El ajuste fiscal es inevitable
Como la situación económica de Argentina es complicada y los desvíos respecto de las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional son muy groseros, yo diría que vamos a escuchar toda una charlatanería importante de parte de Sergio Massa; porque además estos desvíos deben corregirse en menos de 5 meses. Recordemos que las metas que se establecen con el FMI son anuales.
Se necesita una GRAN decisión política, con un Presidente anunciando las medidas por cadena nacional, diciendo que la situación es dramática y que el Estado va a acompañar el esfuerzo que hace la gente de trabajo por llegar a fin de mes, ordenando las cuentas presupuestarias. No alcanza con ajustes en cuotas por parte del Ministro de Economía.
Para que se den una idea, acordar la realidad fiscal a las metas que pide el FMI requiere de una baja de gasto público desde hoy hasta fin de año, equivalente a más de 1 billón de pesos.
A mí me resulta gracioso escucharlo a Massa decir que piensa hacer dicho ajuste en tan solo 4 meses y medio, porque no creo que él esté dispuesto a privatizar empresas públicas deficitarias, terminar con el alto grado de coparticipación federal que hay en las provincias, ponerle un límite o condicionamiento a los planes sociales, realizar un tarifazo monumental, o cerrar la mitad de los ministerios que existen actualmente. Todo esto lo veo poco probable. Y equilibrar las cuentas fiscales con un tarifazo moderado, es insuficiente.
Para cambiar el país, hace falta técnica. No solo decisión política. Pero en el corto plazo, las medidas que se deben tomar son más que nada de carácter político; porque hay que hacer fuertes hachazos en el gasto público.
En tanto, hay que dejar de molestar al campo con retenciones, registros de exportación, el Inmobiliario Rural, etc. Es absurdo negociar con este sector el adelanto de las exportaciones para conseguir dólares.
Hablando de la moneda extranjera, acá hay una cuestión de sentido común: si el Banco Central de un país quiere fijar el precio del Dólar que más le gusta, necesita contar con reservas. Por ejemplo, Brasil puede llevar el precio del Dólar a donde quiera; pero porque tiene 375 mil millones de dólares en el Banco Central de Brasil (BCB). Es un país que cuenta con el "ancho de espada".
Ahora bien, si el Banco Central de la República Argentina (BCRA) no tiene reservas, entonces no puede fijar el precio de la divisa norteamericana en ningún lugar. Lo que tiene que hacer es dejarlo libre; y para que no se vuelva imparable, hay que poner un ancla en el gasto público nominal, congelándolo en pesos hasta fines de 2023.
Por otra parte, se volvió a subir la tasa de interés efectiva anual que paga el BCRA. Esta vez, a casi el 100%. UN VERDADERO DELIRIO.
En primer lugar, habría que prohibir que el BCRA se endeude con deudas que pagan tasa de interés. Lo único que tiene que emitir es lo que se llama base monetaria.
En segundo lugar, la tasa de interés efectiva anual del 100% significa que la deuda del BCRA se va a duplicar una vez por año (como mínimo).
Cuando la gente abre un plazo fijo en un banco, éste se da vuelta y compra LELIQs, que es la deuda de la moneda del BCRA. O sea que cuando una persona deposita sus ahorros en un plazo fijo, el banco le está prestando ese dinero a una institución quebrada (el BCRA). Es más, la intermediación del banco, que recibe el dinero del plazo fijo y luego lo pone en LELIQs, implica una ganancia enorme para dicho banco; pero aún así, corre el peligro de poner su balance en riesgo al prestarle plata a un quebrado. Por lo tanto, hay que decir que el sistema financiero privado argentino está virtualmente estatizado. No en los papeles, pero sí en los hechos.
Así que si no se hacen correcciones fiscales tremendas de la mano de una decisión política fenomenal, pueden llegar a aparecer problemas con los depositantes, tal como ya ocurrió en el pasado. O se terminan licuando estos depósitos, o se termina lanzando un Plan Bonex.
Como si esto fuera poco, la clase política está dando un espectáculo BOCHORNOSO, incluyendo a todos los partidos. El oficialismo y la oposición no están trabajando para solucionarle los problemas a la gente. En la Cámara de Diputados, apenas sesionaron 5 veces en todo el año, y para tratar algunas leyes que son absolutamente irrelevantes, que están desconectadas de los problemas de la sociedad. La única excepción son algunos proyectos de ley que está presentando Avanza Libertad, como un pedido de informe al BCRA donde explique qué está haciendo con las reservas, y se está trabajando sobre un proyecto de ley que pide una reforma laboral que termine con la precarización.
Pero en líneas generales, los políticos están dando lástima. Por algo la gente los insulta, los increpa, y los escracha públicamente.
Mejor que se replanteen a sí mismos, si quieren que los dejen en paz.
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