El Estado no se puede meter en cualquier lado


A principios de este mes, en Argentina, se aprobó una moratoria en la Cámara de Diputados de la Nación, que permite que alrededor de 800.000 personas sin aportes se puedan jubilar.

Todo parece muy simpático y espectacular, ya que a cualquiera le gustaría jubilarse.

Ahora bien, acá hay una pregunta central:

¿De dónde sale el dinero para pagarles a las personas que nunca aportaron nada y que se quieren jubilar?

Algunos kirchneristas dirán que ellos están otorgando derechos.

¿Pero con la plata de quién?

Si no hay plata, entonces hay que colocar deuda externa (como hizo Mauricio Macri) o emitir moneda (como hace el Kirchnerismo). Y en cualquiera de esas 2 circunstancias, los argentinos la terminamos pasando mal. Lo que ocurre es que hay cada vez más pobres.

La moratoria jubilatoria es un acto populista y demagógico. No existe esto de "te doy derechos"; porque si el derecho lo está pagando otro, entonces no hay ningún derecho. En todo caso, lo que hay es un PRIVILEGIO.

A todos nos gusta consumir y jubilarnos con la mejor jubilación. Pero para ello, hay que producir.

Antes del consumo, aparece la producción. Si un individuo no produce nada y aún así está consumiendo bienes, es porque está tomando lo producido por otra persona y se lo está llevando.

Por su parte, el Estado no cuenta con la plata que necesita para pagarle a los nuevos jubilados que no aportaron, porque tampoco hay para pagarle a los actuales. Aproximadamente, el sistema previsional argentino ya cuenta con un déficit de 3% del Producto Bruto Interno. Y el déficit fiscal del Estado Argentino fue de 4% en 2022.

Cualquier rubro del gasto público genera déficit. El dinero es fungible. Y si se gasta más de lo que ingresa, habrá un exceso; y se tiene que financiar.

El diputado Máximo Kirchner dice que las jubilaciones no generan déficit. Pero eso pasa siempre y cuando el jubilado haya aportado para tal efecto; porque de lo contrario, SÍ hay déficit. Y que quede claro que el déficit es sinónimo de inflación, endeudamiento y pobreza.

Hasta el año 2005, se estaban pagando 1.800.000 jubilaciones. 2 años después, a esta cifra se sumaron más de 1.000.000. O sea que en 10 años, la cantidad de jubilaciones se aumentó en un total cercano a 3.000.000; gracias a las moratorias y el relato que afirma que el Presidente es el bueno ("vení y votame"). Y trascurrida una década, estamos pagando las consecuencias.

Cristina Fernández de Kirchner dejó el poder en 2015 con déficit fiscal, una inflación anual que ya era alta (del 25%), cepo cambiario y 28% de pobreza. No solo eso, sino que la economía no crecía desde 2011; otro punto muy importante para tratar asuntos jubilatorios.

Posteriormente, asumió Mauricio Macri, quien no bajó el déficit fiscal durante su mandato, ya sea porque no pudo, no supo o no quiso. Hagamos las interpretaciones que queramos. Pero la cuestión es que no atacó esta variable. Entonces, financió el déficit con deuda externa; y el país terminó con un Dólar saltando de 20 ARS a 45 ARS, una crisis de deuda y la vuelta al Fondo Monetario Internacional.

Alberto Fernández, que asumió en 2019, no achicó el déficit. Y hoy tenemos la inflación más alta en los últimos 30 años, desde la salida de la hiperinflación.

A pesar de ello, el Congreso acaba de votar más gasto público y más déficit fiscal.

LA VERDAD QUE NO SE ENTIENDE.

Esto es como si una empresa quebrara, y decide ir al banco a pedir un préstamo. El banco se lo da, pero le pide a la empresa que cumpla con ciertas condiciones. Y la empresa se da vuelta y compra 5 autos nuevos.

Con el país ocurre algo parecido. La economía está en crisis por culpa del gasto público. Y la Cámara de Diputados termina aprobando un proyecto de ley que aumenta el gasto público.

Esto es inviable y preocupante.

Y por supuesto que el Estado busca resolver el problema interviniendo aún más en la economía.

Por ejemplo, el sector agropecuario está sufriendo la sequía a causa del calentamiento global. Esto hará que Argentina pierda 19.000M USD, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario. Sin embargo, la soja vale 552 USD. 

1) Los productores reciben: 552 USD - 182 USD (por el pago de retenciones) = 370 USD. 

2) Se los pesifican al tipo de cambio oficial de 200 ARS. Entonces, reciben 74.000 ARS. 

3) Luego, se cubren y ahorran en moneda extranjera: recompran 198 USD. 

Arriesgaron todo por 552 USD, y les terminaron dando 364 UDS menos. 

El Estado te aniquila.

Con respecto al sistema previsional argentino, siempre se pensó que un trabajador en relación de dependencia activo debe mantener a un jubilado. Pero esa proporción quedó totalmente desajustada por la economía informal. Hoy hay muy poca gente que aporta en relación a la cantidad de personas que dependen de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).

Se calcula que hay un 40% de la población argentina trabajando en negro, motivo por el cual no están aportando al fisco. Pero por ese no aporte se jubila gente. Y lo terminamos pagando nosotros cuando compramos un paquete de fideos, carne, arroz, etc. Parece muy simplista lo que digo. Pero es así.

A todo esto, en 2022, la jubilación de Cristina Kirchner fue de 4.100.000 ARS mensuales. A partir de los próximos meses, la cifra será muchísimo más alta. Mientras tanto, el resto de los jubilados cobra una mínima que no alcanza para nada.

Y en el último año de la gestión de CFK, se había aumentado en 600.000 la cantidad de nuevos jubilados. Evidentemente, cuando se acercan los tiempos electorales, hay necesidad de votos y de elecciones. Lo que muchos llaman "Plan Platita".

No hay manera de resolver el problema de las jubilaciones, los salarios y el empleo en negro en una economía que no crece hace 10 años.

Por si dicen que esto es mentira, les informo que el PBI per cápita argentino (es decir, la cantidad de bienes producida por persona) es más baja que hace una década. Somos más pobres que en aquel entonces.

El Kirchnerismo se basa en hacer política redistributiva básica.

Pero para poder redistribuir (que ya de por sí es un tema debatible desde el punto de vista ideológico), hay que tener algo.

Y la realidad es que en Argentina, no estamos generando nada...

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