La religión K
Hay similitudes raras y no tan accidentales entre el Kirchnerismo y el fanatismo religioso.
Hablamos de un espacio político que no se comporta como tal sino como una secta; y es muy importante que entendamos que el monstruo que hoy tenemos enfrente no es un movimiento político. Es un movimiento de fe.
Antes de explicar por qué, voy a decir que esto es peligrosísimo; ya que en el campo de la política, las ideas se pueden discutir. Podemos debatir incluso de forma apasionada, levantando la voz, ridiculizando al adversario; pero siempre poniendo la discusión sociopolítica y sociocultural arriba de la mesa. En cambio, cuando un fenómeno es religioso, se cree que esta es una verdad que proviene de algo más elevado que simplemente la política. Entonces, se afirma que una idea es la correcta; y no se admite discusión.
Lo que les voy a mostrar a continuación no lo escribió un loquito en un blog ni un militante kirchnerista en Twitter. Tampoco lo escribió un chico de 15 años probando alucinógenos en Taringa. Para que entiendan la gravedad del caso, esto se publicó en Telam, la agencia oficial de noticias de la República Argentina.
Se trata de un artículo escrito por Lucas Schaerer. El título es "Cristina re-ungida".
Acá está el enlace:
Analizando algunos párrafos, dice:
"Tras el fallido magnicidio Cristina Fernández inicia una nueva etapa. Ahora desde la fe para discernir la política. De allí que su primer acto fue invadido del Espíritu Santo y el método sinodal que incluye la escucha, a las mujeres y laicos".
Repito. Este muchacho no es un drogadicto escribiendo. Es un periodista respondiendo a la agencia oficial de noticias del Estado.
Repito. Este muchacho no es un drogadicto escribiendo. Es un periodista respondiendo a la agencia oficial de noticias del Estado.
Al seguir con la lectura, el artículo cita una frase del Papa Francisco:
"Al ungir bien uno experimenta que allí se renueva la propia unción. Esto quiero decir: no somos repartidores de aceite en botella. Ungimos repartiéndonos a nosotros mismos, repartiendo nuestra vocación y nuestro corazón. Al ungir somos re-ungidos por la fe y el cariño de nuestro pueblo".
Poniéndolos al tanto, este es el mismo movimiento que reclama "Iglesia-Estado, asunto separado", mientras que ahora, admite ser una religión...
Y para que tomen conciencia de lo que significa esto, acá viene lo más grave:
"Cristina no es cualquier nombre. Tiene origen griego y significa ungida. O sea, discípula de Cristo que está marcada con el óleo Santo".
"Elisabeth, en su significado bíblico quiere decir promesa divina, el segundo nombre de la vicepresidenta. Signada la líder política argentina porque la primer Elisabeth es la madre de Juan Bautista, el primo de Jesús, quien lo anticipa, lo profetisa, y en el desierto lo bautiza".
"Fernández de Kirchner no puede escapar a la pregunta que viene al comprender que está viva por milagro".
"Entonces es salvada por una razón. Que no es otra más que la misión".
Voy a parar acá porque esto ya es vomitivo...
¿Ustedes entienden lo que yo acabo de leer?
Para la agencia oficial de noticias del Estado, Cristina Elisabeth fue ungida, elegida como discípula de Cristo, profetizada porque la madre de Juan Bautista se llamaba Elisabeth, y fue salvada de milagro por Dios y la Virgen para que ella continuara con su misión.
Más allá de todos los chistes que podríamos hacer al respecto, esto es muy ALARMANTE.
Que un funcionario público se crea Dios o mande a su aparato de propaganda a reivindicarlo como un Mesías es realmente un peligro.
Y no falta mucho tiempo para que aparezca un cabeza de termo diciendo que Cristina Kirchner lo tocó y lo sanó...
Tengamos muchísimo cuidado con esto, porque no es una broma. En vez de causar gracia, tendría que encender unas cuantas alarmas.
Tengamos en cuenta que es la agencia oficial de noticias del Estado la que publica este artículo, diciendo que Cristina es una Mesías salvada y profetizada por Dios (con nombres bíblicos que probarían esta ridiculez) para cumplir una misión.
Yo pienso que esto cruza un límite gravísimo.
Un gobernante creyéndose divino, mesiánico.
Revisemos un poquito la historia. Y fijémonos a dónde nos ha llevado eso cada vez que se puso en práctica.
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