Mujeres trans golpean salvajemente a una chica


Hace años que yo vengo advirtiendo esto a través de mi blog, haciéndoles saber el peligro que implican los "estudios" de género, que no son más que un pedazo de mitología oscurantista en pleno Siglo XXI.

Sucedió en Sáenz Peña, Provincia de Chaco, Argentina. Una chica de 24 años salía de un boliche bailable a la madrugada de un día domingo. Fue allí cuando a esta pobre joven le desfiguraron la cara, motivo por el cual terminó internada.

El sitio web de Todo Noticias, un medio de comunicación que cae en esta dictadura de la corrección política y está muy ligado a la Agenda 2030, te cuenta que quienes cometieron la agresión contra esta persona eran otras dos mujeres: 


Ahora bien, cuando seguimos leyendo, leyendo, leyendo, leyendo y leyendo la noticia publicada en este medio, nos encontramos con una oración escrita casi al final del artículo, que es la siguiente:

LAS AGRESORAS ERAN DOS MUJERES TRANSEXUALES.


Yo le pido perdón a las personas que se identifican con un género que no coincide con el sexo biológico de ellos o ellas, porque sé que se van a ofender. 

Pero lo que pasó acá fue que dos hombres le reventaron la cara a golpes a una chica de 24 años

Y con este cuento de la ideología de género, que consisten en afirmar que hay que tratar a los dos hombres como mujeres porque se autoperciben así, tenemos que escuchar a los medios y a la Justicia (que es lo más grave) hablándonos de dos mujeres en una riña con otra.

No, MANGA DE SORETES. Esto no fue una pelea de chicas. Fue un acto de violencia sexista. 

Deberíamos parar con esta locura.

Por ejemplo, hay que terminar con el disparate relacionado con la nadadora trans, que no alcanzaba siquiera el puesto nº 500 cuando competía en la categoría masculina y llegó al nº 1 cuando participó en la categoría femenina, ganándole a todas las mujeres con una espalda enorme y los brazos de dos metros de longitud en términos metafóricos. 

Hay que terminar con hechos como el que tuvo como protagonista a Karen White (que en realidad se llama Stephen), autopercibiéndose como una mujer en el medio de una condena por abuso sexual, para que este mundo demencial decida que es una buena idea trasladarlo a una cárcel de mujeres, donde violó a cuatro de ellas. 

Hay que terminar con los casos de pedofilia como el que ha ocurrido en Washington, donde un tipo se autopercibió mujer; entonces, lo recluyeron a una cárcel de mujeres donde violó a su compañera de celda. 

Hay que terminar con la fantasía de jubilarse cinco años antes de lo correspondiente solo por una cuestión de cambio de género, como pasó con Sergio Lazarovich en Argentina. 

Hay que terminar con ridiculeces como la que se ha presenciado en España, donde un golpeador de Asturias se autopercibió mujer en plena condena, y dejó sin efecto una causa por violencia de género.

Y así siguiendo...

No puede ser que aparezcan dos travestis de dos metros y medio, con la espalda gigantesca, los brazos muy fuertes, y CAGUEN A TROMPADAS A UNA POBRE PIBA, para que después estemos tratando esto como una "pelea de chicas", donde simplemente hubo dos mujeres que se pelearon con otra.

Por un lado, hay personas como Agustín Muñoz, un pibe que hace cuatro años se suicidó por una falsa denuncia por violencia de género, y hasta fue injustamente escrachado por varias feministas. Y por el otro lado, vemos a dos tipos que DE VERDAD le rompen la cara a piñas a una mujer, pero no lo consideramos un acto de violencia machista porque ambos se autoperciben mujeres; entonces, es una pelea de personas de sexo femenino.

ESTO ESTÁ PASANDO EN LA VIDA REAL.

Yo sé muy bien que neurológicamente hablando, la mayoría de las mujeres transexuales son personas del género con el que se identifican; así que no tengan dudas de que nunca voy a faltarle el respeto a la identidad de alguien, salvo que lo merezca. Y en este caso, lo merece.

Como liberal, yo considero que cada uno/a es libre de autopercibirse como quiera. 

Lo único que estoy planteando es que hay que dejar de lado los fundamentos de los estudios de género en el momento de hacer justicia.

Acá hay que abarcar esto como lo que en verdad es, diciendo que DOS TIPOS LE DESTROZARON LA CARA A UNA MINA. Me chupa un huevo cómo se identifican.

Para terminar de comprender la gravedad del tema, voy a mencionar a un abusador sexual de menores masculino, que en el año 2014, abusó sexualmente de un menor de edad y fue arrestado. En el medio de la condena que estaba cumpliendo, decidió autopercibirse como una mujer y llamarse Hannah Tubbs. Y como el mundo está recontrachiflado, pasó lo mismo que con los otros ejemplos que traje a colación: la Justicia le creyó...

Posteriormente, alguien escuchó y grabó una conversación que Hannah Tubbs tuvo con su padre contándole cómo le habían reducido la condena una vez que "ella" había aclarado que ahora era una mujer. Cuando este señor tomó la decisión de llamarse Hannah, la carátula del caso cambió; y su pena fue considerablemente reducida, a lo que "la propia" Tubbs se refirió diciendo "al final, no me van a hacer nada; es apenas un tirón de orejas".


En efecto, el abusador sexual autopercibido mujer (que aunque se sienta como se le cante, no deja de ser un ABUSADOR DE MENORES) podría cumplir apenas seis meses de prisión y no quedar apuntado en el registro de abusadores. Se suma a un nuevo caso de demencia colectiva, como el de Karen White en Inglaterra, el pedófilo de Washington, el bombero de Asturias, y tantos otros violadores y pederastas que encuentran un hueco legal en este delirio anticientífico que llamamos "estudios" de género, y que en realidad, se trata de una ideología sustentada en la nada misma, porque si no encontramos un sustento racional de base científica, cualquiera puede ser lo que quiera.

Por ejemplo, en estos momentos, en Escocia, hay literalmente una prisionera que se está autopercibiendo como un BEBÉ; y está pidiendo pañales y papilla en la cárcel. Lo que más me preocupa de esto es que el sistema está tan podrido que tranquilamente la pueden excarcelar, porque al sentirse un bebé, capaz que la declaran inimputable.

De hecho, ya pasó que una persona transedad llamada Stefonknee Wolscht lograra ser adoptada por una familia. Acá habría que marcar un límite, porque si un mayor de edad dice autopercibirse como una chica de cinco años y pide ponerse en pareja con un noviecito de seis, entonces hay que asumir que esta persona no es una transedad, sino un pederasta hijo de puta.

Conclusión:

Autopercíbanse del género que quieran. Lo mismo pueden hacer con la edad.

Pero a la hora de recurrir a la Justicia o participar en las competencias deportivas (sobre todo, en las más peligrosas, como lucha libre o boxeo), tendríamos que dejar estas creencias de lado.

En el Siglo XIX, hubo un científico muy famoso llamado Louis Pasteur. Fue un prócer de las ciencias, y era un tipo MUY religioso. Pero cuando entraba al laboratorio a trabajar con sus estudios, él colgaba sus creencias en la pared con el sombrero y el saco, porque no dejaba que su creencia se interfiriera en lo que observaba.

Entonces, hagamos lo mismo que Pasteur. No estoy pidiendo mucho. 

Miremos hacia atrás, y en vez de copiar el oscurantismo, imitemos a las personas que nos han dado algo bueno.

¿Te sentís un parripollo? Ok, perfecto. Pero cagaste a palos a una chica que salía de un boliche, tal como hicieron las dos transexuales en Chaco. Por lo tanto, te vamos a juzgar como un hombre. Fin.

Esto no es transfobia. Adecuémonos a la evidencia observable. Estamos en el Siglo XXI, año 2022.

Reivindiquemos a Pasteur. Seamos unos adelantados...

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