¿Conservadores disfrazados de libertarios?
Sin embargo, son muchas las personas que dicen que detrás de este movimiento, se esconden en realidad un conjunto de ideas conservadoras.
¿Pero es verdaderamente esto así?
Para empezar, el Libertarismo no es un movimiento propio de Argentina. De hecho, se estima que este adjetivo nació a mediados del Siglo XX en Estados Unidos, como una forma de diferenciarse del Liberalismo.
Semánticamente hablando, no encontraremos muchas diferencias entre ser liberal y libertario. Las que sí valen la pena resaltar son, por ejemplo, sobre el papel de algunas actividades humanas dentro de la economía. Mientras que el Liberalismo busca en muchas aristas la conciliación pacífica entre el hombre y el Estado, el libertario no busca una conciliación sino una separación pacífica de los mismos. Aún así, ambos movimientos buscan la menor intervención estatal posible en la economía, la libertad de mercado y el comercio entre países sin barreras arancelarias.
En cuanto a la libertad de expresión, hay una diferencia significativa: el liberal sigue una doctrina de respeto por la libertad de prensa con bases en políticas impuestas por el Estado. El libertario no impone límites de ningún tipo, pero cuida que el derecho del otro individuo sea respetado siempre y en todo momento.
Si segmentamos esta respuesta por grupos políticos, veremos que los libertarios creen en un 85% que el gasto público debe recortarse.
Considerando este punto, no hay nada fuera de lo que uno habitualmente podría esperar. Los liberales y libertarios sugieren un Estado más pequeño, y que la forma de alcanzar esto es a través de un gasto gubernamental lo suficientemente bajo.
Nuevamente, nos encontramos con algo previsible. Como todo aquel defensor del libre mercado, los libertarios apoyan una economía que no esté intervenida, subsidiada y regulada por el Estado.
Ahora bien, cuando se pone el foco en los libertarios, el porcentaje trepa ni más ni menos que al 88% del total.
Si pasamos a lo que en Argentina se conoce como el matrimonio igualitario y la adopción homoparental, nos encontraremos con que los libertarios se manifiestan ABRUMADORAMENTE en favor de ambas prácticas.
En tanto, cuando se pone la lupa en los votantes libertarios, notaremos que este número asciende al 71% del total; una diferencia de nueve puntos por encima de los habitantes estadounidenses en general.
Luego de haber visto estos datos (y por supuesto, admitiendo las limitaciones que la metodología de las encuestas pueda tener), hay algo que va quedando claro:
Por su parte, el Liberalismo y el Libertarismo se dedican a luchar tanto en defensa de las libertades económicas como de las libertades civiles o individuales. Por ejemplo, interpretan que cada uno es libre de comerciar con quien quiera; y también que cada uno es libre de acostarse con quien quiera. Esto es fundamental a la hora de refutar la premisa de mi nota.
Ahora que tenemos bien definido el concepto de libertario, nos queda preguntarnos si realmente los militantes de este movimiento esconden o no una ideología conservadora.
Para responder esta pregunta, vamos a utilizar un sitio de encuestas masivas llamado iSideWith.
Lo interesante de este sitio es que lanza encuestas, y las respuestas que obtiene las agrupa de acuerdo a la orientación política e ideológica de los votantes.
Asimismo, se puede averiguar lo que se piensa en Estados Unidos acerca de la reducción del gasto público. Cuando se pregunta si el gobierno estadounidense debe recortar el gasto público, el 63% de los encuestados responde que sí.
Si segmentamos esta respuesta por grupos políticos, veremos que los libertarios creen en un 85% que el gasto público debe recortarse.
Considerando este punto, no hay nada fuera de lo que uno habitualmente podría esperar. Los liberales y libertarios sugieren un Estado más pequeño, y que la forma de alcanzar esto es a través de un gasto gubernamental lo suficientemente bajo.
Con respecto a las otras propuestas económicas, como la suba del salario mínimo por parte del gobierno o el pago de la matrícula a los estudiantes universitarios, los militantes libertarios se manifiestan en contra.
El 79% se opone a la suba del salario mínimo; y el 84%, a que el gobierno le subsidie la educación a los estudiantes de las universidades.
Nuevamente, nos encontramos con algo previsible. Como todo aquel defensor del libre mercado, los libertarios apoyan una economía que no esté intervenida, subsidiada y regulada por el Estado.
Ahora, pasemos a los temas "sociales" o civiles, en donde suele acusarse al movimiento libertario de ser en verdad una careta que oculta ideas conservadoras.
Si este fuera el caso, entonces los libertarios deberían estar en contra de despenalizar las drogas, se opondrían al matrimonio entre personas del mismo sexo, la adopción por parte de éstas, y la legalización o despenalización del aborto.
No obstante, tales presunciones no se reflejan en las encuestas que estamos analizando.
Al consultarse si se está a favor de despenalizar el consumo de drogas, el 57% de los habitantes estadounidenses se muestra a favor.
Ahora bien, cuando se pone el foco en los libertarios, el porcentaje trepa ni más ni menos que al 88% del total.
Si pasamos a lo que en Argentina se conoce como el matrimonio igualitario y la adopción homoparental, nos encontraremos con que los libertarios se manifiestan ABRUMADORAMENTE en favor de ambas prácticas.
De acuerdo con la encuesta de iSideWith, el 91% de los libertarios está a favor de que dos personas del mismo sexo contraigan matrimonio, mientras que en otra encuesta de dicho sitio, el 89% afirma que las parejas del mismo sexo deben tener los mismos derechos de adopción que las parejas heterosexuales.
Por último, veamos qué ocurre con el tema más espinoso de todos: la despenalización del aborto.
Es cierto que en Argentina, existen muchos liberales destacados que se manifiestan en contra, así como también hay varios que han dicho estar a favor. Desde mi punto de vista, los argumentos expresados por estos referentes son totalmente atendibles y comprensibles. De un lado y del otro.
Sobre las respuestas que se han dado en la encuesta del sitio web ya citado, observamos que el 62% de la población de Estados Unidos está a favor de la despenalización del aborto.
En tanto, cuando se pone la lupa en los votantes libertarios, notaremos que este número asciende al 71% del total; una diferencia de nueve puntos por encima de los habitantes estadounidenses en general.
Luego de haber visto estos datos (y por supuesto, admitiendo las limitaciones que la metodología de las encuestas pueda tener), hay algo que va quedando claro:
La gran mayoría de los libertarios NO tienen posturas conservadoras.
Están a favor de la libertad en el aspecto económico, así como también lo están en asuntos que se conocen como sociales.
Por lo tanto, y basándonos en las encuestas, no queda otra alternativa que rechazar la noción de que el mote de libertario es simplemente un disfraz para esconder ideas conservadoras.
Para finalizar, hago la siguiente pregunta:
Si efectivamente hay personas que se denominan "libertarias" teniendo ideas que son más afines a las del Conservadurismo, ¿entonces por qué insisten en autodenominarse así?
¿No sería más adecuado que se llamaran "conservadores" a sí mismos o aclararan que solamente defienden la libertad en materia de economía negando la de los otros campos?
A todo esto, y más allá de cualquier debate que pueda darse alrededor de las temáticas expuestas, espero que la información que les proporcioné les haya servido.
Comentarios
Publicar un comentario