La historia del Feminismo refuta al Feminismo actual


Recurrentemente, habremos escuchado a las feministas modernas decir que los hombres no podemos hablar sobre el Feminismo. Esta es una premisa icónica del Feminismo de Cuarta Ola.

Entre tantas otras frases dignas de un elevado nivel de ignorancia colectiva, algunas de ellas son:

"Si no tenés útero, no opines".

"Si sos varón, no podés participar de nuestras marchas".

"El Feminismo es un movimiento de mujeres para mujeres".

Estos dichos contradicen terminantemente al propio origen del Feminismo, que se dio gracias a la obra de un hombre. François Poullain de La Barre fue un filósofo y escritor francés, considerado el padre del Feminismo. 
Fue con su obra "De la igualdad de los sexos" (1673) que nació la Primera Ola del Feminismo.

Por ende, ¿podemos los hombres opinar sobre el Feminismo?

La respuesta es que si los hombres no hubiéramos hablado sobre el Feminismo, entonces el Feminismo no existiría...

De este modo, les pido que tengamos un poco de sensatez histórica. ¿De dónde iba a surgir el Feminismo en una época en la cual la opinión de las mujeres no era tenida en cuenta? Es evidente e históricamente observable que el hombre ha tenido un rol fundamental en la creación y la militancia del movimiento feminista.

Y esto me lleva al siguiente punto:

Hemos sigo testigos del vandalismo provocado por grupos feministas en las instituciones religiosas. Las feministas modernas son fervientes opositoras al Conservadurismo, la religiosidad, y por sobre todo, a la Iglesia como institución. Para ellas, la Iglesia es el principal enemigo de las mujeres y, particularmente, de la doctrina feminista.

Ahora bien, sucede que esto también contradice categóricamente los orígenes del propio Feminismo, ya que el mencionado padre del Feminismo fue un sacerdote católico.

La teóloga y predicadora británica Anne Hutchinson fue también una precursora del Feminismo en los años 1600, así como en la Edad Media, lo fue la escritora cristiana Juliana de Norwich y la escritora, teóloga y MONJA SANTA Hildegarda de Bingen. Ésta última fue una protofeminista considerada por muchos expertos como la madre de la Historia Natural.

Efectivamente, la historia demuestra que la Iglesia NO es la enemiga del Feminismo.

Una vez refutados estos 2 puntos, voy a pasar a desmentir a otro supuesto enemigo del Feminismo:

Bajo las premisas anticapitalistas absolutamente falsas y basadas en un grado de ignorancia superlativo, el Feminismo le ha declarado la guerra al Liberalismo (o "Neoliberalismo", como le suelen llamar), acusando a esta ideología de oprimir a la mujer.

No obstante, la historia del Feminismo también derriba esta premisa. Fue el filósofo liberal, político y economista John Stuart Mill quien ayudó a dar voces a las mujeres cuando no la tenían, luchó por el sufragio femenino, y nos enseñó que no se puede justificar la desigualdad entre sexos porque no existe evidencia para determinar que la naturaleza de la mujer sea diferente respecto de la del hombre.

En 1792, la liberal Mary Wollstonecraft escribió un ensayo llamado "Vindicación de los derechos de la mujer", manifestando que la mujer era tratada como una especie de ser subordinado, y no como parte de la especie humana.

Fue el mismísimo Friedrich Hayek quien nos señaló que se debe luchar por la igualdad formal y contra toda discriminación basada en el origen social, la nacionalidad, la raza, el credo y el sexo.

El propio surgimiento del Feminismo y el Protofeminismo nos evidencian que ni el Liberalismo ni la Iglesia han sido los adversarios históricos de dicho movimiento.

¿Y quién es el siguiente falso enemigo del Feminismo en esta lista?

La familia tradicional, ya que las feministas de cuarta ola sostienen que la familia patriarcal tradicional está definida por una división muy marcada de los roles de género de sus miembros, en la que se priorizan las necesidades del padre y se ocultan las de la madre hasta el punto de llegar a destrozarlas. Esta premisa, sumada al delirio de que la heterosexualidad es un régimen político y el acto sexual es siempre violatorio cuando hay un pene, llevó a muchas militantes feministas a aborrecer al matrimonio y la familia tradicional.

Lo cierto es que la propia historia del Feminismo refuta este disparate; porque si no hubiera sido por un matrimonio tradicional (que valga la redundancia, fundó una "familia patriarcal tradicional"), quizás el sufragio femenino se hubiera retrasado aún más en el tiempo. Emmeline Goulden y Richard Pankhurst fueron 2 importantes activistas por el sufragio femenino. Se enamoraron, se casaron, y tuvieron muchas hijas. Ellas crecieron y se transformaron también en militantes por el sufragio femenino. Principalmente, Christabel Pankhurst, quien trabajó durante 15 años por este derecho.

La cuestión es que la familia tradicional, heterosexual y "patriarcal" tampoco ha sido precisamente la enemiga del Feminismo.

La historia y los DATOS nos demuestran que el Feminismo actual le ha declarado la guerra a aquellos que históricamente han sabido ser sus precursores.

Y aquí es donde viene la peor parte:

¿Quién es el aliado del Feminismo en la actualidad?

¿Cuál es la ideología que ha cooptado a la militancia feminista y la ha llevado hacia su molino?

La Izquierda. Por eso es muy común encontrarse hoy en día con chicas levantando banderas comunistas y con premisas socialistas en las manifestaciones del Feminismo.

¿Pero cómo han tratado históricamente estas ideas a la mujer?

En la Unión Soviética, las mujeres de los disidentes del régimen eran encerradas en campos de concentración junto a sus maridos como si fueran un mero objeto de ellos. Ni siquiera tenían identidad propia. Eran condenadas por la sublevación de sus parejas. Agarraban a un disidente del régimen y lo metían en un campo de trabajo junto con sus cosas (un poco de ropa y su mujer). Así era el trato por parte del bloque soviético.

En la Bulgaria Comunista (Lovech y Skravena), se encerraba a las mujeres en campos de trabajo si querían divorciarse, vestirse provocativamente, o escuchar "música del imperialismo". Y si violaban la norma diaria del campo de concentración, LAS MATABAN. De hecho, allí había un campo de trabajo que se llamaba la "Cárcel de la Muerte". Con eso les digo todo. Se las torturaba. No se les permitía aunque sea ir al baño.

Era verdaderamente NEFASTO lo que hacían los regímenes comunistas con las mujeres.

En Argentina, el 23 de Noviembre de 2016, la misma Izquierda que dice representar a las mujeres y luchar contra sus problemáticas votó a favor de que los violadores condenados tuvieran beneficios, oponiéndose a la cárcel efectiva para violadores y el registro para violadores en el Congreso.

La diputada izquierdista Romina Del Pla se abstuvo al votar sobre la penalización del consumo de pornografía infantil. A ella le daba igual que esos videos en donde se violan niños se sigan grabando, comercializando y distribuyendo.

La legisladora porteña Ofelia Fernández (feminista de izquierda) agitaba tomas en las escuelas, en las que luego se ocultaban y encubrían abusos sexuales para "no darle de comer a la Derecha".

Aún así, tenemos que creer que este espacio político es el que defiende y representa a las mujeres y las niñas...

Por otra parte, ¿cómo les va en la actualidad a las mujeres en los países con regímenes de izquierda?

El índice de desigualdad en los países de izquierda es del 50%, mientras que en los países con economías más capitalistas es del 13%. Los datos que doy son del Índice de Libertad Económica del Instituto Fraser e indicadores de desigualdad de género que calcula la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Feminista, tu movimiento nació gracias al Liberalismo, lo plasmó un hombre de la Iglesia, lo militó una monja canonizada, y le dio voz una familia tradicional. 

Sin embargo, vos estás atacando todos estos principios por orden de la ideología que te metió en un campo de concentración por querer ser libre.

Despertate, amiga. Te mintieron...

Comentarios