Era obvio que esto iba a pasar
Las creencias supersticiosas siguen vigentes en pleno Siglo XXI.
Finlandia presentó a la primera patinadora artística nacional transgénero del mundo, en la más reciente edición del Campeonato Europeo de Patinaje Artístico 2023, que se llevó a cabo en la ciudad de Espoo, del 25 al 29 de Enero. El evento ha vuelto a tener grandes actuaciones, y finalizó con la victoria de la rusa nacionalizada georgiana Anastasia Gubanova.
La patinadora transgénero se llama Minna-Maaria Antikainen.
Además de ser presentada, fue una de las encargadas de la inauguración del evento, junto a otras patinadoras.
La primera patinadora artística transgénero del mundo era un granjero de 59 años, que empezó a practicar patinaje a la edad de 50.
Obviamente que no hay manera de entender cómo es posible que esta persona haya llegado a ocupar semejante posición a través del mérito. 59 años no es precisamente la edad ideal para un deportista que llega a formar parte del evento más importante del continente europeo, en lo que es patinaje artístico.
Asimismo, y ya que estamos hablando de un hito histórico, vamos a ver cómo le fue a la primera patinadora artística transgénero del mundo.
Acá les muestro un video:
Como bien han observado, ocurrió lo que todos imaginábamos:
En su estreno, la primera patinadora artística transgénero del mundo (exgranjero de 59 años) se cayó durante la presentación y se dio un fuerte golpe, luego de estar tambaleando en la pista.
Este es el predecible resultado de priorizar los gustos sexuales por sobre la idoneidad.
Sin embargo, hoy en día, lo más importante no es saber patinar, sino que seas transexual o transgénero.
Que quede claro que estamos hablando del evento más importante de patinaje artístico a nivel continental.
Cuando yo vi el video, pensé que se trataba de una parodia. Pero es real.
Nos encontramos con la obvia consecuencia de primar la orientación sexual o la autopercepción de cada uno por encima de la capacidad, y estar haciendo esto de manera permanente.
En ese lugar, tendría que estar una patinadora profesional.
Pero no. Pusieron a un granjero de 59 años (que supuestamente aprendió a patinar cuando tenía 50) solo por ser trans.
Para formar parte del evento más trascendental de patinaje artístico de Europa, el gran currículum de esta persona consiste en que cambió de sexo...
Ahora bien, esto no es un "discurso de odio", "transfobia", etc.
Seguramente, existirán deportistas o atletas de todas las orientaciones sexuales o identidades sexuales, que sabrán hacer las cosas. Y no es el caso de este personaje.
Entonces, ¿por qué está ahí, inaugurando este evento y formando parte del mismo?
Insólitamente, la respuesta es que está ahí porque es una persona trans. Nada más.
No solamente no sabe patinar, sino que ni siquiera está en edad de practicar un deporte. Nos referimos a un sujeto de casi 60 años, que se tropieza, se mueve mal Y SE CAE AL PISO.
Pero a pesar de que no tiene nada que hacer ahí, participa de la competencia; porque hay que priorizar las ideologías y las políticas identitarias sobre la evidencia observable y la capacidad de cada uno. Esta es la famosa cultura de los cupos.
"¡Miren, tengo al mejor en esta disciplina, es un fenómeno! Hizo todos los méritos para llegar acá. También tengo al travesti con retraso y deficiencia mental. Pero hay que ponerlo al travesti porque es así cómo se lo incluye".
Además recordemos que la meritocracia no está bien vista, y se supone que el mérito está mal.
Por más que la transgénero no sepa patinar, hay que meterla igual en el Campeonato Europeo de Patinaje Artístico; porque es trans. Únicamente por esa razón. Y no solo tiene que patinar. También tiene que inaugurar el torneo.
Regresamos al Medioevo. Ya no importa la realidad o la evidencia observable.
De hecho, todos aquellos que observamos, identificamos y notamos que esta persona no sabe patinar (independientemente de cuál sea su orientación o identidad sexual), somos tildados de "odiadores reproductores de discursos de odio".
Portales como News.ESEuro acusaron de dar discursos de odio a quienes cuestionaran a la "excelentísima" patinadora finlandesa.
Ni hablar de la reacción de las redes sociales.
Particularmente, ese antro de niños con falta de figura paterna llamado Twitter, que explotó acusándonos de cualquier cosa por el mero hecho de darnos cuenta de que este granjero (que empezó a patinar como un amateur a los 50 años con todo el derecho del mundo) no está capacitado para inaugurar y participar de una ceremonia de un campeonato profesional de patinaje artístico.
Les guste o no, la patinadora transgénero y exgranjero es una persona con el físico de alguien que tiene 59 años, y aprendió a patinar hace apenas 9. Por lo tanto, es evidente que no está capacitado, que no tiene nada que hacer ahí. Está puesto por una cuestión ideológica. Punto.
"Como esta persona se viste como si fuera del sexo opuesto, debe ser una gran patinadora. Ideológicamente, yo tengo que creer eso".
Eso sin tener en cuenta que la gente que dice que una persona es transexual porque se viste como alguien del otro sexo es la misma que plantea que vestirse de determinado sexo implicaría perpetuar los roles de género. Esta ideología se contradice constantemente...
El punto es que si un individuo es trans, hay que incluirlo en cualquier lado. Aún en donde no corresponda.
Lo que nadie te cuenta es que al incluir a esta persona por el simple hecho de ser transgénero (lo cual también implica discriminación positiva), estamos excluyendo a una mujer cisgénero que seguramente tiene todas las capacidades que le permiten estar haciendo patinaje artístico en ese campeonato.
Fíjense el acto de misoginia que eso significa.
Hay una mujer que estudió, practicó y entrenó toda la vida para ser una gran patinadora y estar ahí. Pero le dijeron que no clasifica al torneo porque pusieron a un travesti de 60 años que se puso una pollera y no patinó nunca en su vida, ya que era un granjero que aprendió este deporte hace menos de 10 años.
¿Qué le explicamos a esa pobre chica que se quedó afuera de la competencia, del espectáculo, de la inauguración del evento más importante de patinaje artístico?
Igualmente, aclaro que esto no tiene que ver con la identidad sexual de la patinadora trans, sino con la utilización que hay detrás.
Hay mucha gente que se desvive practicando, entrenando, superándose día a día; para ser reemplazada por la cultura de la ley de cupos, en donde se pone a un travesti, a un homosexual, o a quien sea; con el fin de hacer sentir mejor y limpiarles la culpa de ser unos privilegiados y multimillonarios a quienes organizan estos eventos.
Y los que nos damos cuenta de esto somos "odiadores", así como en otras épocas éramos blasfemos.
"¿Te diste cuenta de que la Iglesia te miente, y que en realidad, esto no es un sistema geocentrista? ¡Sos un blasfemo, un hereje!"
"¿Te diste cuenta de que esta persona no puede patinar, y que en realidad, está puesta ahí por una cuestión ideológica? ¡Sos un odiador!"
En fin...
Estamos obligados a decir que ella es una gran patinadora para que no nos censuren ni nos denuncien.
Si no queremos ser odiadores, tenemos que hacer de cuenta que esta patinadora artística finlandesa es excelente y que simplemente tuvo un mal día, y que por sus cualidades extraordinarias, le tomó únicamente 9 años (no toda una vida) ser parte del evento más importante de patinaje artístico europeo; recién a sus 59 años de edad.
Digo esto para no ser tachado de hereje y blasfemo.
O como se dice hoy, de reproducir un discurso de odio...
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