El dilema de las LELIQs


Como bien dije varias veces en este blog, el Ministro de Economía de la República Argentina, Sergio Massa, tiene una misión muy clara, que es tratar de que no le explote la bomba en términos económicos: la deuda, las LELIQs, el atraso cambiario, el desdoblamiento del Dólar y la inflación anual del 100%, que es la que estamos transitando en 2022. Él hará todo lo posible para que las consecuencias las pague el próximo gobierno.

De todas formas, veo muy difícil que llegue a tiempo. Algo le puede explotar. 

Por ejemplo, yo no descartaría una devaluación clásica del tipo de cambio oficial, que puede ocurrir en algún momento de 2023.

Pero al margen de la cuestión cambiaria, Argentina tiene un problema serio con la deuda en pesos, que es una bola infernal, y la deuda en LELIQs. Allí hay que plantear un programa muy serio y complicado, que consiste en desarmar la montaña de LELIQs. En caso de que esto no ocurra, no quedará otra opción que lanzar un Plan Bonex.

Las LELIQs son Letras de Liquidez. A través de un programa muy creíble, hay que rescatarlas con el correr del tiempo. Esto implica emitir pesos. Pero para poder emitir dinero sin tener más problemas con la inflación o con el Dólar, debe haber demanda por dicho dinero. Y para eso, hace falta un país atractivo, un nuevo gobierno, y una reforma estructural del Estado gigantesca, que genere LOCURA en el mundo por invertir en Argentina. Si eso no llega a darse, entonces el depositante tiene que saber que le está prestando dinero a una institución quebrada, como lo es el Banco Central de la República Argentina.

En la actualidad, el Dólar Blue ronda los 300 pesos. Si la inflación acompaña, debería valer más de 600 pesos a fines de la gestión de Alberto Fernández. Tarde o temprano, los precios y el Dólar van de la mano; pero quizás esto no ocurra necesariamente en Diciembre de 2023. De hecho, en 2022, el Dólar no acompañó a la inflación; porque ha habido más suba de precios que del tipo de cambio.

Para desactivar la bomba de las LELIQs, primero hay que impedir que ésta siga creciendo. Las LELIQs van venciendo todos los meses. Como hay que renovarlas y se van pagando más intereses por ellas, la bomba se vuelve cada vez más grande.

En 2002, las LELIQs eran equivalentes a CERO. Pero muy de a poco, los gobiernos empezaron a pedirle plata al BCRA; y cuando veían que no había demanda de pesos para atender esa nueva oferta de dinero, se dieron cuenta de que había que absorber los pesos que sobraban; pero en lugar de pedir que esto se hiciera con emisión de deuda del Tesoro Nacional, se le encargaba la tarea al BCRA. Y como una de las tantas maldiciones del 2002 fue haber dinamitado la independencia del BCRA, lo mandaban al Presidente de esta institución a absorber el dinero colocando LELIQs y LEBACs año tras año; de manera sistemática.

En consecuencia, se fue generando una bola de LELIQs, que al día de hoy, ya es igual a la cantidad de plata que la gente tiene depositada en los bancos.

Los ahorros de la gente pueden estar en riesgo, pero existen posibilidades de que esto no termine en un problema mayor. Un nuevo gobierno tiene que armar un programa de rescate de LELIQs a través de una gran reforma estructural que sea creíble; porque la situación actual no puede seguir así.

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