Feministas argentinas piden la renuncia de Ritondo


Las femini$tas argentinas volvieron a ser noticia.

Me refiero a estas mujeres empoderadas pero victimizadas al mismo tiempo, que dicen cosas como:

"¡Soy mujer! 
¡Así que merezco que me den un cupo, porque no tengo la misma habilidad que un hombre para ocupar un puesto de trabajo!"

"¡¡¡Vengo a llevarme el mundo por delante, pero me están insultando POR SER MUJER!!!"

Más que Feminismo, esto es Fakeminismo.

Nosotros, los liberales, creemos en la igualdad de derechos civiles entre personas de cualquier género, raza, religión, etc. En lo que no creemos es en los acomodos en los cupos, en las estupideces como estas, y mucho menos en los colectivos y las victimizaciones.

La cuestión es que este pigmeo horrendo que parece un duende sacado de una película de terror, llamado Cecilia Moreau (Presidenta de la Cámara de Diputados), apareció junto a todas estas feministas selectivas para operar contra un diputado del partido político Propuesta Republicana. O sea, la "Derecha Neoliberal". Me refiero a Cristian Ritondo. Y aclaro que le digo "Presidenta" a Cecilia Moreau porque es un enano muy rabioso que se enoja cuando le dicen "Presidente".

Todo este circo de progresía fusionado con un Peronismo berreta salió al ataque contra Ritondo, porque no le gustó que gritara en el recinto. Y quien le salta a la yugular es la misma gente que revoleó CATORCE TONELADAS DE PIEDRAS durante el gobierno de Mauricio Macri. Aun así, se ofenden por un par de gritos.

También sostienen que el diputado Ritondo hizo un gesto que llama a la "cultura de la violación", ya que este PRÓCER les hizo a los kirchneristas el gesto que pueden ver a continuación:



Y como consideran esto una "cultura de la violación", están pidiendo que echen a Ritondo de la Cámara de Diputados; más allá de que ese gesto sea algo muy distinto a lo que hizo el diputado kirchnerista José Alperovich; que fue COMETER una violación. 

Para las femini$tas, esto no es tan grave como hacer un gestito que perpetúe la cultura patriarcal y todas esas estupideces.

Supuestamente, una seña con los dedos es más preocupante que VIOLAR a tu sobrinita, como ha hecho la persona del partido político que hoy se horroriza con el gestito de Ritondo; de la misma forma que se horroriza con sus gritos pero no con la cantidad de piedras que arrojaron ellos mismos durante el gobierno macrista.

Fue así cómo salieron todos en esta defensa de la pobre mandataria de la Cámara de Diputados, en donde repudiaron los "gestos misóginos" de Ritondo, que además los hizo cuando estaba justo de espaldas a Moreau; motivo por el cual no pudieron haber sido dirigidos hacia ella. Pero no importa. Ya sabemos cómo operan los kirchneristas en esta etapa final de su gobierno, sabiendo que se van y no vuelven.


Lo que sí vale la pena remarcar es que todos los payasos que salieron a repudiar el gesto de Ritondo, en una encíclica papal firmada por todos y cada uno de estos personajes siniestros, son los mismos que votaron a favor de los violadores en el Congreso.

El 23 de Noviembre de 2016, toda la Izquierda, la Centroizquierda y los kirchneristas se opusieron a quitarles privilegios a los violadores que estaban cumpliendo condena.

Quienes firmaron esta carta de repudio hacia el "misógino de Ritondo y la Malvada Derecha de la Propuesta Republicana" son los mismos que cerraron bien la boca respecto del caso Alperovich, que recién mencioné. Alperovich, que es un senador del Frente de Todos, VIOLÓ a su sobrina. No estamos hablando de ningún gestito de la cultura de la no sé qué.

Quienes firman esta carta pidiendo la expulsión de Ritondo son los mismos que se callan respecto del ex senador Jorge "Loco" Romero, acusado de VIOLAR a más de una de las militantes de La Cámpora.

Sin embargo, parece que la violación a una militante de su propio partido no es tan grave como un gestito, ya que éste perpetúa la "cultura patriarcal", la "masculinidad tóxica", y todos esos cuentos.

Para las referentes del Femini$mo Argentino, no es tan grave violar. Por eso la legisladora Ofelia Fernández se calló la boca cuando hubo una violación en las tomas de escuelas que ella tanto fomentaba, para "no darle de comer a la Derecha".

- ¿Violaste?
- Bueno, no es tan grave. Mejor no digamos nada, así no le damos de comer al sector que hace gestitos que perpetúan la cultura patriarcal, violatoria y falocentrista.

¿Se entiende la payasada, la hipocresía, y por qué ya nadie le cree un carajo a este gobierno, salvo un 20% de pobres fanáticos que no fueron bien alimentados de niños?

No los podemos culpar, pero son tipos que repiten que si vos no te arrodillás ante Cristina Fernández de Kirchner, estás lleno de odio (un término actual para lo que antes era "blasfemia"). Encima son tan tarados que le dicen "jefa" a una servidora pública.

El Kirchnerismo tiene indignación selectiva. 

Se ofenden por gritos en el Congreso, cuando la historia misma del Parlamento (por algo se llama así) consiste en que los señores vayan a debatir y se caguen a gritos si es necesario.

Se ofenden por los gritos de Ritondo o cualquier otro diputado opositor, como Waldo Wolff o Fernando Iglesias. Pero no se ofenden por las CATORCE TONELADAS DE PIEDRAS que arrojaron para desestabilizar a un gobierno que a ellos no les gusta, y que fue elegido democráticamente.

Se ofenden por el gestito de Ritondo, que es lo que hacemos todos y cada uno de nosotros cada vez que vamos a la cancha a ver un partido de fútbol. Pero claro, eso es ofensivo al igual que el fútbol. Según el funcionario oficialista adolescente que dice "les pibis" y se parece a Gollum de "El Señor de los Anillos", el fútbol es violatorio.

Se ofenden por un gestito. Pero no por la violación de Alperovich a su sobrina, ni por la de Romero a sus militantes. Tampoco se escandalizan por la violación en la escuela tomada. Eso se lo callan.

Aparentemente, el problema no es la violación en sí, sino la cultura de la violación.

Muy raro todo.

En conclusión, yo no les creo nada.

Desde este espacio, yo estoy con el diputado Cristian Ritondo y todo el arco de la oposición (excepto Facundo Manes), que hicieron lo que tenían que hacer.

Pusieron los huevos que había que poner, para evitar que este régimen en decadencia termine de llevarse puesta la república.

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