¿Qué fue de la vida del Dólar?


¿Ustedes se dieron cuenta de que actualmente, los noticieros no ponen placas del Dólar Blue a 150 pesos, que es el precio al que cotizó este último viernes? 

Y no solo dejó de tratarse el tema del Dólar en particular. Ya ningún medio de comunicación habla de Economía. La orden es hablar del coronavirus y de salud. Solo buscan lavarte el cerebro y atemorizarte, tal como lo viene haciendo el gobierno desde hace más de un año.

Es más, hablando de economía, quizás ustedes sean muy chicos para recordarlo, pero el Kirchnerismo asumió la presidencia con un Dólar Comercial a 60 pesos, y en ese momento, el payaso con retraso madurativo de Alberto Fernández había dicho que a ese precio, el dólar estaba bien; mientras que en Mayo de 2021, estamos ya frente a un nuevo proceso de atraso cambiario por decisión del PROPIO gobierno ante un año electoral, aún sabiendo que esto es pan para hoy y hambre para mañana. Sin lugar a dudas que el Dólar Comercial, hoy a 98,50 pesos, lo van a mantener planchado todo el tiempo que sea necesario; particularmente, con la ayuda del precio internacional de la soja.

En relación al Dólar Blue, las predicciones son un poco más difíciles de llevarse a cabo. Por un lado, hay un cúmulo de restricciones en la economía, como la colocación masiva de Letras del BCRA para absorber pesos, las restricciones a la compra y venta de divisas, y el aislamiento obligatorio, que han contenido el precio del Dólar Blue, Dólar Tarjeta y Contado con Liqui. Pero el motivo por el cual se aplicó una política monetaria contractiva es porque se ha emitido una cantidad enorme de pesos para financiar un déficit fiscal que se mantiene alto, y obviamente que frente a ese escenario, los dólares libres pueden subir y ubicarse en los niveles del año pasado (180 o 190 pesos) en forma de "serruchos", es decir, subiendo y bajando; con inestabilidad. Más aún si a eso le agregamos la incertidumbre que genera la pandemia, el comienzo de las clases, las nuevas medidas restrictivas, etc. Y desde luego que esto puede tener algo de efecto en la tasa de inflación, que ya viene complicadísima.

Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), la inflación del año pasado fue del 36%. Para 2021, el gobierno puso en el Presupuesto una inflación del 29%. Pero lamentablemente, esto no va a ser así. La inflación puede llegar a ubicarse por arriba del 50%, que es aproximadamente el doble de la que figura en el Presupuesto de 2021, mientras que el salario promedio de un trabajador privado supera apenas los 70.000 pesos, con una canasta para una familia que está en los 60.000 pesos para no ser pobre. Con más razón, esperemos que durante este año la situación cambiaria pueda sostenerse, porque sabemos muy bien cómo puede impactar en los precios una fuerte devaluación de la moneda local en el corto plazo (empezando por los alimentos, ya que muchos son susceptibles de exportación) con un nivel de gasto público impagable y un fisco totalmente desequilibrado. 
De todas formas, esto es algo que tarde o temprano va a ocurrir, porque a lo largo de la historia, Argentina ha instrumentado diez trillones de cepos, y de todos ellos se ha salido de dos maneras: mal o peor.

Por su parte, se habla de una posible recuperación económica para este año, pero no hay que dejarse engañar. Es simplemente una cuestión estadística. Como en 2020 hubo un DERRUMBE FENOMENAL, el pequeño rebote técnico no va a sentirse en el bolsillo. Además hay que tener en cuenta la variable de la inflación, y que estamos siendo gobernados por un conjunto de inútiles e incompetentes que no saben optar por otra idea que no sea encerrarnos, al mismo tiempo que los casos diarios de coronavirus están explotando.

Por ejemplo, es demencial que este gobierno no esté pensando en liberar la importación de vacunas frente a tal situación de emergencia, o no decida encarar la situación con medidas como las que han tomado ya otros países del mundo, en donde la cantidad de muertes por COVID-19 son muchísimo más bajas y se vacunan a millones de personas. Nosotros, en cambio, estamos a punto de entrar en una crisis severa del sistema sanitario; tal es así que en el Área Metropolitana de Buenos Aires empieza a haber preocupación por la falta de oxígeno medicinal. No puede ser que luego de que se haya encerrado a la gente (por falta de testeos masivos) y destrozarle la vida económica, ahora no se esté vacunando a nadie.

Para colmo, vos quedás congelado, al igual que tu local, tu comercio, tu salario, tu trabajo, tu viaje de una ciudad a otra, la visita a tus parientes, la reunión con tus amigos, la despedida a tus seres queridos, etc. Pero mientras vos estás congelado, LA PELÍCULA SIGUE AVANZANDO; y se viene el tarifazo, el impuestazo, más inflación, mayor restricción crediticia para el sector privado, los movimientos del Dólar, etc.

Vos sos una foto. Ellos, la película. Y entre la foto y la película, hay cada vez más distancia. Se va ampliando. Y cuando la foto se descongela, tan atrás de la película, te volviste más pobre y miserable. 

A ese lugar es al que te están llevando.

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