¿El Capitalismo oprime a la mujer?
Por ejemplo, el diario argentino Página 12 publicó un artículo en el que una artista llamada Dolores Solá dice:
"En el Capitalismo, la primera perjudicada es la mujer".
El Cato Institute ha cruzado los datos del Instituto Fraser con indicadores sociales relativos a las mujeres, que se desprenden del Índice de Desigualdad de Género (IDG) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2010); y comprobó lo siguiente:
Como es de imaginarse, el Capitalismo y el Patriarcado tienen la culpa de todo. SIEMPRE...
Por su parte, el ideal marxista señala:
"La sociedad capitalista asigna roles de género para garantizar la reproducción de la fuerza de trabajo. Una de las fuentes más notorias de opresión hacia la mujer radica en el papel de la familia como reproductora de la fuerza de trabajo para el capitalismo y en el papel desigual de la mujer en ese proceso".
Todas estas palabras conforman un relato que no tiene un mínimo de seriedad, porque carece de contenido y de evidencia empírica.
Para empezar, adjudicarle al Capitalismo la responsabilidad o la culpa de la opresión hacia la mujer no es solamente algo rebuscado, sino fácilmente desmontable con datos concretos.
Sin ir más lejos, el sistema capitalista LIBERÓ a las mujeres de esa opresión patriarcal de la que tanto hablan las feministas de izquierda.
Fue este sistema el que sacó a las mujeres "de la cocina". Hace 100 años atrás, las tareas domésticas estaban a cargo casi exclusivamente de las mujeres. Este es un típico caso de roles de género asignados. Las nuevas tecnologías desarrolladas gracias a la libertad de mercado han logrado que la mujer abandonara dicho rol, metiéndola en el sistema a competir cabeza a cabeza con los hombres. A través de los avances tecnológicos, el mercado laboral desligó de las tareas domésticas a las mujeres que estaban sometidas a cocinar y limpiar la casa para que pudieran fabricar máquinas, artilugios, artefactos, etc, reemplazando aquellos trabajos que requerían fuerza bruta y que la mujer promedio no podía realizar, al tener menos peso y masa muscular que el hombre promedio.
El motivo que se esconde detrás de esta explicación es muy simple:
El Capitalismo necesita a las mujeres compitiendo en el mercado; NO tenerlas oprimidas en sus casas cumpliendo un rol de género asignado.
Hasta fines de la década del 70, en el mundo trabajaba solo el 35% de las mujeres. En cambio, en la actualidad, más del 82% de las mujeres están insertadas al mercado laboral, gracias a las oportunidades laborales que brinda el Capitalismo "opresor y generador de desigualdad". Hoy en día, la mujer puede emprender, generar, producir.
Al mercado no le importa tu género, raza, religión u orientación sexual; porque tiene que ser ciego para ser eficiente.
En otro orden de cosas, si una feminista de izquierda quisiera educarme al debatir sobre este tema, le advierto que eso también lo va a poder hacer gracias al Capitalismo; porque desde la existencia de este sistema, las mujeres tuvieron muchas más posibilidades de acceder a la educación. Solamente tomando datos del último medio siglo, la tasa de participación femenina en la educación secundaria subió del 30% al 80%, según las estadísticas del Banco Mundial.
Con respecto a la brecha salarial, que tanto le atribuyen las feministas al Capitalismo, ésta se basa únicamente en un promedio de todos los salarios que ganan los hombres y las mujeres, sin contemplar la misma cantidad de horas trabajadas en cada sexo, presentismo, experiencia laboral, etc. Cuando esto se tiene en cuenta, la brecha salarial desaparece. Y es algo lógico, porque la brecha salarial le daría ventaja en el mercado a la mujer; es decir, si yo fuese un empresario que debe elegir entre un hombre y una mujer que van a hacer exactamente el mismo trabajo y la mujer me está cobrando menos, entonces la contrataría a ella, porque el costo salarial me saldría más barato. No solamente eso, ya que si nos fijamos en lo que ha sucedido con esta brecha salarial mal calculada (que no significa una discriminación real), veremos que el Capitalismo se encargó de reducirla, y aún sigue por esta tendencia. En 1970, había una brecha salarial de un 45%. Y hoy, gracias al libre mercado, cayó drásticamente al 15%. Esto no se debió a los pañuelitos verdes, la lucha feminista y los movimientos de izquierda, sino al sistema que supuestamente oprime a la mujer.
De hecho, el índice de desigualdad en los países con menos libertad económica es del 50%, y en las economías más capitalistas es del 13%. Estas cifras son del Índice de Libertad Económica del Instituto Fraser y los indicadores de desigualdad de género que calcula la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El Cato Institute ha cruzado los datos del Instituto Fraser con indicadores sociales relativos a las mujeres, que se desprenden del Índice de Desigualdad de Género (IDG) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2010); y comprobó lo siguiente:
1) La desigualdad entre hombres y mujeres es 2 veces más baja en los países con una economía capitalista que en aquellos que mantienen una economía cerrada y reprimida. Estamos hablando de un 0,34 contra un 0,67.
2) En los países económicamente más libres, el 71,7% de las mujeres ha terminado la educación secundaria, mientras que en los menos capitalistas, solo el 31,8% ha podido pasar por ella y finalizarla.
3) En materia política, justamente desde la existencia del Capitalismo, la presencia femenina en el ámbito parlamentario creció tremendamente en las últimas décadas; a diferencia de lo que pasa en algunos países de extrema izquierda que les gustan a las feministas, donde la representación de la mujer es básicamente nula. Los Parlamentos de los países económicamente más libres tienen una media de 26,8% de representantes mujeres, mientras que los menos capitalistas tienen una representación de apenas el 14,9%.
4) La mortalidad maternal en los países económicamente más libres es de 3,1 por cada 100.000 nacimientos, mientras que en los menos capitalistas, ese valor se encuentra en 73,1 muertes. Entre tantas cosas, esto se debe a la tecnología médica que se desarrolla en los sistemas capitalistas.
5) La tasa de fecundidad de adolescentes en los países económicamente libres es de 22,4 por cada 1.000 mujeres de entre 15 y 19 años, mientras que en los países menos capitalistas, encontramos 87,7 casos.
¿Entendés que te están mintiendo, querida feminista?
Lo que estás militando no es Feminismo, sino una herramienta de utilización política destinada a cooptar idiotas útiles. Este Feminismo actual no es más que un slogan del que se adueñó la Izquierda para sumarte a vos, feminista, a su batalla en contra del sistema que te sacó de la cocina, te insertó en el mercado laboral, te dio acceso a las universidades y te brindó representación política. Por lo tanto, yo te aconsejaría que no te dejes engañar más por este falso Feminismo, que fue secuestrado por la Izquierda con el fin de hacerte creer que el Capitalismo es el responsable de todos tus males.
Y si hay algo que la Izquierda no te cuenta, es que en los países donde gobiernan ellos, la representación de la mujer es MÍNIMA en todos los ámbitos.
Te digo más:
La Izquierda te oculta que en sus regímenes, las mujeres eran enviadas a campos de concentración por querer divorciarse, elegir cómo vestirse o qué música escuchar; y las masacraban, las mataban si violaban las reglas de dichos campos de concentración. Esto pasaba en la Bulgaria Comunista: Lovech y Skravena.
En la Unión Soviética, las mujeres también iban a parar a campos de concentración, por ser la pareja de algún disidente del régimen; y terminaban siendo asesinadas.
Es por eso que históricamente, el Feminismo no ha sido de izquierda.
También deberías saber que todos los derechos conquistados por las mujeres después de la Revolución de la Unión Soviética, que tanto te venden, YA EXISTÍAN hace bastante tiempo en el mundo occidental.
En tanto, uno podría preguntarse cómo estaban las mujeres previo a la existencia del Capitalismo. No estaría nada mal investigar acerca del rol de la mujer durante el Feudalismo (sistema con el cual el Capitalismo vino a terminar).
¿O acaso piensan que en la Edad Media, la mujer tenía libertad, representatividad y empoderamiento, hasta que llegó el "Malvado Capitalismo" a oprimirlas?
¿En serio esta generación puede ser tan IDIOTA?
Previo a la existencia del Capitalismo "opresor", la mujer ocupaba un rol de sumisión al hombre. Las pocas mujeres que podían evitar esta relación de dependencia eran perseguidas y acusadas de brujería.
La estratificación social era permanente. Por ejemplo, si una persona nacía como campesina, era casi seguro que muriese como tal. Ahora bien, sea cual sea el estrato social, el rol que ocupaba la mujer era de subordinación del hombre, sin importar si fuese noble o campesina. La mujer, siempre sometida. Y NO ERA EL CAPITALISMO.
En la Edad Media, las mujeres solo ocupaban 3 roles:
- Campesinas y prostitutas.
- Mujeres de la nobleza.
- Religiosas.
En cuanto al tercer punto, muchas de las mujeres que se terminaban dedicando a la religión no lo hacían por vocación, sino por 3 razones:
- Era una forma de huir de la pobreza.
- Implicaba mayor independencia y libertad que el matrimonio y la vida familiar.
- Permitía el acceso a la educación.
Así era el funcionamiento de la sociedad en aquella época.
Pero lamentablemente, llegó el "Malvado Capitalismo" a quitarles a las mujeres esta maravillosa libertad y a oprimirlas, dándoles independencia, participación educativa y acceso al mercado laboral...
Feminista, ¿nunca te preguntaste por los intereses de quién estás luchando?
Seguramente, vos no sabrás todo esto porque como bien dijo la referente del Feminismo Moderno en el ámbito artístico, Malena Pichot, las feministas no tienen tiempo para leer. Y la verdad, se nota bastante...
De todas formas, y tal como lo hacen las mujeres que son muy cultas y no se dejan guiar por esta ideología, yo sí les aconsejo a ustedes que lean y se instruyan; porque sino, pueden terminar precisamente como las feministas de izquierda.
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