Cupos femeninos
En Argentina, se están aplicando en estos últimos años los llamados cupos femeninos, tanto en los cargos políticos ejecutivos como en los eventos musicales.
Por ejemplo, a través de esta ley, es obligatorio que el Poder Ejecutivo Nacional esté compuesto por un 50% de hombres y 50% de mujeres.
Pero la realidad es que los cupos femeninos son lisa y llanamente una DENIGRACIÓN a la mujer.
En primer lugar, el género de la persona no debería importar en el momento de ocupar un puesto de trabajo. Lo que vale es la experiencia laboral, los títulos académicos, etc.
En segundo lugar, no hay nada más insultante que cometer un acto de discriminación positiva, porque otorgarle un cupo femenino a una mujer solo por ser mujer implica sentir lástima por ella, considerando que su género (femenino) es el motivo por el cual esta persona no es capaz de conseguir un trabajo por su propia cuenta. Se la está tratando como si fuese una persona discapacitada. Lo mismo pasa cuando se busca darle un cupo a una persona de color o transexual.
En tercer lugar, si en el Estado Argentino hubiera que armar un gobierno de excelencia con más del 50% de mujeres idóneas (como pueden ser 99 sobre 100), esto no va a ser posible; porque los cupos femeninos lo impide. Se deben contratar 50 mujeres y 50 hombres. Para que no piensen que estoy haciendo una exageración, esto ya pasó en nuestro país, cuando se quiso presentar un partido político que estaba compuesto por mujeres en su totalidad; y por culpa de la ley de cupos femeninos, no pudieron. Las mujeres se vieron perjudicadas. Y lamentablemente, este tipo de medidas afecta también a los hombres; porque si ponemos un ejemplo contrario, en donde un Presidente quiere gobernar 22 ministerios ocupados mayormente por hombres (al no encontrar mujeres que estén más capacitadas que ellos), la ley de cupos le exigirá que designe 11 mujeres y 11 hombres, y tendrá que contratar a personas que no están en condiciones de ocupar dichos cargos pero lo ejercerán por el mero hecho de tener vagina.
Por su parte, hace apenas un par de años, ocurrió algo idéntico en el ámbito artístico. Un grupo de rock, que estaba conformado por 4 mujeres que tocaban y cantaban de manera extraordinaria, no pudieron dedicarse a eso porque la ley de cupos arruinó la banda, al exigir cierta cantidad de hombres y cierta cantidad de mujeres dentro de la misma.
Así que tengamos cuidado con la idea de ser inclusivos; porque al final, podemos estar empeorando las cosas.
Además los cupos femeninos en el rock son aún más ridículos; porque el rock se caracteriza por ser un género musical muy contestatario, y no hay nada más contradictorio que ser rockero y al mismo tiempo pedirle ayuda al Estado o presentar un proyecto de ley para que te dejen cantar en los festivales. Y desde luego que en el mundo de la música, lo que en verdad importa es el talento y la creatividad, mas no que seas un artista masculino o femenino.
Por más que los progresistas y kirchneristas piensen que esto es una forma de incluir a las mujeres, hay que ser muy imbécil para tratar de garantizarle un lugar a alguien en base a los genitales. Acá no hay ninguna inclusión.
En el caso de la política, lo que se tiene que hacer antes de meter a una persona en el Poder Ejecutivo es tomarle un EXÁMEN, que es lo mismo que rinden los alumnos que quieren empezar a estudiar una carrera universitaria. Ni siquiera alcanza con el currículum. Los funcionarios públicos no deben estar en el Estado por genitalidad, sino por capacidad.
Entonces, en vez de poner cupos pelotudos, pongan un sistema de selección por virtud para los políticos, de manera tal que cuando deban rendir un examen para ser funcionarios a través de la idoneidad, todo vaya mejor.
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