El gobierno argentino quiere hacer algo que nunca funcionó
El congelamiento de precios que anunció el Ministro de Economía Argentina el viernes pasado no va a funcionar. Por más que dicho Ministro sea Sergio Massa, una medida como esta nunca va a dar buenos resultados.
Estamos hablando de una manera de controlar precios que nunca ha funcionado, tanto en Argentina como en el resto del mundo.
Inevitablemente, la inflación argentina seguirá siendo un problema, mientras que la situación cambiaria no dejará de ser una preocupación. Además la cosecha de soja viene bastante complicada. Se estima que solo por trigo y cebada, se van a perder US$4.700M de exportaciones. Encima no solamente no entran dólares, sino que las empresas argentinas están pidiendo muchos dólares para comprar los insumos importados que necesitan para producir bienes. De todas formas, convengamos que esos empresarios que se quejan de la falta de divisas son PARTE de este problema.
Con respecto al congelamiento de precios, ya de por sí es ridículo el nombre que se le ha puesto a dicha medida: "Precios Justos".
Con respecto al congelamiento de precios, ya de por sí es ridículo el nombre que se le ha puesto a dicha medida: "Precios Justos".
En realidad, lo que determina un precio justo no es una decisión gubernamental, sino la demanda.
Por ejemplo, si hay una persona que detesta el boxeo, entonces no pagaría NADA por una entrada para ver una pelea de este deporte. Pero si le gusta mucho el fútbol, es probable que esta persona esté dispuesta a pagar una cierta cantidad de dinero para ver un evento de esta característica.
Asimismo, pongamos como ejemplo a una persona que tiene mucha hambre y le ofrecen una porción de pizza. Como tiene hambre, va a pagar un precio para comprarla. Pero una vez que haya pedido varias porciones, esta persona no tendrá más hambre; y llegará un momento en el que dejará de consumir pizza. Cuando eso ocurra, no estará dispuesta a pagar más nada; de manera tal que la última porción de pizza valdría menos que la primera. En Microeconomía, este concepto se conoce como Utilidad Marginal Decreciente.
El precio de un bien o servicio no lo puede fijar el Estado, porque surge de acuerdo a la escasez y las preferencias de cada individuo. Los valores son subjetivos.
Entre estos ejemplos, ¿cuánto creen que valdría una lata de Coca Cola si te la ofrecen en el desierto después de caminar perdido durante 5 días?
Como las necesidades y valoraciones van cambiando, se pagan precios distintos. Así que hacer uso del término "Precios Justos" es un disparate.
El precio de un bien o servicio no lo puede fijar el Estado, porque surge de acuerdo a la escasez y las preferencias de cada individuo. Los valores son subjetivos.
Entre estos ejemplos, ¿cuánto creen que valdría una lata de Coca Cola si te la ofrecen en el desierto después de caminar perdido durante 5 días?
Como las necesidades y valoraciones van cambiando, se pagan precios distintos. Así que hacer uso del término "Precios Justos" es un disparate.
No existen los precios justos. Existen precios para cada persona.
Incluso si repasamos la Historia Económica Social Mundial, veremos que en el año 301 d. C., el ex emperador romano Diocleciano intentó hacer exactamente lo mismo que el gobierno argentino, controlando una ENORME cantidad de precios en la economía. No solo introdujo controles de precios, sino pena de muerte para quienes no cumplían la norma. Así y todo, los controles de precios no funcionaron.
Las experiencias pasadas reflejan claramente cuáles van a ser los resultados de una medida como esta; por más que el Ministro de Economía nos quiera hacer creer todo lo contrario.
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