La situación económica argentina es muy compleja
Por ejemplo, el riesgo país es el mayor de toda América Latina, ubicado en casi 2.900 puntos:
Este dato significa que los bonos argentinos son más riesgosos que los de Ucrania, que se encuentra en una guerra que ya está durando meses.
En materia cambiaria, la brecha entre el Dólar Oficial y el Dólar Blue supera el 100%. Si esta brecha existe, es como consecuencia de las restricciones a la compra y venta de divisas, que dan lugar a la aparición de un mercado paralelo.
Frente a tal situación, el gobierno quiere inventar el círculo cuadrado, tratando de buscar la forma de hacerse de dólares para elegir una cotización del tipo de cambio, y así poder regularlo.
Con respecto a la inflación, hay que decir que la cifra interanual está arriba del 90%:
En tanto, la pobreza y el desempleo se mantienen en niveles altísimos. Y a causa de la aceleración inflacionaria, la pobreza va a subir de acá a fin de año.
Hasta ahora, lo que está haciendo el Ministro de Economía, Sergio Massa, es tratar de que la situación económica no explote. Pero está lejos de implementar un cambio de 180 grados.
De todas maneras, yo creo que no va a ser fácil que el gobierno pueda sostener el precio del Dólar Oficial al ritmo que lo está haciendo aumentar (2-3% mensual). Por eso no habría que descartar una devaluación importante de la moneda local.
Aún así, esto no implica riesgo de hiperinflación. Para que eso ocurra, la inflación DIARIA tiene que ser del 3-4%. En cambio, la cifra MENSUAL es del 8%. No obstante, hay que dejar en claro que el hecho de no sufrir una hiperinflación no significa que no se tenga que desatar una crisis. Entre un escenario sin crisis y una hiperinflación, puede haber intermedios. Y antes de las Elecciones Presidenciales de 2023, es probable que Argentina atraviese por alguno de ellos. Difícilmente esto se sostenga; y no es de extrañarse que se produzca un cimbronazo económico y social, similar a la crisis cambiaria de 2018/19. Esa es una posibilidad. La otra es una devaluación parecida a la de principios de 2014.
Y como es necesario un fuerte ajuste fiscal que permita alcanzar las metas establecidas con el Fondo Monetario Internacional, Massa ha recortado $50.000M en el presupuesto educativo. Si bien la baja de gasto es bastante pobre dada la poca probabilidad de que se cumpla la meta acordada con el FMI, hubiera sido imposible que esto lo lleve a cabo un gobierno no peronista. De hecho, cuando se anunció el recorte, todos los dirigentes sindicales y docentes estaban twitteando contra la acusación de corrupción que le hizo el fiscal Diego Luciani a Cristina Kirchner (la supuesta persecución judicial). O sea que acá no hay Baradeles, paros docentes, piqueteros en guardapolvos recorriendo canales, ni periodistas sobreactuando preocupación. ¿Qué es el Peronismo sino la posibilidad de gobernar sin el Peronismo en contra?
Como siempre, somos testigos de la desconexión de la clase política con los problemas de la gente.
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