Atleta trans italiana rompe todos los récords


Volvió a ocurrir.

Una nueva atleta trans arrasó y rompió todos los récords en las competencias femeninas.

Estamos hablando de Valentina Petrillo, atleta italiana transgénero que abrió de nuevo el "debate" por la abrumadora superioridad en las competencias femeniles; punto que algunas de sus compañeras señalaron, ya que su físico la coloca con una amplia ventaja en la pista.


Yo los quiero invitar a ustedes a ver el video de la atleta trans, superando ampliamente a sus compañeras mujeres en esta competición.

Se los muestro acá debajo:


Es increíble la velocidad que tiene. ¿No?

Corre como si tuviera 3 piernas (el que entendió, entendió).

Valentina Petrillo es una competidora paralímpica, porque tiene una debilidad visual que no la hace ver bien. Es como si fuese Cartman en la serie televisiva South Park, haciéndose pasar por discapacitado para ganar las olimpiadas de los juegos paralímpicos.


Y en este caso real, pasa lo mismo. Vemos a un tipo diciendo que ahora es una mujer más o menos discapacitada. Entonces, compite y les pasa el trapo a todas.

La atleta trans instauró una nueva marca en la categoría F50, en la prueba de los 200 metros para mujeres, en pista cubierta dentro del campeonato Master de atletismo, que se celebró en Italia. Corrió con un registro de 26.27 segundos.

Este es un nuevo logro del patriarcado, que se ha infiltrado en las competiciones femeninas para aplastarlas en una demostración superlativa de superioridad física.

Volvimos a los relatos supersticiosos, que se chocan de frente con la realidad.

Y esto no es un caso aislado.

Pasó con Lia Thomas, la nadadora trans que tenía una espalda gigante, al igual que sus extremidades.


La masa muscular de los hombres es mucho mayor que la de las mujeres. Incluso el físico masculino es más resistente a ciertas situaciones adversas. Las diferencias son enormes. 

Y como son diferencias biológicas, no se pueden discutir con filosofía barata diciendo que todo es una construcción social; porque después pasan estas cosas.

Para colmo, lo de Lia Thomas fue grave; porque además de ganar el torneo con total facilidad, caminaba con su miembro viril al aire mientras compartía el vestuario con las mujeres, tenía erecciones y argumentaba ser lesbiana. NO ES UN CHISTE.

Entre estos ejemplos, hubo uno que ocurrió recientemente, donde 2 ciclistas trans dejaron en el tercer lugar a una ciclista biológica.


En tanto, las futbolistas trans de la liga femenina no son la excepción. Una de ellas fue Mara Gómez, que también batió todos los récords.


Y uno de los casos más terribles fue el que tuvo como protagonista a una luchadora trans llamada Alana McLaughlin (un exveterano de guerra entrenado), que se autopercibió mujer y se subió a un ring para hacer lucha libre con mujeres. 

En consecuencia, terminaron todas al borde de la conmoción cerebral; y están pidiendo que por favor no lo suban más al ring porque biológicamente es un hombre, con la masa muscular masculina, etc.


Fuera del ámbito deportivo, también hay muchos otros casos.

En Reino Unido, el servicio telefónico del Banco Santander congeló la cuenta bancaria de una clienta trans llamada Sophia La Reis, porque su voz sonaba como hombre. Asimismo, el banco tuvo que disculparse.


En este mismo lugar de Europa, un hombre transgénero dio a luz gracias al esperma donado por una mujer trans. 

Para ser más claro, una mujer pareja de mujer fue madre gracias al esperma donado por un hombre.


Por otra parte, se viralizó un video de una mujer transgénero española diciendo tener molestias menstruales.


Tranquilamente, puedo seguir poniendo más ejemplos.

En resumen, hay que dejar de decir que somos todos iguales; porque no lo somos. Y las diferencias hay que celebrarlas. 

Por supuesto que somos todos iguales en materia de derechos civiles. Yo no quiero que a ninguna de estas personas le falte alguno de los derechos que yo tengo por su identidad sexual.

Ahora bien, no hagamos de cuenta que somos algo que no somos, que todo es una construcción social, y que el sexo biológico no existe (como dijo Nicholas Matte).



La biología existe. 

No estamos en el Medioevo. 

No podemos quemar los libros, ni mandar a la cárcel, a prisión domiciliaria o a los latigazos a Galileo Galilei porque dijo algo que no comulga con nuestra cosmovisión. Ya pasamos por eso.

No podemos pensar como dijo "Sol Despeinada", quien está financiada con el impuesto que pagamos cuando compramos un paquete de fideos. Hace poco, ella dijo que "la Biología responde a los intereses del Capitalismo, y por ende, nos ha engañado".

Esto ya lo hizo Tomás de Torquemada y el Santo Oficio. Ya está. Tenemos que aprender.

La realidad observable está por encima de los relatos supersticiosos; como el que aparece a continuación:


No pueden seguir compitiendo mujeres trans en competencias femeninas, porque las van a aplastar; y en muchos casos, las van a lesionar.

Los estudios de género son lo peor que le ha pasado a la mujer.

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