El kirchnerista es un cabeza de termo


El kirchnerista es el famoso cabeza de termo. Es alguien que va a estar de acuerdo con cualquier cosa que le ordenen porque tiene alma de esclavo. Es una oveja; un pobre tipo sin cerebro ni mente propia, incapaz de pensar por sí mismo. No tiene alma ni espíritu.

En un principio, los kirchneristas militaban que trajeran la vacuna a la Argentina cuando aún no estaba corroborado si era apta para los mayores de 65 años, que eran el factor de riesgo principal.

Esto se podía justificar diciendo que dentro de poco tiempo, la vacuna iba a ser apta. Pero después de celebrar una vacuna que ni siquiera estaba probada, MILITARON QUE SE LAS ROBARAN PARA DARSELAS A SUS AMIGOS Y A SUS SIMPATIZANTES.



Y si hay algo que tanto caracteriza al kirchnerista promedio es que cuando le hacés saber algo que no le gusta, apela al típico "AH, PERO MACRI...". En cualquier debate o discusión.

Interpretan que solo existen dos alternativas políticas, que dicho sea de paso, no han sido muy diferentes en el aspecto económico. Pero para esta gente, da la sensación de que en la vida existen solo dos colores: blanco y negro.


El Macrismo podrá haber sido un muy mal gobierno y todo lo que quieran. Es más, yo siempre lo critiqué durante los cuatro años de gestión, y hasta les puedo mostrar las notas que escribí en aquel entonces. Pero por más que me vengan a hablar de cualquier expresidente o de tal o cual partido político que fracasó cuando gobernó, NADA DE ESO justifica el desastre que hizo Alberto Fernández en tan solo un año. 

Pero claro, los kirchneristas son así. Militan el robo de las vacunas y el "personal estratégico" luego de haber hecho todo un relato épico del vuelo, la salvación, y no sé cuántas otras estupideces; y además de justificar el robo a los ancianos, a tus abuelos, a tus viejos, hoy están reivindicando la polenta como un plato nacional y popular, después de haber votado el asado que les prometieron en campaña y nunca llegó.






Si hoy Alberto sale a decir que hay que militar las desapariciones que hubo durante el golpe militar del 76, le van a hacer caso. Y si les hace creer a sus votantes que no hubo ningún desaparecido en aquella época, también le van a dar la razón; porque así es el kirchnerista...

El kirchnerista no tiene ética, moral, códigos, ni valores. Por eso es que los mismos que decían "amigo de la yuta", "estudiá, no seas policía", hoy están militando la represión policial para quien viole el decreto anticonstitucional del aislamiento preventivo obligatorio. Aquellos que se quejaban de los "ratis", la "gorra", los "azules", hoy están denunciando al vecino que hace una reunión social con su familia en su propia casa, al que se quiere divertir haciendo una fiesta, al que quiere trabajar para darles de comer a sus hijos, y hasta PIDEN PENAS DURAS para quienes violen la cuarentena. Sí, los mismos que protestaban cuando Patricia Bullrich aconsejaba que estuviéramos documentados, y llamaban a eso "dictadura".

Mientras gobierna la gente a la cual ellos votaron, miran para otro lado cuando hay 92 desaparecidos y ejecutados por las fuerzas represoras del Estado; como Luis Espinoza o Facundo Astudillo Castro. 


Los kirchneristas aplauden cualquier cosa. Por ejemplo, en Junio de este año, estaban reunidos gritándole "asesina" a Soledad Acuña por abrir las escuelas; y un día después, estaban militando la apertura de las escuelas en la Provincia de Buenos Aires.



Solamente un kirchnerista puede apoyar un día una cosa y al día siguiente otra. 

¿Y saben por qué pasa esto? 

PORQUE ESTÁN ENFERMOS.



Los kirchneristas no se dan cuenta de las cosas que dicen. Son robots manejados a control remoto. 

Ellos esperan que les digan algo para repetir. No tienen pensamiento propio, y con esto se entiende por qué les asusta la libertad, por qué nos temen a nosotros, los librepensadores. 

Estos muchachos son inertes. No tienen neuronas. Son pobres lacayos del poder político, repetidores de un discurso lamebotas del gobierno de turno.

Perdón si estoy profundizando la grieta, ¿pero saben qué? La grieta es moral. Las personas como yo defendemos la libertad. En cambio, estos tipos defienden lo que los amos les ordenan; y eso es algo lamentable. De todas maneras, admito que también me da risa ver a gente autoproclamarse fanática de la polenta luego de haber hipotecado la patria por una tira de asado.

Y como se dejan rellenar la cabeza fácilmente, la oposición tendría que agarrar a todos los kirchneristas, lavarles el cerebro con cualquier mierda y decirles "no te preocupes, no necesitás pensar conmigo tampoco; YO TE VOY A ADOCTRINAR CON LA PIJA EN LA BOCA QUE QUIERAS COMERTE", y ahí captar votos. 

Estoy seguro de que esa sería una idea genial...

Comentarios