Ley de Presupuesto 2022

El gobierno argentino vuelve a perder una batalla.

Con 132 votos negativos, y luego de una jornada tensa, la Ley de Presupuesto 2022 ha sido desaprobada en la Cámara de Diputados.

El resultado de la votación es bastante lógico, ya que el Presupuesto es un mamarracho. No solo por las proyecciones que tiene sino también por la manera en la cual el gobierno pretende que se trate la ley más importante en materia económica, que es la que se sanciona todos los años en el Congreso.

En primer lugar, hay cuestiones que son irrealistas, y me parece absolutamente irresponsable seguir endeudando al país, tal como lo plantea el Presupuesto, donde se incluye un aumento de la deuda pública más grande y peligroso que el de Mauricio Macri. Después de esto, no quiero escuchar a ninguno de los caraduras de la clase política tradicional quejarse y diciendo que la deuda no se puede pagar. Si no quieren que esto pase, entonces no nos endeudemos.

En segundo lugar, este Presupuesto es una ridiculez porque llegó al Congreso el 15 de Septiembre; y sin embargo, lo terminan tratando unos días antes de Navidad.

El Presupuesto es un desastre en materia de endeudamiento, y tiene una manera de pactarse muy poco seria. Además el Presupuesto de cada año debería empezar a ser acordado al menos en Junio del año anterior. Deberían haber 6 meses de debate sobre el tema. En cambio, acá pretenden que esto se trate en 72 horas, y con diputados que asumieron hace menos de una semana. Incluso en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, al Presupuesto le agregaron 40 artículos. Lo que se plantea en el proyecto de ley significa un despilfarro de dinero de los contribuyentes para que se lo distribuyan entre los políticos. Al revés de lo que dijo Gabriela Cerruti, ser responsable implica rechazar este Presupuesto.

Por su parte, los diputados liberales han presentado un proyecto de ley que le impide al Kirchnerismo gobernar por decreto con el Presupuesto anterior cuando el del año siguiente no se termina aprobando. Acá tiene que pasar como en Estados Unidos. Si no se aprueba el Presupuesto, el gobierno se paraliza hasta que los representantes acuerdan algo razonable. Ese es un activo de su democracia. Acá hay que respetar las instituciones; por lo tanto, el Presupuesto de 2022 tiene que ser el de dicho año. Y debe pactarse de forma coherente. También hay que tener en cuenta que a la gente no se le tiene que romper la cabeza a impuestos, algo que hace la clase política tradicional.

Dadas las razones que acabo de describir, el Presupuesto es inaprobable por donde se lo mire, ya sea con o sin quorum. Proyecta una inflación anual de 33% y US$25.000M de déficit fiscal. ¿Quién te lo va a financiar? Con impuestos, emisión o deuda, es imposible. 

El Fondo Monetario Internacional no va a aprobar este Presupuesto bajo ningún punto de vista.

Llevamos 60 años de desastres fiscales que nos llevan a una crisis en promedio por década. Así que tarde o temprano, los políticos tienen que conectarse con la realidad.