El fracaso de la lucha feminista
¿A qué vino la Cuarta Ola del Feminismo?
Si tomamos la premisa del movimiento FEMEN, pionero y fundador del colectivismo feminista del Siglo XXI, veremos que este Feminismo vino a combatir la trata de personas.
Si tomamos las premisas de los diferentes colectivos feministas que existen hoy en día, como puede ser el de actrices o Ni Una Menos (ambos de Argentina), veremos que este Feminismo vino a ponerle fin al abuso sexual y los asesinatos de mujeres; causas obviamente nobles, necesarias y urgentes.
Sin embargo, ¿qué pasa cuando echamos un vistazo a lo que nadie puede negar, que son los DATOS?
¿Qué pasa cuando observamos la realidad de las mujeres 14 años después de la fundación de FEMEN, 4 años después de la formación del colectivo de actrices, y 7 años después de la aparición del colectivo Ni Una Menos?
Los datos muestran una realidad absolutamente diferente a lo que este Feminismo manifiesta diariamente en complicidad con el poder de los medios tradicionales y un amplio sector de la política.
En los últimos 15 años, según el último Informe Global sobre Trata de Personas realizado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), se ha triplicado a nivel mundial el número de niñas y niños víctimas de trata. El informe sostiene que dicha problemática no solo sigue afectando fuertemente a las mujeres adultas y niñas, sino que ahora se ha identificado también un aumento en los hombres adultos y niños en comparación con el reporte anterior.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) también advierte un aumento en los casos de trata de personas refugiadas, desplazadas y apátridas.
Si recurrimos a los datos locales y averiguamos lo que está pasando con esta problemática en Argentina, Zaida Gatti, coordinadora del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, afirma que hemos tenido un incremento ENORME de casos de captación por redes sociales para trata de personas.
Ahora, veamos qué está pasando con los casos de violencia de género y abuso sexual:
En el año 2020, la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer (ONU Mujeres) advirtió sobre un aumento significativo en los casos de violencia doméstica. El informe sostiene que aproximadamente una de cada 3 mujeres en el mundo sufre violencia sexual o física. Lo mismo advirtieron las organizaciones Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Si hablamos de nuestro país, que es en donde pisan muy fuerte las editoras de género y los colectivos feministas, notaremos que en el año 2017, se registraron casi 50 ataques sexuales por día en Argentina, mientras que en 2015, había registro de 10. Los datos oficiales incluyen violaciones y otros delitos contra la integridad sexual.
En la Provincia de Buenos Aires, entre 2014 y 2019, aumentaron un 60% las denuncias por violaciones y abuso sexual.
En el año 2021, la Dirección General de la Mujer de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires registró un total de 63.735 llamadas al número 144, la línea telefónica encargada de brindar asesoramiento, acompañamiento y contención a mujeres en situación de violencia de género, lo que significó un incremento del 54% respecto del año anterior.
Seguramente, alguna feminista distraída argumentará que estos datos muestran un incremento gracias a que hoy, muchas mujeres se animan a denunciar lo que antes no se animaban. Pero déjenme decirles que los especialistas señalan que la mayoría de los casos no son denunciados, y el hecho de que haya más casos (además de los denunciados) no es un buen indicador. Todo lo contrario.
La lucha del Feminismo contra el abuso físico y sexual está LEJOS de ser un éxito.
Pasemos a lo que son los asesinatos de mujeres o femicidios/feminicidios (como les gusta decir a los colectivos):
En lo que va de 2022, en Argentina, se registra un feminicidio cada 26 horas, según el Observatorio de Femicidios de la Justicia Argentina (OFJA). En 2021, el número de femicidios era de uno cada 35 horas, según el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina (RNFJA). Por lo tanto, se está registrando un incremento anual en los asesinatos de mujeres.
En 2015 (año en el que se conforma el colectivo feminista Ni Una Menos), el número de feminicidios aumentó un 4,4% en cuanto a 2014, llegando a producirse un feminicidio cada 37 horas, según un informe de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Y de ahí en más, el número de asesinatos de mujeres aumentó de manera ALARMANTE. No lo digo yo. Lo dice Laura Rothberg, integrante del Observatorio de Femicidios "Ahora Que Sí Nos Ven", y las estadísticas publicadas en el propio sitio oficial del colectivo Ni Una Menos.
Esto no es "misoginia", "discurso de odio", ni todos esos términos equivalentes a lo que antes era una acusación de "blasfemia" hacia quien cuestionara el status quo. Estos son datos concretos. Y recién estoy empezando...
A mí me parece que en verdad, lo que todos debemos hacer es formularnos la siguiente pregunta:
Si los actos de trata de personas se han triplicado (y en algunos casos, quintuplicado, según datos de la Organización de las Naciones Unidas), los hechos de violencia de género y abuso sexual continúan en un aumento desmedido, y el número de asesinatos de mujeres se ha duplicado, ¿entonces cuál es la misión del Feminismo de Cuarta Ola?
¿Qué han hecho las referentes y representantes del Feminismo actual para combatir el abuso, la violencia y el femicidio?
Yo les respondo:
En Argentina, por ejemplo, han liberado violadores. En la legislatura, desde la creación de leyes, nuestras representantes feministas de la política, como Victoria Donda, Myriam Bregman, Luana Volnovich, Fernanda Raverta, Mayra Mendoza, etc, votaron en contra de la cárcel efectiva para violadores cuando estaban en la Cámara de Diputados el 23 de Noviembre de 2016. Me estoy refiriendo a todas las pañuelo verde, las que hablan con lenguaje inclusivo, las que dicen representar a las mujeres y luchar por su integridad física. Se opusieron a que los violadores condenados se quedaran presos. También votaron en contra del registro de violadores, una medida que sirvió mucho en Uruguay para encontrar al asesino de Lola Chomnalez.
En el plano jurídico, la Jueza feminista Leticia Lorenzo (famosa por redactar sentencias en lenguaje inclusivo) excarceló sin pulsera, tobillera ni control alguno a un pederasta para que no se enfermara de coronavirus en la cárcel durante la pandemia. Por supuesto que lo primero que hizo el violador fue buscar a su víctima. Además lo hicieron cumplir prisión domiciliaria en un hogar donde había 5 menores de edad; pese a lo que decía el informe ambiental de la fiscalía.
La abogada feminista Raquel Hermida Leyenda ha defendido a femicidas como Daniel Bellini, condenado por asesinar de manera comprobada a su pareja Morena Pearson.
La Presidenta de la Asociación Mujeres por Mujeres, abogada y profesora de ética feminista, María Soledad Deza, es hoy la abogada de un famoso pederasta tucumano.
Y así puedo seguir exponiendo más casos como estos.
Por poner otro ejemplo, ¿qué ha hecho el flamante Ministerio de la Mujer para contrarrestar la multiplicación de femicidios y violaciones?
Ha invertido su tiempo, energía y recursos en censurar Dragon Ball Super de Cartoon Network.
Esto no es un chiste. No estoy haciendo una broma. Si no me creen, averígüenlo...
El Ministerio ya mencionado se dedicó a cancelar series animadas en un país en el que hay una mujer asesinada cada 26 horas.
Para colmo, este tipo de medidas no son exclusivas de Argentina. En España, los colectivos feministas batallaron incansablemente para censurar Dragon Ball Z, y han iniciado una guerra contra Bob Esponja. En México, contra los Picapiedras (porque supuestamente, son machistas). En Estados Unidos, el ataque es contra el Príncipe azul por haber besado a Blancanieves sin su consentimiento; y contra Pepe Le Pew, por acosar sexualmente a Penelope Pussycat. De vuelta: no estoy bromeando.
El Feminismo no está en guerra contra los violadores y los asesinos. Está en guerra contra los DIBUJITOS ANIMADOS, mientras la ONU advierte, por ejemplo, un incremento enorme en los casos de trata de personas (que mayormente, afectan a las mujeres adultas y niñas).
El Feminismo DE CUARTA (Ola) no se dedica a combatir al violador, al abusador, al golpeador, al femicida. Se dedica a combatir al hombre.
El enemigo del Feminismo actual no es el asesino de mujeres. El enemigo es el varón.
El Feminismo de Cuarta Ola ni siquiera es feminista. Trata a la mujer como una mera herramienta política, en beneficio de los intereses de los sectores que la han humillado a lo largo de toda la historia; porque si hay una ideología política que hoy está vinculada al Feminismo, esa es la Izquierda. La misma que masacraba mujeres en campos de concentración, tal como hacía en la Bulgaria Comunista (Lovech, Skravena) por querer divorciarse, vestirse de forma provocativa o escuchar música del imperialismo. La misma Izquierda que asesinaba mujeres por el simple hecho de ser parejas de disidentes del régimen en la Unión Soviética. La misma Izquierda que en Argentina, se puso del lado de los violadores en el Congreso en 2016.
Es que la consigna del Feminismo actual no es "cárcel para el violador". Es "muerte al macho", "muerte a los hombres, a tu padre, a tu hermano". Así lo establecieron sus pintadas en las paredes.
La vida, la imagen y la reputación de un hombre no valen nada para la doctrina neofeminista.
Por eso la actriz estadounidense Amber Heard sintió que podía destrozar la carrera de la estrella hollywoodense Johnny Depp sin sufrir consecuencias. Pero aparentemente, se equivocó...
Por eso Annie, la amiga de Agustín Muñoz (el chico que se sucidió en Bariloche, Argentina, tras un falso escrache), se sintió con total impunidad para inventar que él era un abusador. Y pese a que Muñoz se quitó la vida por un falso escrache, ella sigue gozando de impunidad.
Algo idéntico pasó con la expareja de Thomas Pérez Ruiz, otro joven que también se mató tras un falso escrache. Ella arruinó la vida de este chico con total impunidad hasta llevarlo al suicidio. También debe quedar claro que acá estoy hablando de casos más trágicos, que involucran a personas que no tienen el poderío de Depp para defenderse.
Otro ejemplo puede ser el de la mujer que escrachó falsamente a Javier Messina (un músico callejero autodenominado "El Dios Punk"), logrando que se suicidara y sintiéndose con semejante impunidad como para hacerlo.
O el del influencer Momo, luego de que una mujer lo acusara impunemente de pederasta en Twitter, falsificando pruebas y difundiéndolas en redes sociales. Incluso esta señorita respondió que no le importaba arruinar la vida de un hombre inocente, ya que a ella le sobraba dinero para pagar un resarcimiento por injurias.
Esto es lo que enseña el Feminismo de Cuarta Ola. El ODIO al hombre con total impunidad. No al asesino, al violador, al golpeador, al operador de una red de trata.
El Feminismo actual es una farsa. NO es feminista. No ha resuelto NINGUNA problemática de la mujer. No ha representado los intereses de la mujer en la política bajo ningún punto de vista. No ha combatido NINGÚN flagelo que hoy azote a las mujeres. Al contrario. Se han multiplicado.
El Feminismo de Cuarta Ola es una mera doctrina de odio al varón.
Y nos va a costar muy cara si como sociedad, no nos damos cuenta a tiempo...
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