El hombre que se autopercibe como un gato
Voy a empezar esta nota felicitando a la Justicia argentina, que debe haber sido la única cosa bien que hizo desde su existencia, que fue juzgar a un "gato" como el ser humano que realmente es.
La persona que me está leyendo debe pensar que digo una obviedad. Pero no lo es. Varias veces yo menciono los famosos casos de violadores que terminan siendo recluidos en cárceles femeninas solamente por autopercibirse mujeres (como "Karen White", por ejemplo), en este sistema demencial que no tiene mejor idea que decirles "ok; si te autopercibís mujer, entonces andá a la cárcel de mujeres". Y por supuesto que el violador, al estar encerrado con un montón de mujeres, va a terminar violando a cualquiera de las que se encuentren allí.
Afortunadamente, en el caso que estoy tratando ahora, la Justicia falló a favor de la lógica, y condenó a un criminal llamado el "hombre gato" a cadena perpetua, luego de que éste asesinara a dos mujeres en la Provincia de Mendoza: su madre y su tía.
El femicida se autopercibía como un gato, motivo por el cual es probable que si lo hubiese agarrado otro Juez o si estuviera en otro país, este tipo estaría en un refugio para animalitos.
Así de disparatados son los estudios de género. Y los menciono porque de eso se trata esta lógica. Si puedo ser biológicamente un hombre y socialmente una mujer, ¿por qué no puedo ser biológicamente una persona pero socialmente un animal? Es lo mismo.
Al no haber un sustento científico sólido, racional, no se presenta ningún límite. Podemos ser cualquier cosa y no saberlo. Por ejemplo, yo puedo creer que soy un hombre heterosexual porque me asignaron el sexo masculino, me criaron como a un hombre, me regalaron ropita celeste; entonces, crecí con ese rol asignado. Pero quizás soy una mujer lesbiana y no lo sé. De este modo, capaz que soy un gato y no lo sé, ya que el único motivo por el cual me autopercibo humano se debe a que yo crecí en un entorno que me hizo creer que yo era humano, porque la ley dice que soy una persona física, por los libros que me hicieron leer, la documentación que se me otorgó, etc.
Por su parte, durante todo el juicio, el "hombre gato" se la pasó maullando. Él está convencido de que es un gato. Se autopercibe así. Este es un hecho idéntico al de Tom Peters, de Reino Unido. Es un hombre que se autopercibe como un perro dálmata, vive como tal, se confeccionó todo un traje que lo hace muy parecido a este animal, camina en cuatro patas, come alimento para mascotas, y lleva un collar puesto, siendo éste el primer accesorio que se compró. O sea que estamos hablando de un transespecie que tiene toda una historia de vida detrás.
Ahora bien, la pregunta es:
¿Vamos a separar la autopercepción (y la fantasía en varios casos) de la realidad? ¿O vamos a seguirles el juego?
Por ejemplo, si la persona transedad Stefonknee Wolscht, que tiene unos 57 años pero autopercibe como una chiquita de 6, quiere tener un noviecito de 7 el día de mañana, ¿vamos a seguirle la corriente o vamos a juzgarlo como un pederasta?
Hasta ahora, la Justicia no ha dado buenas respuestas ante estas situaciones.
Al igual que los violadores autopercibidos mujeres, trasladaron a un golpeador de mujeres a una cárcel de mujeres por autopercibirse una persona de género femenino en la Provincia de Córdoba. ¿Cómo terminó eso? Con violaciones y embarazos.
Pero atención acá, que la Justicia hizo una bien. Juzgó como un hombre al autopercibido gato, y le dio cadena perpetua. Celebrémoslo, porque no es muy común que pasé esto en la era oscurantista bajo la cual vivimos actualmente. La Justicia separó la autopercepción del hombre gato de la realidad. No se lo mandó a un refugio para gatitos, ni se lo dio a una familia para que lo críe mejor y se vuelva menos violento. Lo condenó a cadena perpetúa. Y lo mismo tiene que suceder con aquellos que se autoperciben de otro género, a diferencia de quienes se identifican como alguien de otra especie. Tenemos que marcar un límite. Además estas personas no están acompañadas por un psiquiatra que les hace una pericia y determina que efectivamente, eran neurológicamente mujeres. Esto es únicamente la autopercepción. Y nadie discute que el violador diga sentirse mujer.
Tomemos el ejemplo del "hombre gato", que fue juzgado como un ser humano; y juzguemos a los violadores como lo que en verdad son. No como mujercitas.
Yo sé que esto es algo posible.
No es tan difícil...
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