El escalofriante crimen de Lucio Dupuy
El pasado 26 de Noviembre de 2021, un chico de apenas cinco años de edad llamado Lucio Dupuy fue brutalmente golpeado, torturado y asesinado por su propia madre (Magdalena Espósito Valenti) y la pareja de ella (Abigail Páez).
El médico forense que recibió el cuerpo de Lucio declaró que en su casi treinta años de profesión, jamás había visto semejante atrocidad.
Porque lo siguiente tiene que quedar claro:
El atroz crimen de Lucio es el resultado y el producto de un Femini$mo que durante años ha predicado que hay que matar a los hombres, con consignas como las que aparecen aquí debajo.
Así es cómo han sugerido el asesinato de los varones, porque teóricamente, el mero hecho de ser hombres los hace femicidas o violadores en potencia.
El padre de Lucio había advertido y denunciado sobre la violencia que el hijo sufría en su hogar por parte de la madre y la pareja; y hasta llegó a pedir la tenencia del chiquito, argumentando y alertando sobre el maltrato físico que su hijo soportaba. Pero la Justicia desoyó por completo. El Estado falló.
Ignoraron al hombre y le dieron la tenencia a la mujer, por más violenta que fuera y aún expresándolo abiertamente en sus redes sociales, dejando mensajes que incluso, implicaban que ella no quería tener hijos, que el suyo era un tormento, y recomendando a otras mujeres no ser madres.
Y acá es donde también van a tener que hacerse cargo varias personas sobre lo que han generado.
Las juezas neofeministas, los creadores de la perspectiva de género y las editoras de género en los medios de comunicación tienen en sus manos la sangre de Lucio, cuyo homicidio es la consecuencia de toda esta agenda promovida por dicha gente.
Que esto se sepa:
El crimen de Lucio ha sido promovido por un Feminismo violento, un colectivismo asesino, una ideología que sugiere el asesinato de los hombres, que supuestamente, son posibles femicidas o violadores.
Con respecto a la noticia, no solamente el padre de Lucio había hecho las correspondientes denuncias y advertencias, ya que la abuela del chiquito de apenas cinco años declaró que Lucio le decía hasta con precisión en dónde era golpeado por parte de su madre y la pareja de ella. El abuelo de Lucio avisó que la madre del niño extorsionaba a la familia y les decía que si querían verlo, tenían que pagar. Sí. Les cobraba dinero a sus propios abuelos y a su padre para poder ver a Lucio. Todo esto fue denunciado apropiadamente, pero al Estado no le importó.
Para la Jueza que le negó la tenencia al padre, el caso no tenía mucha perspectiva de género, tal como lo planteaba él y los familiares...
Como si esto fuera poco, la autopsia determinó que Lucio fue víctima de abuso sexual por parte de la madre y su pareja.
Además los vecinos escuchaban gritos, como "sacale la ropa y cagalo a palos". Lo desnudaban, lo mordían, lo quemaban con cigarrillos y lo golpeaban; hasta que un día, se excedieron Y LO MATARON DE UNA GOLPIZA.
Ahora bien, yo no voy a hacer una politiquería colectivista barata con esto. No voy a decir que "a los hombres nos matan por ser hombres", ni que "a Lucio lo mataron porque ellas son mujeres". Tampoco voy a decir que "ahora tengo miedo de que el día de mañana, mi futura esposa mate a mi futuro hijo". Voy a decir todo lo contrario. Muchos tienen que responsabilizarse y terminar con esta estupidez de la perspectiva de género; porque ha quedado más que demostrado que el relato se cayó, y que teníamos razón aquellos que decíamos "Nadie menos" en lugar de "Ni una menos". NADIE puede faltar. Ni una mujer ni un chiquito de cinco años.
Pongámosle fin a la perspectiva de la poronga, a las juezas neofeministas, a las editoras de género, y a toda esa locura.
Un crimen está mal.
Lo cometa un hombre contra una mujer, una mujer contra un hombre, un hombre contra un hombre, una mujer contra una mujer, un travesti contra un "no binarie", o quien sea contra quien sea.
Terminemos con el cuentito de los "feminicidios", "transfemicidos", "travesticidios", etc.
BASTA con esta pelotudez. Las militantes feministas asesinaron a su hijo. No hay vuelta que darle.
Y no me vengan con la propuesta absurda de que esto se arreglaría con aborto legal. Eso es imposible por varias razones:
1) El aborto ya es legal; y sin embargo, esta ley no pudo ser la solución.
2) La atrocidad cometida no se evita abortando a Lucio cinco años antes de matarlo.
3) Si a Lucio lo hubieran abortado, HOY NO SABRÍAMOS QUE ELLAS SON DOS ASESINAS, dos torturadoras, dos violentas. O en su defecto, lo sabríamos; porque podrían haber matado a otra persona y no a su propio hijo.
Así que vuelvo a repetir que se acabó la mentira.
Digamos "Nadie menos", y pongámosle punto final al verso de la perspectiva de género, que logró que el Estado hiciera caso omiso de las denuncias absolutamente bien fundamentadas por parte del padre del chico que hoy está muerto.
Recuerden, la violencia NO tiene género.
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