Meritocracia

La meritocracia supone un sistema basado en el mérito, proponiendo que cada quien tenga lo que se merece y así se rija la galaxia.

Si bien yo lo considero utópico y tan alejado de la realidad como el paraíso comunista, hay algo que me saca de quicio cuando se habla acerca de este sistema. Me estoy refiriendo a la respuesta típica que obtenemos por parte de la progresía cada vez que mencionamos el término "meritocracia".

Cuando decimos esta palabra mágica, activamos un catalizador en la mente programada del marxista promedio para que de forma automática, nos responda que la meritocracia simplemente lograría que aquellos privilegiados con contactos puedan acomodarse en los mejores puestos de trabajo, mientras que aquellos que hayan nacido sin posibilidades se estancarán de por vida en la pobreza, la miseria y la indigencia.

Esta es una clara muestra de la idiocia que predomina en nuestra generación, ante la incapacidad de razonar algo tan lógico.

No, queridos cerebros lavados por la televisión y la Internet...

En un sistema de MERITOCRACIA, la persona acomodada en un cargo por un contacto no existiría.

¿Qué mérito hay en que tu padre te acomode como CEO de su propia empresa?

Eso no es mérito, estúpidos...

Lo mismo ocurre cuando ponen como ejemplo al político que logra ocupar un cargo público a través de un amigo o familiar. Eso es algo que ya existe en la actualidad; NO en la utopía meritócrata. 

Incluso está ocurriendo dentro del gobierno que les gusta a los kirchneristas, quienes también caen en este planteo absurdo. ¿O qué mérito hizo Máximo Kirchner para ser diputado nacional?

La cuestión es que no hay ningún esfuerzo o merecimiento en el nene de papá que se queda con la empresa del padre sin haber trabajado. En el ideal meritócrata, el pibe tendría que romperse el lomo trabajando para suceder al padre o dejarle el lugar a alguien más capacitado; o sea, a una persona que haya hecho MÉRITO. No es posible que no sepan entender algo tan pero tan simple.

Además plantean que la meritocracia podría funcionar únicamente si todos tuviéramos las mismas oportunidades, cuando en realidad, el mérito se consigue A PESAR de que dichas oportunidades no existan...

Esto lo puedo demostrar poniendo un par de ejemplos, que son los siguientes:

En Argentina, hay una gran cantidad de hombres que tienen la misma edad que el futbolista Carlos Tevez, y crecieron con más oportunidades en la vida que él. A diferencia de Tevez, que ni siquiera podía comer todos los días, esta otra gente tuvo acceso a la educación privada. Sin embargo, Tevez tiene más dinero en el banco y reconocimiento a nivel mundial que todos ellos.

¿Ven que cuando hay mérito, la desigualdad de condiciones NO IMPORTA?

Otro ejemplo más obvio puede ser el de Diego Armando Maradona, el mejor jugador de fútbol de toda la historia.

Maradona se encontraba en plena situación de pobreza. Salió del barro, de la villa, de la miseria, de lo más bajo. Y con esfuerzo, talento, disciplina, llegó a lo más alto para ser reconocido como el mejor en su ámbito. Logró triunfar en Europa, salir campeón con su selección de fútbol, percibir su sueño y volverse una persona famosa y exitosa. TODO sin la ayuda de nadie, es decir, sin contar con las mismas oportunidades que los demás. De eso se trata la meritocracia...

Y si este sistema existiera realmente, entonces el mundo debería estar LLENO de tipos como Tevez o Maradona; y por otro lado, no habría gente acomodada con contactos facilitadores.

Evidentemente, en la mente de un progresista promedio, el pobre es pobre y lo seguirá siendo toda su vida; porque cree que no tiene mérito ni merece oportunidades. Para los progresistas, la delincuencia es causada por la desigualdad (los pobres); y la droga y el narcotráfico son consecuencia de la marginalidad.

La Izquierda siempre estigmatiza a los pobres. Para esta ideología, el pobre es un inútil, y es incapaz de sobresalir; aún en un sistema que premia el mérito. Los izquierdistas interpretan que el pobre es un ser inferior, el cual no es capaz de hacer mérito alguno.

A fin de cuentas, los matapobres son ellos...