular a sus niños en donde quieran. Y desde luego que lo hacen en los colegios con mejores resultados. Esto se traduce en una constante y feroz competencia de colegios para ganar alumnos".
Y agrega:
"Mientras tanto, en Suecia y Dinamarca, ocurre prácticamente lo mismo que en Finlandia; se utiliza el modelo de cheque escolar, en el que al alumno se le da un bono para que elija en dónde matricularse, de modo que una vez más es el consumidor el que decide, y solo permanecen en el mercado las escuelas que prestan servicios que la gente quiere".
Obviamente que en un sistema de esta característica, EL IMPRESENTABLE DE ROBERTO BARADEL SE MORIRÍA DE UN ATAQUE DE NERVIOS.
En materia comercial, estos países apuestan fuertemente al libre comercio. Tal es así que en esta región, el arancel promedio para importar es del 5,3%.
Políticamente también es imposible vincularlos con el Socialismo, si tenemos en cuenta quiénes gobiernan allí. Nos encontramos con partidos de Centroderecha o coaliciones políticas que incluyen dichos partidos.
Incluso hasta podemos utilizar un argumento religioso para desmentir esta falacia, ya que el progresista promedio se caracteriza por pintar paredes con frases como "la única iglesia que ilumina es la que arde", sin saber que Dinamarca e Islandia están conformados por Estados confesionalistas, es decir, Estados que financian a la Iglesia. De hecho, cuatro de los cinco son bastante tradicionalistas y con mayoría religiosa (cristianos, luteranos, protestantes). Aunque esto no los vuelve liberales en ese aspecto sino más bien conservadores, también los aleja aún más del Socialismo. Por excelencia, el Liberalismo rechaza un Estado que le pague los sueldos a los curas, monjes, sacerdotes con los impuestos de la gente. Pero el Progresismo también se opone a esto con mucha más frecuencia; y no solo por una cuestión económica sino porque esta ideología no es nada amigable de las religiones. Mucho menos de la Iglesia. No podés venerar a estos países al mismo tiempo que proponés un Estado Laico. Es sumamente contradictorio.
Ni hablar de las feministas que abrazan al Socialismo, critican el "sistema patriarcal dominado por el hombre blanco heterosexual" y ponen como ejemplo a estos países, que son JUSTAMENTE los tipos más arios y blancos del mundo...
Conclusiones contundentes:
Los políticos populistas y progresistas nos bajan línea al mostrar a los países escandinavos como ejemplo de modelos socialistas, y esto se debe a que toman únicamente la carga tributaria excluyendo la diferencia que hay entre el Impuesto a las Ganancias que pagan las empresas (muy bajos) y las personas (muy altos), en tanto que en Argentina es toda la sociedad la que paga impuestos altísimos; Ganancias, IVA, Ingresos Brutos, Bienes Personales, Débitos y Créditos Bancarios, etc, para financiar servicios públicos que son propios del quinto subsuelo del desarrollo, en comparación con Noruega, Dinamarca, Finlandia, Suecia e Islandia. Por supuesto que tampoco nos brindan información acerca del resto de las variables económicas ya descritas (comerciales, monetarias, derechos de propiedad, etc), e ignoran la tendencia del gasto público, que ha caído muchísimo gracias a las reformas que introdujeron; particularmente Suecia luego de haber sufrido una crisis fiscal.
El Socialismo siempre ha sido un rotundo fracaso. Se lo considera al Capitalismo como un sistema genocida porque mata de hambre, pero si leemos la historia, nos vamos a enterar de que el registro de genocidio de hambruna más grande fue el ucraniano llamado Holodomor, impulsado por un sistema socialista en el Siglo XX. Siguiendo ejemplos más actuales, en África hay países verdaderamente pobres, como Mozambique, Etiopía o el Congo; Estados históricamente socialistas donde la gente SE MUERE DE HAMBRE. Otros países donde se puede reflejar este fracaso económico pueden ser Venezuela, Cuba, Corea del Norte o los comunistas en Europa del Este. Hablando del Comunismo, este sistema no solo causó hambre sino que se cargó a 150 millones de seres humanos a través de la violencia del Estado, como Rusia en 1917.
Para cerrar:
Si el Progresismo quiere copiar el modelo nórdico, debería adoptar una economía de mercado, privatizar, establecer una presión tributaria que estimule la inversión y, sobre todo, el llamado Gasto Social tiene que ser de primerísima calidad, NO una fuente de clientelismo político.
Lo lamento mucho, pero la realidad se los come crudos...
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