¿Por qué hay una pelea entre Cristina y Alberto?


Me gustaría desmenuzar el problema que se esconde detrás de la renuncia del Ministro de Economía Argentina, Martín Guzmán, y la designación de Silvina Batakis, ya que alrededor de estos acontecimientos, hay un asunto que es mucho más grande, y que deberíamos tener en cuenta.

Cuando Cristina Kirchner nombra a Alberto Fernández como candidato a Presidente en 2019, ella sabía que no podía ganar las Elecciones Presidenciales de dicho año; pero a su vez, necesitaba pertenecer al Poder Ejecutivo para poder manejar todas sus causas judiciales y no terminar presa luego del multiprocesamiento.

Por su parte, el único compromiso de Alberto con Cristina era solucionarle todos sus problemas vinculados con la Justicia.

Pero finalmente, esto no ha ocurrido, ya sea por acción u omisión de Alberto Fernández. Entonces, Cristina Kirchner le ha hecho la vida imposible a lo largo de su mandato de gobierno; tal es así que no le perdonó ni le va a perdonar que no le haya resuelto los entuertos judiciales que podían implicar que fuera presa. Por eso no habría que descartar la posibilidad de un golpe institucional, con Cristina administrando el poder de una manera mucho más directa.

De este modo, Cristina no va a parar de serrucharle el piso a Alberto; hasta que no le arregle los conflictos en los que ella está involucrada. Más aún luego de que Guzmán haya logrado un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, un organismo al cual Cristina no tolera bajo ningún punto de vista. En materia económica, Cristina piensa con los pies y no con la cabeza.

De hecho, antes de la renuncia de Guzmán, Cristina dio un discurso en el que contó una obviedad como si fuese un descubrimiento, al decir que la economía argentina es bimonetaria; y a los pocos segundos, le adjudicó erróneamente la causa de la inflación al bimonetarismo y no a la emisión de dinero.

La cuestión es que mientras no se cumpla aquel pacto, Cristina Kirchner va a seguir complicándole la gobernabilidad a Alberto Fernández, dado que él está en el poder para salvarla de la cárcel. Y si esto no llega a suceder, entonces Alberto corre SERIOS peligros.

Económicamente, Argentina inicia una etapa peor a la que atravesaba previo a la renuncia de Guzmán; porque precisamente, Cristina va a tratar de manejar el gobierno de Alberto Fernández, ya sea por derecha o por izquierda.

De todas maneras, la gente debería tener cierta tranquilidad; porque al menos hay una parte de la oposición que es sumamente responsable y va a cuidar la institucionalidad del país. En muchos sectores (y particularmente, en el Congreso), hay personas que tienen clarísimo lo que Argentina tiene que hacer para terminar con esta pesadilla de planes económicos completamente fracasados, como los ocho que se han llevado a cabo en los últimos sesenta años.

Para salir de la crisis actual, hay que hacer lo que siempre digo:

- Acabar con la sustitución de importaciones, que lejos de permitir que el país se ahorre los dólares que hoy faltan, le han entregado la vida de los argentinos a empresarios prebendarios, que nos venden productos nacionales CARÍSIMOS en comparación con los importados. Nuestro país tiene todo por ganar. Pero para ello, debe abrir la economía al mundo.

- Tirar a la basura la mentira del Estado Presente, ya que en la actualidad, el Estado Argentino es enorme, nos revienta a impuestos y no sirve para nada. Los ciudadanos argentinos somos esclavos impositivos. Es más, no entiendo cómo todavía no se le ocurrió al gobierno poner el impuesto al aire...

- Cambiar las leyes laborales, que han permitido que ocho millones de trabajadores realicen sus tareas precarizados, mientras hay sindicalistas como Hugo Moyano, Juan Pablo Medina, Armando Cavalieri, etc, que no aceptan ninguna modificación al respecto.

Si no hacemos estas tres reformas, entonces vamos a sufrir una novena, décima, vigésima, trigésima crisis, y nos vamos a terminar convirtiendo en la villa miseria más grande del mundo.

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