Los estudios de género son insostenibles


Al igual que hace siglos atrás, hoy existe un sistema de creencias que predomina por encima del conocimiento científico. 
Así como en tiempos de antaño se acusaba de blasfemo a todo aquel que cuestionara el sistema de creencias impuesto, hoy se acusa de acusa de cometer un delito de odio a quien cuestione el sistema de creencias que se impone en la actualidad.

Dicho sistema se llama "estudios de género"; y se basa en la premisa de que uno es lo que siente o lo que se autopercibe. Un planteo total y absolutamente demencial, delirante y descabellado. 

A continuación, te voy a explicar con algunos ejemplos por qué la temática que estoy tratando en esta nota es rematadamente falsa. También te voy a demostrar cómo es que la gran mayoría de quienes difunden estas ideas tampoco las creen realmente, ya que las defienden siempre y cuando no toquen intereses verdaderamente poderosos. 

¿Por qué lo digo?

Porque si bien el ejemplo que voy a poner puede resultar algo provocador y va a causar el llanto, las lágrimas y las pataletas de los progresistas amantes de la obediencia civil y el discurso de Netflix y la oligarquía política, lo voy a mencionar de todas formas; porque tiene mucho que ver con el tema en cuestión.

El ejemplo consiste en que si yo (un ciudadano argentino) soy en verdad lo que me autopercibo, ¿entonces por qué debo ser de nacionalidad argentina y no de otro país?

Para que me entiendan mejor, voy a sugerir el siguiente desafío:

Tomen un curso de inglés, aprendan el idioma, péguense un baño de cultura estadounidense, consuman todas sus comedias de situación, sus películas, sus libros, háganse amigos de estadounidenses, y vayan a los Estados Unidos. Una vez que estén allí, digan que se autoperciben como ciudadanos estadounidenses; y fíjense si habiendo hecho esto, algún tipo de autoridad norteamericana va a preocuparse para que ustedes no se sientan discriminados y les otorgará la ciudadanía estadounidense.

Como en realidad yo soy un ciudadano argentino, la ciudadanía de los Estados Unidos no me la van a dar; por más que domine el idioma a la perfección, tenga amigos de dicho país y me encante la cultura. Y esto ocurre porque cuando la autopercepción toca ciertos intereses o se mete con la realidad, los estudios de género ya dejan de importarle incluso a aquellos que predican que esta idea es verdadera. No te van a dar la ciudadanía estadounidense si decís que te autopercibís yanqui.

Seguramente, los progresistas van a decirme que estoy desvirtuando y tergiversando, ya que ellos se refieren a la identidad de género. 

Pero siendo sinceros, esto sí tiene que ver por cuatro razones:

1) Con la misma lógica de la autopercepción y la deconstrucción, podríamos relativizar todo y decir que el hecho de que yo me sienta argentino por simplemente haber nacido de forma azarosa en un pedazo de tierra es una construcción social y cultural.

2) Este punto es aún más importante que el anterior; porque ni bien se presenta un problema serio, la ciencia anula automáticamente la premisa de la autopercepción.

Voy a demostrar esto a través de un ejemplo muy reciente:

Cuando apareció el COVID-19 en el mundo y la humanidad no sabía de qué se trataba este virus, los científicos se tuvieron que poner a investigar; y se hablaba acerca de cómo afectaba a los hombres y a las mujeres. Las estadísticas decían que el COVID perjudicaba más a la mujer que al hombre por tal cuestión anatómica.


La cuestión es que si la idea de la autopercepción fuera cierta y tuviera algún tipo de sustento, entonces las mujeres podrían directamente autopercibirse hombres y ser menos afectadas por el virus. Pero desde luego que eso no pasa. 

La humanidad se vio cara a cara con una pandemia; y tuvo que acudir a la ciencia. Los delirios del género ya no importaban. El virus no iba a afectarte de tal o cual manera en función de tu autopercepción, sino en base a las características anatómicas y biológicas que conforman tu sexo, y que no son las mismas en hombres y mujeres.

Esta es una realidad innegable; y no podemos negarla, porque ya nos ha ido mal rechazándola y retrasando los conocimientos y avances científicos en la historia.

3) Los estudios de género son un conjunto de ideas anticientíficas; porque justamente, niegan la ciencia, la acusan de equivocarse y reivindica sus ideas. Hemos escuchado infinidad de veces el "argumento" que reza que los médicos se equivocan al asignarnos un sexo al nacer. 

Algunos ideólogos de género han ido más allá. Por ejemplo, Nicholas Matte ha llegado a decir en televisión que la ciencia está equivocada y que no existe tal cosa como el sexo biológico.

Tal como en el pasado, volvemos a esta concepción de que "la ciencia no tiene la razón; ésta sería la hereje, la blasfema, o como se dice actualmente, la que da el discurso de odio. Mis ideas son las correctas, y son ellas las que deberían predominar".

Nos encontramos frente a una noción oscurantista. Por definición, el oscurantismo es la prohibición de divulgación de conocimiento.

"Cuando nacés, la ciencia te asigna un sexo; pero eso es un error porque todo es una construcción natural, y mis ideas delirantes en las que yo soy una super modelo y no un hombre son la realidad y lo que debe prevalecer".

"La Biología es mala. Ahora, se llama biologicismo. Y hay que democratizarla para no discriminar a nadie".

¿Entendemos lo que está pasando? 


La definición de ciencia es el conocimiento obtenido a través de la observación.

De este modo, si un grupo de arqueólogos observa mis huesos 500 años después de haber muerto, ellos no van a poder saber si yo me autopercibía hombre, mujer, no binario o Napoleón Bonaparte. Van a saber que yo era una persona de sexo masculino por una cuestión científica. Les guste o no.

4) Acá vuelvo al primer ejemplo que di sobre autopercibirse como una persona de otra nacionalidad; porque como toda fantasía, esto no tiene límites.

Si la premisa es la autopercepción, entonces puedo ser lo que quiera.

Esto no tiene que ver únicamente con el género; porque si todo es un construcción social, ¿entonces por qué no lo es también el hecho de que nosotros seamos seres humanos? ¿Quién decretó qué es un ser humano? 

Si vamos al caso, las personas que se autoperciben de tal o cual manera no pueden definir qué es una mujer o un hombre; porque cada uno de ellos lo vive o percibe de distinta manera. Es más, hasta hemos llegado a escuchar a travestis decir que "son más mujeres que una mujer cisgénero porque ellos eligieron ser mujer; en cambio, las mujeres nacieron así por azar".


Bajo el fundamento de la autopercepción, no hay ningún tipo de barreras. Si no hay un sustento científico o evidencia observable de que uno es lo que es, entonces el límite es el cielo.

De hecho, si nos ponemos a analizar esto con mayor profundidad, yo me puedo preguntar por qué estoy tan seguro de ser un hombre. Supuestamente, si me identificó así, entonces eso es lo que soy. Sin embargo, yo podría argumentar que mi autopercepción está absolutamente condicionada por el sexo que "se me asignó al nacer", la crianza y las enseñanzas que tuve, etc. Todo está acotado por el entorno social, cultural e idiomático bajo el que crecimos. 

Entonces, ¿cómo puedo saber si mi autopercepción es esa y no una que esté condicionada por todo el ambiente que me rodea?

¿Cómo puedo saber si soy un ser humano, si esta es otra categoría?

Y no estoy exagerando. Existen personas que son transespecie:


Asimismo, hay gente que se casa con cosas:



También hay personas que son transcapacidad; es decir, se autoperciben como discapacitadas. Y por eso se quitan los ojos, los brazos o las piernas.


La especie humana es a fin de cuentas una categoría más.

Y con este razonamiento, puedo preguntarme también por qué tengo treinta años y no ocho.

Lo que digo no es broma. Hay personas que se autoperciben de otras edades. En algunos países, es legal cambiar tu acta de nacimiento por la fecha en la que vos sentís que naciste.


Si todo depende solo de la autopercepción, entonces puedo ser Napoleón Bonaparte, un caballo o un ciudadano estadounidense. 

Es la identidad que yo autopercibo, y no me pueden discriminar diciendo que no lo soy.

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