Los conservadores están confundiendo las cosas


En Mayo de este año, militantes del Partido NOS bandalizaron la bandera del colectivo LGBTI en la Ciudad de Buenos Aires.

Antes de dar mi opinión al respecto, acá les dejo el video para que puedan ver el acto ya mencionado:


La sociedad argentina está perdiendo la capacidad de análisis, porque da la sensación de que se están empezando a tratar estas temáticas de forma absolutamente extremista desde ambas ideologías.

Por un lado, el trabajo de quitarle la careta a los lobbys se ha hecho muy bien, porque hay que ser muy distraído para mirar Netflix y no darse cuenta de que ahora, todas las heroínas son lesbianas o todas las parejas protagonistas de las series son homosexuales. Está claro que hay una agenda progresista extravagante que por momentos roza el ridículo. Pero yo personalmente pienso que tarde o temprano, esto va a terminar HACIENDOLE DAÑO a las personas homosexuales, bisexuales y transexuales.

Asimismo, tenemos que distinguir a los lobbys de las personas que eligen acostarse con quien quieran; y tanto el Progresismo como el Conservadurismo tienen que entender que respetar, reivindicar y homenajear el hecho de que alguien pueda tener la libertad sagrada de compartir la cama con la persona que desea NO significa que tenga que existir un grupo de presión a nivel global con George Soros y todos los accionistas de Netflix comprando la Argentina. Separemos ambas cuestiones.

Y para que se entienda mejor, voy a poner algunos ejemplos muy prácticos:

El trapo LGBTI en el Obelisco no debería molestar a nadie. Así como tampoco debería preocuparle a nadie la bandera del Vaticano (con la cual tranquilamente me podría limpiar el trasero) o la de Francia cada vez que se utiliza cuando muere alguien en París y se lo homenajea con ella. SÍ debería molestar que en el Centro Cultural Recoleta le permitan a alguien pintar pañuelitos verdes con mensajes a favor del aborto y eso no aplique para aquellos que pintan pañuelitos celestes con mensajes en contra, porque es ahí cuando aparece un lacayo que va y te los borra.

Del otro extremo, los conservadores deben saber que ha habido una sobredosis de desinformación por parte de la progresía, que por supuesto iba a llevar a inevitables actos de homofobia. ¿Por qué digo esto? Porque si vos te la pasás todo el tiempo publicando PELOTUDECES (como hace Clarín, que dice que a los hombres nos gusta hacernos la paja entre nosotros por moda), entonces vas a causar odio a los homosexuales, hermano. Si un hombre heterosexual, con una capacidad analítica enorme, lee en un diario una noticia como esa, va a pensar que nos quieren homosexualizar a todos; entonces, se va a terminar causando el efecto contrario al que supuestamente se espera. Lo mismo ocurrirá si aparece una persona transexual publicando artículos en las redes que dicen cosas como "si sos hetero y no te querés acostar con personas trans, entonces sos transfóbico". Pero aprendamos a diferenciar. Es desmedido enojarse con un trapo que está honrando las libertades de aquellas personas que sí han sido perseguidas y oprimidas; principalmente, por los regímenes comunistas a los que ahora ellos reivindican. En su defecto, el enojo debería ser contra el lobby nefasto progresista acompañado por la agenda del Foro de São Paulo, el Grupo de Puebla, o quien sea.

Son dos los factores a tener en cuenta. Por ende, no se confundan ni tampoco se vayan al extremo. LA PELEA NO ES CONTRA LAS MINORÍAS.

Del mismo modo, quiero aclarar que yo no estoy diciendo que todas las personas que apoyan al Frente de NOS son homofóbicas, así como también digo que hay un pensamiento progresista que justamente ha logrado desatar ciertos actos homofóbicos. Esto no es solo culpa de quienes por excelencia sienten rechazo hacia los homosexuales.

Por ejemplo, cuando se propone el cupo laboral travesti-trans, se está generando una otredad. Es una política pública que no ayuda a normalizar nada, y en efecto, hace que la opinión se le mezcle con argumentos válidos al tipo que realmente odia de fondo a las minorías; mientras que nosotros sostenemos que la persona transexual debe ser respetada, y el trabajo lo puede conseguir por su propia cuenta siendo alguien capaz. En cambio, si vos le querés imponer algo a cualquier sociedad, vas a terminar ganándote la reprobación por parte de ella y un desprecio de verdad. No podés meter por cupos o cualquier otra medida coercitiva a alguien cuando gran parte de la sociedad se muestra en desacuerdo. El resultado va a ser el mismo que ha causado el relato fantasioso detrás del cual hay grandes intereses económicos.

Toda esta imposición falsa y marketinera en favor de la comunidad LGBTI, que solo se encarga de utilizar como estereotipos a las personas que tienen cierto resentimiento por haber sido oprimidas a lo largo de la historia, va a terminar generando más aversión hacia los homosexuales; no solo por tratarse de una mentira sino porque además no es natural la forma mediante la cual se pretende instalar. Más aún si acompañado de todo este negocio asqueroso, se dedican a promover políticas de inclusión que consisten en hablar con la letra E (y encima tildar de machista, homofóbico o discriminador a alguien por el mero hecho de no estar de acuerdo con esta estupidez) y decir que si te autopercibís como He-Man, entonces sos He-Man. Así no va a haber nada que le garantice ningún tipo de seguridad a estas personas. En consecuencia, y precisamente por no dar ningún tipo de contención real, tenés un homosexual asesinado a golpes por lo que VERDADERAMENTE es un crimen de odio; a diferencia de estos cuestionamientos que el Progresismo considera como "delitos de odio", y que en otras épocas se los llamaba "Blasfemia". 

Como no te encargaste de los auténticos crímenes de odio, querido progresista, hoy ya tenés uno BRUTAL.

Así que mi solidarización con todas las personas que sufren violencia real por su raza, religión, orientación sexual, y demás.

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