Elecciones Presidenciales en Brasil

A lo largo de estos últimos años, durante el gobierno de Jair Bolsonaro, Brasil tuvo baja de impuestos, alcanzó los índices más bajos de inseguridad, tuvo superávit comercial, reducción de la pobreza y crecimiento del empleo formal.

Así y todo, en las Elecciones Presidenciales del último día domingo, el pueblo brasileño votó Socialismo, ya que Luiz Inácio Lula da Silva ha sido electo.

Claramente, las personas también son parte del problema de Latinoamérica, ya que son ellas quienes eligen a nuestros políticos, a nuestros representantes.

De este modo, desde el comienzo de la década que transitamos actualmente, estamos viendo una nueva ola de Socialismo en la región. Prácticamente, no queda ningún país latinoamericano que no sea socialista, izquierdista o centroizquierdista. Por lo menos de peso geopolítico. Los únicos que existen son contados con los dedos: Uruguay, Ecuador, Costa Rica, Paraguay y Guatemala. El resto han caído bajo proyectos de izquierda.

Lo maravilloso es que los votantes, muy seducidos por la promesa de que esto es un proyecto nuevo y no el Chavismo que todos ya conocemos, se entusiasman y votan dichas propuestas; hasta que muy poco tiempo después, se desencantan.

Por ejemplo, hoy solo el 22,2% aprueba el gobierno de Pedro Castillo en Perú. En Chile, Gabriel Boric, que apenas lleva menos de un año en el poder, tiene una aprobación del 27% de los chilenos, a pesar de que ganó con casi el 55% de los votos. En Colombia, a Gustavo Petro le bastaron 2 meses de gobierno para caer 10 puntos en la aceptación pública; con lo cual es evidente que en América Latina, la gente se ilusiona con discursos populistas muy simplones y atractivos; pero cuando estos gobiernos ejercen el poder, su imagen se derrumba rápidamente. Y no me sorprendería que en Brasil ocurra lo mismo con Lula. Sobre todo si tenemos en cuenta la excelente elección que hizo Bolsonaro.

Además, Lula representa a uno de los máximos exponentes de lo que fue el Foro de São Paulo (que ahora es el Grupo Puebla). Nos dicen que este es un Lula moderado; pero su discurso fue total y completamente socialista con buenos modales, ya que decía cosas espantosas. Aunque no se den cuenta, los brasileños eligieron a alguien que los va a destruir.

En fin, lamento mucho por el pueblo de Brasil haber caído nuevamente en las manos del Socialismo del Siglo XXI.