Una bomba difícil de desactivar


En la Economía Argentina, la principal preocupación tiene que ver con que hay una bomba de tiempo que parece imposible de desactivar. Más precisamente, en el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y en relación a la situación fiscal, que está completamente desbordada.

Obviamente que la inflación es consecuencia de estos desastres; pero fundamentalmente, el gran dilema es que el BCRA ya incrementó su deuda en 9 billones de pesos. Este es el dinero que tiene que emitir para pagar los intereses de las LELIQs. Si a eso le sumamos la deuda del Tesoro Nacional (que son 360 mil millones de dólares de deuda pública), el problema se vuelve aún mayor. Por algo a la gente no le suben los límites de compra de la tarjeta de crédito. Como el BCRA está adquiriendo todo el dinero de los bancos y el Tesoro Nacional no para de colocar bonos, no queda dinero disponible para prestarle a la gente.

Si tomamos como referencia el precio del Dólar Blue (que ronda los 300 pesos), la deuda del BCRA es de unos 30 mil millones de dólares; y dicha deuda es la contrapartida de los depósitos en pesos a plazo fijo que la gente tiene puestos en los bancos, con lo cual se le está entregando el dinero a una institución quebrada. 

El otro problema es que esta deuda vence cada 35 o 40 días, y paga una tasa de interés del 107% anual. O sea que se duplica una vez al año. Y no sería de extrañarse que esta deuda genere un problema antes de las Elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), que se llevarán a cabo el año que viene.

La cuestión es que alguien tiene que ponerse a pensar cómo va a resolver esta encrucijada. 

O se soluciona de manera civilizada, con un plan que permita ahorrar pesos por recaudación de impuestos genuina para rescatar LELIQs, o se lanza un Plan Bonex (una nueva estafa a la gente). También hay una tercera opción, que sería usar las reservas del BCRA consiguiendo nuevos dólares. Pero en el mientras, esto va a generar conflictos de vez en cuando.

Con respecto a la política cambiaria, ya se ha creado un sinfín de tipos de cambio como consecuencia de las restricciones a la compra y venta de divisas (cepo).

Algunos de ellos son los siguientes:
  • Dólar Oficial Mayorista.
  • Dólar Oficial Minorista.
  • Dólar Ahorro.
  • Dólar CCL (Contado con Liquidación).
  • Dólar Bolsa.
  • Dólar Soja.
  • Dólar Trigo y Maíz.
  • Dólar Lujo.
  • Dólar Qatar.
  • Dólar Turista.
  • Dólar Netflix.
  • Dólar Show Internacional.
A diferencia de todo este mamarracho, lo ideal hubiese sido que ante la falta de reservas en el BCRA (la cual le impide a éste fijar un precio del Dólar), se libere el cepo unificando el mercado cambiario; y que las reservas se reemplacen por un ancla en el gasto público nominal en pesos, de manera tal que la liberación del cepo cambiario no provoque una suba imparable del Dólar y una crisis inflacionaria. A su vez, todo el excedente de recaudación impositiva se podría haber utilizado para rescatar LELIQs, como mencioné recién.

Lamentablemente, esto no se hizo; y por ende, lo más probable es que surjan más tipos de cambio.

Por su parte, la inflación anual de 2022 va a estar en un piso del 100%, al igual que la de 2023. Y dicha cifra nos está llevando de a poco a una recesión. Esto significa que en pleno año electoral, Argentina puede sufrir una caída de la actividad económica; aún manteniéndose la depreciación del peso al ritmo que está ocurriendo hoy: del 6% mensual.

Sobre el programa "Precios Justos", que se anunció la semana pasada para controlar los precios, hay que tener en cuenta que cuando se relanzó "Precios Cuidados" en la segunda quincena de Octubre de 2021, la inflación había bajado un punto en el mes siguiente. Pero si bien puede pasar lo mismo con esta nueva canasta de precios (generando una leve baja de la inflación en Diciembre de 2022), la demostración cabal es que los precios controlados fracasan totalmente a más tardar. No es algo que pueda dar buenos resultados con el correr del tiempo.

A pesar del optimismo del Ministro de Economía, el BCRA está perdiendo reservas líquidas a una velocidad importante. Por eso aparecerán períodos de pérdidas de reservas y, posteriormente, momentos en donde el BCRA anunciará un nuevo tipo de cambio. A propósito, hay que tener cuidado con la sequía, ya que está haciendo estragos. No solo en la cosecha de trigo (que será muy mala), sino también en la de soja.

Con respecto a la fijación de los precios en función del tipo de cambio, la gente no sabe si éste es el Dólar Oficial, Dólar Bolsa o Dólar Blue. Pero la realidad es que todo está subiendo al 100% como mínimo. O sea que todo sigue a todo. El Dólar Oficial sigue a los precios, y los precios siguen al Dólar Oficial. De hecho, cuando uno mira series largas de tiempo en Argentina, se encontrará con que el Dólar y los precios van juntos, y no se sacan mucha diferencia. Dicho en otros términos, los precios de hoy NO tienen adentro lo que se puede llegar a devaluar.

Al margen de estas explicaciones, hay que comprender que en este contexto, la falta de dólares seguirá siendo una constante.

Y mientras no se apliquen medidas completamente distintas de largo plazo, los desequilibrios fiscales, cambiarios y monetarios siempre van a aparecer en la economía de nuestro país. Incluso estos problemas ya los hemos discutido una infinidad de veces en el pasado.

Lo que necesita esta sociedad es que se introduzcan políticas liberales, las cuales han prosperado en el mundo y han hecho que millones de personas salgan de la pobreza, en el marco de una economía totalmente estable, con crecimiento sostenido y sin complicaciones como las que acabo de remarcar.

Esperemos que algún día, esto pueda ser posible.

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