Agresor queda impune gracias a la ideología de género
Esto pasó en España.
Antes de explicarlo, quiero recordarles lo siguiente:
SE LOS DIJE.
Una mujer denunció a su marido (con quien está en una relación desde el año 2011) por violencia machista. Esto incluía agresiones psicológicas, insultos, y por supuesto, golpes.
La mujer acude a la Justicia. Lo denuncia.
Pero el hombre cambia de género y la denuncia queda sin efecto.
Estas son las consecuencias de la Ley de Identidad de Género, que establece que cualquiera puede ser lo que siente.
Y no es el primer caso. Ni siquiera en España.
En Asturias, un bombero fue denunciado por violencia de género; y en el medio de la causa, cambió de género diciendo mágicamente que se autopercibía mujer. Por lo tanto, en vez de haber cometido un acto de violencia "de género" (entre comillas, porque la violencia no tiene género), pasó a tener una riña de chicas, sin importar que una de ellas mida 1,90 metros y pese 85 kilos; y la otra mida 1,62 metros y pese 49 kilos.
Parece no tener relevancia que una de las 2 chicas tenga muchísima más masa muscular que la otra; porque si nos fijáramos en eso, seríamos "transfóbicos", y tenemos que evitar que una minoría de boludxs se sienta discriminada.
Actualmente, cuando el agresor sexual dice que se siente una mujer, hay que creerle.
Y esto no se trata de un caso aislado.
He hablado un sinfín de veces acerca del violador en Reino Unido (Stephen Wood), que de pronto, en el medio de su condena, se autopercibió mujer (Karen White). Y como el mundo enloqueció, no hubo mejor idea que trasladarlo a la cárcel de mujeres, en donde obviamente se abusó de las otras reclusas.
Lo mismo sucedió en Washington, Estados Unidos.
Y nuestro país, Argentina, no fue la excepción; ya que esto pasó en Ezeiza y en la Provincia de Córdoba.
En este mundo chiflado, un agresor sexual, un violador, un golpeador de mujeres, un asesino, puede decir:
"¡No, yo me autopercibo como una caja de cartón!"
Y frente a ello, la caja de cartón se vuelve inimputable, porque no hay un Código Penal que diga que podamos meter presa a una caja de cartón.
Algunos pensarán que estoy exagerando, pero esto también está ocurriendo.
En los últimos 7 años, la Izquierda Progresista nos sumió en una locura. Por algún motivo, de un momento a otro, el mundo se empezó a ir al carajo. Aproximadamente, desde 2015. Casi como si hubieran activado algo que hizo efecto en la cabeza de la gente.
Con respecto a la noticia principal de mi nota, la mujer se quedó sin protección tras descubrir que su ex pareja había modificado su nombre en el Registro Civil. Para la Justicia, ambos tienen un mero conflicto doméstico.
O sea que un hombre recontracagó a trompadas a una mujer. Pero como ahora se identifica como mujer, lo que sucedió fue que se pelearon 2 chicas...
La mujer se ha quedado sin el amparo de la Ley de Violencia Machista, porque su ex pareja se ha cambiado de género. Ahora, ya no es Agustín, sino Julia.
Esto es el Feminismo de Género. Está conformado por unas oportunistas de mierda, que se aferran de las banderas nobles para llenarse los bolsillos y servirse de lo público, utilizando a la gente idiota como herramientas políticas. Y no solo no han resuelto una sola problemática de las que sufren las mujeres, sino que las están agrandando; porque además de que te golpean, tu victimario puede decir que es mujer, de manera tal que las autoridades judiciales no se van a entrometer y van a considerar la agresión como una pelea de chicas, quedando sin efecto la ley que los propios políticos fabricaron al sentirse super progresistas.
¿Entienden el delirio?
Para insistir con que esto no es aislado, mencionaré un caso menos dramático:
En Argentina, las mujeres se jubilan a partir de los 60 años. Y los hombres, desde los 65.
Sergio Lazarovich, un argentino de 59 años, se cambió de género. Y desde que cumplió los 60, goza de su jubilación, al obtenerla a la edad que le corresponde a una mujer.
En definitiva, hay que cortarla con esta superstición de la ideología de género, que consiste en que un hombre puede afirmar que es mujer.
¿Además cómo sabemos que los hombres no son en verdad mujeres lesbianas con pene, actitudes socialmente atribuidas a los hombres y cierto machismo internalizado?
¿Cómo sabemos a ciencia cierta que las mujeres no son hombres gays con vagina vestidas como se le atribuye socialmente a la mujer, si todo es un constructo social?
¿No sabemos realmente lo que somos?
Digo esto porque nuestra propia identidad y construcción social está absolutamente condicionada por el sistema en el que vivimos, lo que nos enseñaron durante nuestra infancia y adolescencia, etc. Nuestra autopercepción está completamente limitada, y no puede ser parámetro de nada.
Entonces, ¿cómo nos damos cuenta de que yo (hombre) no soy una mujer?
No me respondan con argumentos biológicos, diciendo que parezco un hombre. Según los estudios de género, eso es algo transfóbico, y los libros de Biología hay que quemarlos en la hoguera junto con todos los científicos.
Estamos yendo para cualquier lado. Y mientras la gente vive en una nube de pedos, acá hay tipos que dicen considerarse mujeres, luego de estar violando y cagando a palos a las minas. En efecto, van a parar a cárceles de mujeres.
Los políticos están PELOTUDEANDO.
De hecho, en Argentina, aquellas mujeres que dicen ser feministas nos ponen un Ministerio de la Mujer; y mientras hay una mujer asesinada cada 25 horas, dicho Ministerio se dedica, por ejemplo, a censurar Dragon Ball en Cartoon Network porque tiene violencia simbólica.
Lo que estamos viendo es demencial.
Como dijo Ivo Cutzarida, la Tierra es circular y hay 2 sexos.
Y como digo yo, la violencia no tiene género.
Si la cagó a trompadas, tiene que ir preso.
Se autoperciba hombre, mujer, caja de cartón, perro dálmata o bicicleta.
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